CAP6
Tobe ahora pasaba por el pueblo todos los días, y se había vuelto algo habitual verlo a él y a sus ninjas caminar por las calles de Sooga. También, la opinión pública hacia Tobe había cambiado radicalmente, debido principalmente a la predisposición que recientemente este mostraba ayudar a los demás. Lo que antes robaba, ahora era regalado como pago por sus buenas acciones. Verdaderamente, Tobe se había convertido en el nuevo héroe de Sooga.
PEro Tobe no era el único que se notaba diferente en los últimos días, después de la plática que tuvo con Abyo, este último se pasaba largos ratos pensando en lo que le había dicho Tobe acerca de su antiguo mejor amigo. Si bien para las demás personas de Sooga, la repentina ausencia de Abyo en la vida diaria del pueblo pasaba desapercibida, su novia Ching, ciertamente lo notó.
Cierto día, Abyo caminaba por la plaza como de costumbre, cuando Ching lo encaró, deseando saber la razón de su reciente apatía...
-¡Hola Abyo!-dijo esta.
-Oh, hola nena -respondió Abyo con sus palabras usuales, aunque con un tono desconocido para los odios de Ching, algo muy melancólico y profundo. Ching decidió intentar subir su ánimo de manera convencional, de la forma en la que sabía funcionaba con Abyo.
-¡Hey! Escuché que en la tienda del otro lado de la ciudad, están exhibiendo todo tipo de espadas, ¿No te gustaría ir a verlas?
Para Abyo no había nada como ir a ver nuevas espadas en las tiendas de la aldea, y si a esto se le sumaba la compañía de Ching era aún mejor.
-Oh, suena bien pero… sabes, no necesito más espadas…
Esto estaba mal, para Abyo, nunca eran suficientes espadas. Ching entendió que algo más complejo estaba pasando por la mente de sus novio.
-Abyo… ¿estás bien? ¿qué te ocurre? Te encanta ir a ver espadas…
Abyo no sabía si responder a la pregunta de su novia, ¿podría ella tolerar la verdad? Seguramente se enfadaría solo con el hecho de que Abyo estaba considerando que Garu hiciese algo como lo que hizo. Sin mencionar que era la mejor amiga de Pucca y que a lo mejor no dudaría en comentarle lo que había dicho Tobe. Como la cereza sobre el pastel, había hecho una promesa entre hombres con Tobe de guardar el secreto. Sin embargo… Abyo nunca había sido capaz de ocultarle nada a Ching, y sabía que contestar algo como: “No es nada” o “Solo estoy un poco triste por Garu”, sería igual de mentira, que decirle que no la amaba, ambas cosas que habían prometido no hacer nunca.
-Nena… necesito hablar contigo -Abyo miró a ambos lados- En privado…
La dulce Ching naturalmente accedió, curiosa por lo que le iba a decir su novio, y también un poco consternada sobre el tema a conversar…
Juntos fueron a un lugar entre los bosques de bambú, aunque del lado opuesto al de la mazmorra de Tobe. Aun así, ya que Tobe ahora prefería cruzar por el pueblo, ambos creyeron que no había peligro de nadie escuchándolos.
-Bien, aquí es seguro…
-Ahora dime, ¿qué es lo que te pasa?
-Bien… el otro día, seguí a Tobe a las afueras de la aldea.
-¿Tobe?-preguntó Ching-¿Es que hizo algo malo?
-No, para nada… -siguió Abyo- Fue, muy amable, me enseñó un par de cosas y… -Abyo se descubrió deseoso de cambiar de tema, pero se obligó a seguir- El caso es que… le pregunté a Tobe la razón de su odio contra Garu…
-¿Y qué te respondió?- Ching siempre había estado curiosa, al igual que todo el mundo, de la razón del conflicto entre ambos ninjas.
-Bueno… -Abyo, lo mejor que pudo, relató a Ching la historia de Tobe. Sobre cómo el padre de Grau había herido a Tobe con la taza, y sobre la muerte de ambos padres, el de Tobe, por supuesto, a manos de Grau…
Ching no creyó nada de la historia, pero contrario a lo que pensaba Abyo, no se enfadó con él por considerarlo. Sabía que enojarse no resolvería nada, y en su lugar, quiso despejar la mente de su novio, con un viaje un poco inusual…
-Ven conmigo…-dijo esta.
-Claro, pero… ¿A dónde?
-Vamos a la casa de Garu, vamos a resolver esto…
Abyo y Ching sabían que era de muy mala educación entrar a la casa de un difunto, pero aún así lo hicieron. Llegaron a la cabaña tradicional, con el césped sin cortar, como era de esperarse. Las puertas de Garu siempre estaban abiertas, pero aun así para Abyo romper la delgada puerta de madera y tela no hubiese sido ningún problema.
Apenas Ching deslizó la puerta, como una sombra, muy rápidamente, salió Mio, el gato negro de Garu, y saltó hasta los brazos de Ching, maullando tristemente.
-¡Oh no!-gritó Ching-¿¡Estuviste aquí todo este tiempo!?
El gato ronroneaba terriblemente, mientras Ching lo acariciaba. Aunque pensaron llevarlo directamente a casa de Pucca, para que lo cuidase, decidieron mejor seguir adelante, al menos lo suficiente para confirmar que no existía prueba alguna del lado de Garu que corroborara la historia de Tobe.
Ambos jóvenes entraron, vieron los sacos de comida de gato, abiertos a la fuerza por Mio, y revisaron la cocina, baños, y el cuarto de Garu sin encontrar nada. Ya estaban por irse, mientras echaban un último vistazo al cuarto de Garu.
-Bien, vámonos -dijo Ching, quien se dispuso a tomar al gato que estaba en el piso, junto a ellos, pero el gato maulló molesto, y erizó su cabello ante las intenciones de Ching. El gato escapó del agarre de Abyo y se escondió, justo detrás de la almohada de Garu.
-Vamos , -dijo Ching, quien retiró la almohada de Garu para tomar al animalito…- Solo queremos…- iba a decir, pero el roce de algo frío contra sus descalzos pies, la detuvo. Al bajar la mirada, se dió cuenta de que era la agarradera de una trampilla en el piso. Al ver esto, el gato desapareció de su mente, y en su lugar, llamó a su novio para que lo observa. Ambos contemplaron como Ching, abría la trampilla, que llevaba a un pequeño hoyo en el suelo, en el que solo se encontraba una pequeña caja negra. Mientras tanto, el gato del difunto dueño del paquete, maullaba enojado, quizás al sentir el ultraje, pero a los jóvenes no les importó. Sacaron la caja y ya afuera del hoyo, abrieron con cuidado el paquete…
-No… -dijo Ching- ¡No es posible!
Ching soltó el paquete y corrió hasta el hombro de su novio, quien la abrazó y la consoló, sorprendido él también, al mirar, en el piso, con un ruido frío y un maullido, como el gato jugaba, tranquilamente, con una vieja taza rota, con sangre ya seca y olvidada, por toda la extensión de su afilado borde…
-Pucca no debe saber de esto -le dijo Abyo a su novia- Nunca…
ESTÁS LEYENDO
"Forever and Beyond" Tobecca Fanfic
FanfictionDespués de que Garu presuntamente muriera en un enfrentamiento contra RinRin, Pucca deberá pasar por una serie de experiencias que cambiarán su forma de ver el amor.