Capitulo 14

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Narra Nicolás:

Abrí los ojos, estaba acostado en el suelo y me dolía todo el cuerpo; busqué mi celular para ver la hora, al encontrarlo me orienté: las 8:02 de la mañana.
Había soñado lo mismo que noches pasadas, yo confesandome al ____.

Me levanté y miré a todas partes, intentado acordarme el porqué estaba acostado en el piso y al recordarlo, todos los recuerdos del día anterior me calleron cómo un balde de agua fría con varios cubos de hielo; guardé mi celular en el bolsillo trasero de mi pantalón. Estaba hecho pico.
Con pereza alimenté al Roco y la Luni, mis bebes.

Salí de mi pieza, no había nadie despierto todavía, así que más despreocupado fui hasta la cocina, saqué un yogurth del refrigerador y salí de mi casa. Todavía era temprano, pero ignoré el fresco y comencé a tomar el yogurth sabor frutilla.

Saqué mi celular, le quedaba poca carga, activé el internet y abrí Whatsapp.

-Hola ____
Ya te dieron de alta?
Puedo ir a tu casa?

Guardé el celular y seguí caminando sin rumbo, entonces mi celular vibró.

-Sí.
Ven nomás.

Me mandó su nueva dirección y me tomé el yogurth al seco para después dirigirme a la nueva vivienda del ____.

Tuve que tomar micro pero por suerte no me demoré en llegar; toqué el timbre de una casa blanca y grande, la puerta se abrió después de un rato, dejándome ver a un ____ con el pié izquierdo enyesado, una venda en la cabeza y otra en el brazo derecho.

-Hola.- me dijo con una sonrisa que no demoró en desaparecer al ver mi cara -¿Qué pasó?

-____...- suspiré -Tengo algunos problemas, no es tan grave.
Frunció el ceño, se notaba que no estaba convencido, pero él ya tenía sus propios problemas y no quería molestarlo con los míos.

-Ya; pasa.- se adentró en la casa ayudado por muletas.

-¿Es muy incómodo...?

-Más que la chucha.- dijo sentándose lentamente en el sofá. Cerré la puerta y me senté junto a él -¿Y cómo van con el canal?

-Um... Bien, aunque todos hemos estado ocupados fuera de los juegos.

-Dime, ¿cuál fue el problema que te dejó con esa cara?

Fruncí los labios, nervioso.

-No quiero hablar de eso, por lo menos no todavía.

-Bueno... ¿querí comer algo?

-No, no tengo hambre.

-Bueno.- se levantó y fue hasta la cocina, estuvo un rato en silencio hasta que escuché el cómo echaba lo que parecía ser comida de gato o perro en una fuente. En ese momento miré a las escaleras, por dónde venía bajando un gato con quemaduras.

-¿Mochi?

Siguió trotando hasta llegar a la cocina de dónde salió el ____ pasados unos segundos.

-Qué bueno que la Mochi está bien.- le sonreí.

-Sí, por un momento la había olvidado. Fue una sorpresa verla aquí...

Apreté los labios, estábamos en un ambiente silencioso y molesto, ¿le decía al ____ de mi problema? No quería... Yo ni siquiera quería a la Camila, de seguro el ____ me decía que tendría que ser responsable porque estoy seguro que él es más responsable que yo.

¿Tan patético me veo?

El menor se sentó a mi costado izquierdo, aún sin decir nada, miré su brazo derecho, aún vendado.

Suspiré con melancolía, recordando que hace poco todo parecía ser perfecto... Pero hay una wea que a pesar de que tení en cuenta gran parte de tu vida, lo termina'i por olvidar: los momentos felices no duran para siempre y nuestro momento de felicidad había terminado.

Tanto yo cómo el ____ estábamos con problemas y sabíamos que iban a ser difícil de superar; yo en estos momentos solo quiero cerrar los ojos y que todo pase, pero el tiempo pasa más lento cuándo tienes malos momentos.

¿Qué voy a hacer con la Camila?

¿Realmente hablé en serio cuándo le dije que no quería al bebé?

¿Realmente quería abandonarla?

Aún no tenía respuesta para esas preguntas...

Miré al ____ una vez más, estaba inmerso en sus pensamientos igual que yo, posiblemente debatiendo sí debía dejar los estudios o no.

Sin pensarlo entrelacé nuestras manos con cuidado de no lastimarle el brazo.

Me miró y no pude evitar que mi cara comenzara a arder... ¿En serio me gustaba éste hombre?

-Nico...- apartó las muletas un poco más y extendió sus brazos hacia mí, no me resistí y lo abracé, necesitaba un abrazo.

Y pensar que hace poco cantamos weas en su casa ahora incendidada, nos dimos besos en una fiesta familiar y yo aún no tenía claro sí realmente quería al weón que me estaba abrazando. O tal vez solo quería negarlo.

Levanté la mirada y me crucé con la suya, todavía sentía mis ojos arder, pero me negué a llorar, no quería llorar frente a él. Quería que me tuviese en mente cómo el weón feliz y carismático que él y todos conocen.

Lo abracé más fuerte, haciéndolo soltar un gruñido junto a una mueca. Iba a hacer lo que tantas veces hice en sueños.

-Me gustai.

Todo quedó en silencio. En mi vida había imaginado estar en esa situación, diciéndole a un hombre que me gustaba; posiblemente lo hubiese hecho weando al Jaime, pero ahora realmente sentía eso, me gusta un hombre.

Esbozó una sonrisa y con lentitud unió nuestros labios; no fue un beso apasionado y mucho menos largo, pero con eso bastó para hacerme olvidar cualquier problema y hacerme sentir que el tiempo no avanzaba.

Me sentía cómo un adolescente otra vez.

Narrador:

Se besaron varias veces más, cada vez duraban más tiempo unidos; todos esos besos los hacían sentir completos, en anteriores ocasiones se habían ido a la cama para sentir caricias con intenciones para nada inocentes y pocas veces se habían besado, pero ahora ambos sentían aquellos besos cómo algo más, porque ninguno pudo ignorar las mariposas que revoloteaban en sus estómagos.

El celular de Nicolás había comenzado a vibrar pero pronto se detuvo, se había apagado. El mayor se separó de ____, sin apartar la mirada.

-¿Nico?

-Déjame...- respiró agitado -¿Puedo quedarme contigo?

No soy Homosexual |Nico y "Tú"| Jaidefinichon GOTHDonde viven las historias. Descúbrelo ahora