Dieciséis.

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Cameron (20:12)

Te extraño... 

Ana (20:14)

Y yo a vos... ¿que tal el trabajo con mi hermano?

Cameron (20:14)

De diez, ya lo terminamos hace un ratito. No deje de pensar en ti en todo el día. ¿Que tal tu día?

Ana (20:16)

Dormí todo el día. Levante un poco de temperatura. 

Cameron (20:17) 

¿Porque no me dijiste?

¿como te sentís ahora?

Ana (20:18)

No quería molestarte... ese trabajo era más importante.

Ahora estoy un poco mejor, aunque no tengo fuerzas para nada, pero por suerte no volví a levantar temperatura.

(Visto 20:20)

Vi que leyó el mensaje y luego su ultima conexión, esta ocupado pensé y deje el celular sobre mi mesita de luz. Me levante para ir al baño y de paso a buscar un vaso de agua. Baje a la cocina mirando el celular. Antes revise si mi hermano estaba ya en casa pero no había llegado y mi madre había salido con amigas a cenar. 

Entre a la cocina y busque un vaso para servirme un poco de agua. Sentí como el celular vibro en la mesa donde lo había dejado. 

-

Cameron (20:35)

¿Crees que puedes abrirme?

Estoy afuera. 

(Visto 20:36)

Deje el celular, el vaso y fui hasta la entrada. Abrí la puerta y ahí estaba Cameron, parado con sus manos en los bolsillos y con una hermosa sonrisa. Me dio un beso y luego toco mi frente. 

- Estas levantando temperatura devuelta, ve a la cama señorita - dijo y me metió adentro, cerrando la puerta. 

- Vine por agua - conteste. 

- Vaya a su cama que ahora le llevo el agua - contesto y me acompaño hasta la escalera. Luego se metió a la cocina.

Subí las escaleras despacio, me cansaba fácilmente. Entre a mi habitación y rápidamente me metí a la cama, el frió se estaba apoderando de mi cuerpo. Escuche como subía las escaleras y sonreí con las poca fuerza que me quedaba.

Golpeo la puerta que estaba abierta y entro. Apoyo el vaso sobre mi mesa de luz, se sentó en la orilla de la cama y volvió a tocar mi frente. 

- ¿porque no me avisaste Ana? - exclamo. 

- No quería molestar a nadie - conteste.

- Vos no molestas ¿esta claro? - dijo mirándome a los ojos. 

Se levanto, se desato  el pañuelo que siempre llevaba atado a su muñeca y fue hasta el baño. Volvió y lo coloco sobre mi frente.  Nunca nadie me había cuidado así. Cerre los ojos, la luz me molestaba y me hice una bolita tratando de que el frió se vaya de mi cuerpo. 

Sentí como tomo la frazada que estaba en mis pies y me cubrió con ella. Sus labios reposaron sobre mi cabeza mientras acariciaba mi mejilla. Luego me dormí. 

A la mañana siguiente me levante mucho mejor, me dolía un poco el cuerpo pero estaba mejor. Me senté en la cama y Cameron dormía en una silla al lado mio. 

El amigo de mi hermano - Cameron DallasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora