Capítulo 25

69 19 0
                                    

-Um... no lo sé.- respondió Javiera al escuchar sobre la fiesta que daría Pedro y a la que tanto ella como ____ estaban invitados.

-Vamos, ¿por qué no?

-¿Por qué no? Es sábado de películas gore, ____.

-Es cierto, pero tenemos el domingo libre también. Podemos verlas ese día o volver un poco antes y amanecernos viendo todo eso para fermentar todo el domingo.

-Bueno...

-Ya po' no he ido hace tiempo a un carrete. Normalmente a los últimos que fue tenía la mala cuea de despertarme con quién menos esperaba...- agregó recordando aquellas fiestas de Santiago.

-¿Es por eso nomás? ¿O hay algo más?

-Mm... tengo sospechas.- asintió.

-¿Qué sospechas?

-Sospechas de que posiblemente le gustai al Pedro.

-¡¿Yo?!- exclamó la chica, mirando con rostro divertido a su mejor amigo.

-Si.- y con esa respuesta, Javiera estalló en carcajadas -¿Por qué te reí?- cuestionó el menor sin mínima intención de reír.

-¡Yo!- exclamó volviendo a reír -¡Tení que estar weando!

-¿Por qué?

-¿Yo?- volvió a repetir, ahora sin reír,  sino más bien sosteniendo una sonrisa cínica -Eso es imposible.

-¿Y por qué?

-Porque yo y el Pedro ni siquiera hablamos lo suficiente como para yo gustarle.

-Bueno... tal vez por tu físico.

-¿Te estái escuchando? Además, yo sé que a él le gusta alguien más.

-¿En serio, quién?

-Vamos a ir a la fiesta, pa' puro que veai quién le gusta al Pedro.

-¿Va a ir?

-Te lo aseguro.- sonrió con burla, cruzándose de brazos.

Cierta pareja caminaba por las calles en dirección al hospital.

-Oye, Nico.- la voz de Camila sacó de sus pensamientos al moreno.

-¿Qué pasa?- preguntó mirándola.

-Hoy veremos si nuestro bebé se quiere mostrar.- sonrió la de cabello liso. Nicolás pudo ver esa sonrisa maternal que a cualquier hombre le haría feliz, sin embargo no lograba hacer efecto en él.
-¿Qué te gustaría que fuera?

-Ya te dije, no me importa qué sea.

-Pero alguna de las dos te debe gustar más.

-Bueno... niño.- sonrió de forma apagada.

-A mí me encantaría una niña.

Se adentraron al hospital y de forma inmediata entraron para ver al doctor Altamirano Romero, quién para su suerte ya los estaba esperando y sin demora, entraron a la consulta.

-Buenas tardes.- saludó el doctor junto a una sonrisa llena de cortesía.

-Buenos días.- saludaron al unísono.

Todo comenzó cómo cualquier otra consulta, empezando por algunas preguntas de rutina, seguidas de las indicaciones del doctor para que Camila se acostara en la camilla y dejara al descubierto su vientre.

Nicolás en todo momento estuvo en silencio, era la primera vez que se atrevía a acompañar a su pareja a una de las consultas, puesto que en todas las anteriores tenía la excusa de tener que grabar algún live o que simplemente estaba "ocupado". Hoy finalmente conocería a su hijo y por alguna razón, la emoción era mínima.
El mayor de bata colocó gel sobre el estómago de Camila.

-Veamos si ahora este travieso quiere mostrarse.- escuchó Nicolás decir al doctor.

Hubo un momento de silencio, bastante largo en el que Nicolás se dedicó a divagar entre sus pensamientos que trataban sobre sus ocupaciones y cosas que no tenían importancia en esos momentos.

-Al fin.- soltó el doctor sacando al moreno de sus pensamientos -Ahí está, ¿lo ven?

Camila sonrió llena de emoción y Nicolás sólo atinaba a entrecerrar los ojos, intentando divisar qué era aquel bebé que al fin se dignaba a mostrarse.

-Es un... ¿niño?

-Así es, es un niño.- asintió el doctor -Ahora, escuchen atentamente...

En eso, un sonido bombeante erizó los vellos de Gaulle. Era el corazón de su hijo.

-Es hermoso, ¿verdad que si, Nico?

-Si...- murmuró Nicolás sin apartar su mirada de la pantalla que le permitía ver a su hijo, a pesar de mostrar algo totalmente borroso, Nicolás podía distinguir la forma de su bebé. Por primera vez su corazón palpitaba con fuerza al saber algo de su hijo, al escuchar aquel pequeño corazón y verlo en aquella pantalla.

-Oye, ____.

-¿Qué?

-¿Qué te parece si nos vamos a finales de este mes?

____ alzó una ceja, pensando en lo inoportuna que podía llegar a ser su amiga al decidir su fecha de partida en plena calle.

-Hablemos de eso en otra ocasión.

Si lo pensaba bien, enero pronto acabaría y con eso, les darían su paga en el trabajo.

No sonaba tan mal después de todo.

No soy Homosexual |Nico y "Tú"| Jaidefinichon GOTHDonde viven las historias. Descúbrelo ahora