Capítulo 4

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CAP 4
Habían pasado ya dos días desde que había vuelto el tío Ho, y todo volvía a ser relativamente normal en el Goh Ryon. Los días era un poco más complejos, debido a las órdenes extra, pero sin duda se pasaban más rápido con la felicidad abrumadora de sus cocineros.
Pucca entregaba los pedidos igual que siempre, y dejaba el más grande (El de los ninjas de Tobe) para el final. Después de las dos primeras órdenes, los ninjas de la entrada que otrora le habían restringido el paso, ahora la saludaban y le sonreían cada vez que venía para entregarles su comida. Además, siempre era Tobe en persona quien recogía las cajas y las llevaba adentro de su fortaleza. Ese día, en cambio, fue diferente.
Era muy de mañana, tanto así que las órdenes aún ni siquiera estaban listas.
-Vaya, -dijo Dumpling- Creo que nunca habíamos hecho tantas órdenes en tan poco tiempo.
-Sí -respondió Linguini- ¿Cuántas son? ¿Cincuenta y...? 
-Cincuenta y dos -respondió Ho- Al menos esos son los que contamos la primera vez.
-Vaya -dijo Linguini- No sé cómo se las arreglaba Tobe para alimentar a tantos ninjas.
-Pues ya no tendrá que preocuparse por eso -dijo Dumpling, que llevaba una olla de fideos para calentarla.- A esto, ¿Cómo vamos con los gastos?
-Podemos permitirnos los cincuenta -dijo Linguini- Sobretodo ahora que el negocio va tan bien.
Los chefs no podían evitar sonreír, el negocio iba bien, volvían a estar juntos, y hacían lo que más les gustaba, cocinar fideos.
Pucca, quien seguía un poco triste por la muerte de Garu, se había contagiado de la felicidad de sus tíos, que hacía que esos días tristes fuesen un poco más pasables.
Pucca entraba por la puerta, para ver si las entregas estaban listas, cuando un golpe en la puerta la detuvo.
-Hola -dijo el ninja Tobe, con su máscara puesta.
Ching, Pucca y el tío Linguini salieron a recibirlo. Tobe estaba apenas adentro del restaurante, con un pie aún afuera.
-Hola Tobe, tranquilo, -dijo Ching.
-Las órdenes están casi listas -añadió Linguini- No te preocupes, no se nos han olvidado.
-No es eso- dijo Tobe- Mis ninjas y yo pasábamos por la aldea, y me preguntaba si podríamos comer aquí…
-No veo ningún problema -dijo Linguini.
-Bien… dijo Tobe, negándose a agradecer. Pero se quedó callado en la puerta, para saludar a Pucca.
-Pero, ¿por qué vienes tú? Siempre envías a uno de tus ninjas como mensajero… -Dijo Ching.
-Oh, bueno, es que… Mis ninjas están muy ocupados ¡Los envié a una misión muy importante!
Pero en lo que dijo eso, un ninja apareció arriba de él, apoyado en la puerta.
-¡Oiga jefe! El mercader ya tiene listas las cortinas, ¿Las quiere azul marino o real?
-¡Shh!-exclamó Tobe- No tengo tiempo para las cortinas, ¡vuelve a tu misión!
-Pero jefe…
-¡Ve!... (dile que las quiero azul marino…) -susurró tobe al ninja dándole las espalda a Pucca y su familia. Este asintió complacido y se fue. Pucca no pudo evitar dejar salir una pequeña risa…
Pasó una hora, y de repente el salón volvía a estar lleno, en parte de ninjas y también de otros clientes. Tobe quien comía en una mesa junto a algunos de sus ninjas, se quitó su máscara para comer, mientras escuchaba lo que decían los otros clientes, sin mirarlos.
-¡Pero si es Tobe! -decían en otra mesa.
-¿Pero no era un villano?
-Dicen que fue él quien rescató al chef Ho de RinRin…
-¿Es enserio?
-Sí… y sabes, ya que Garu no está… supongo que podríamos decir que es el nuevo héroe de Sooga, ¿no crees?
-Sí, supongo que tienes razón…
“Héroe de Sooga” Las palabras resonaban en la mente de Tobe. ¿Sería posible? Él siempre había sido, “El bandido Tobe” o “Ese ninja villano”. Garu por otra parte, era llamado el héroe de Sooga, un guerrero de corazón noble… La imagen de Garu con su espada, aquella noche cuando niños, volvió a su mente...
Tobe terminó con su plato, se levantó y se puso su máscara.
-Ninja… -dijo Tobe al ninja a su lado- Dile a todos que cuando terminen de comer vuelvan a la fortaleza, yo me voy a adelantar un poco…
El ninja asintió y Tobe caminó hasta afuera del restaurante. Absorto en sus pensamientos, no notó que Pucca, lo había estado mirando desde que oyó esas palabras, y ahora lo miraba correr en dirección a su fortaleza, parada en las grandes puertas rojas del Goh Ryong…
Tobe se veía triste, Pucca o apreció bien cuando se quitó la máscara. Aún con su dura expresión, los ojos de Tobe eran como los de un niño… Pucca se preguntó qué circunstancias podrían llevar a un hombre con esos ojos a tener esa actitud tan frívola…

"Forever and Beyond" Tobecca Fanfic Donde viven las historias. Descúbrelo ahora