Capítulo 32

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Ya en la puerta del hospital me paré mirando a ambos lados y tomar un respiro, parece que el aire no me cabe en los pulmones, por más que respiro más aire me falta, parecía que no quedaba aire a mi entorno, me apoyé en la pared, mientras hacía esfuerzo por respirar e intentaba secarme las infinitas lágrimas que nacían en mis ojos, se deslizaban quemándome las mejillas y desembocaban en mi boca.

 No me podía creer lo que acababa de pasar, parecía un sueño del cual deseaba despertarme e ir corriendo a verlo, pero no, no era un sueño, era una triste realidad que me dejó los ánimos por los suelos, en la que los términos felicidad, sonrisa, amor... para mi dejaron de existir o más bien perdieron importancia. No pensé que nuestro final fuera así, es más nunca pensé que acabaríamos tan pronto. Pero era mi destino y no podía hacer nada al respecto y aunque quisiera hacer algo, él ya no me quería a su lado.

Miré al cielo y vi que ya no estaba soleado como antes, se volvió de un tono gris oscuro y las gigantescas nubes amenazaban con una terrible tormenta, describía mi interior, ahí hay una tormenta que durará más tiempo de lo esperado, parecía tan triste como lo estaba yo, al menos sé que no soy la única que se siente así. Empezó a llover pero no me importó, desde siempre me gusta andar bajo la lluvia y más en momentos como este.

Empecé a caminar por la acera, sin importarme mi aspecto, ni que me estuviera calando hasta los huesos, mientras las demás personas en la calle corrían hacia un refugio para no mojarse. Iba camino hacia el parque donde había dejado mi coche la noche anterior, estaba bastante lejos, pero necesitaba ese camino para reflexionar, mi vida ya no sería la mismo y tengo que saber que haré.

Mientras caminaba un coche se paró a mi lado y pitó, yo me giré y vi que era él médico con quien pelee para entrar a ver a alguien a quien ya no importaba.

-Te vas a resfriar, si quieres, yo te puedo acercar hacia donde vas- me dijo con la sonrisa con la cual me habló la última vez en el hospital

Me sequé las lágrimas

- No gracias, no quiero molestar, además prefiero ir andando- le dije con una sonrisa prefabricada

-No te preocupes, no molestas, yo ya he terminado mi trabajo, sube

Nunca me monté con alguien que no conocía pero esta vez todo era distinto, la cercanía de ese hombre me intimidaba, pero al mismo tiempo me hacía sentirme segura. Le dediqué una sonrisa y rodeé el coche y me monté en el asiento de copiloto.

-Y bien ¿A dónde ibas?

-Al parque de las flores, el lugar donde pasé todos los momentos bonitos con él - me salió lo último sin darme cuenta.- emm.. esto al parque

Dije sonrojándome, ¿porqué le dije eso?, con este hombre parece que hay confianza de más. Él me dedicó una sonrisa triste, llegó hasta un parking y aparcó. No sabía por qué lo hizo pero no dije nada. Se giró para mirarme, alargó la mano hacia mi cara, me quitó un mechón goteando de mi cara y me dijo:

-Yo... lo siento, no debí hacerlo- empezó a decir nervioso mientras se pasaba la mano por el pelo- Escuché vuestra discusión

Dijo bajando la cabeza, como señal de arrepentimiento. Yo no sabía que decir, no sabía si debía enfadarme o no. Pero no no debía hacerlo, él trabajaba ahí puede que nos haya escuchado mientras pasaba por ahí o estaba parado cerca hablando con alguien.

- No podía hacer más, él por lo que le ocurrió piensa que yo soy la culpable, y por ese motivo no quiere que sigamos juntos, no pude hacer nada para impedirlo. Lo único que hago es irme para no volver.

-Yo no sé exactamente lo que ha pasado, pero lo que sí sé es que a lo mejor él en ese momento no sabía que decía, a lo mejor era un momento de enfado. A ver no me entiendas mal pero lo único que te digo es que a lo mejor él todavía quiere seguir y no quiso decir eso.

-Pensé en eso mientras recorría el camino para salir del hospital, y si fuera como dices, él habría salido a buscarme o por lo menos mandaría a alguien.

- Esto.. hemos empezado a hablar del tema sin presentarnos, soy Ossama psicólogo en aquel hospital, 25 años- me dijo con una sonrisa

-Es verdad, soy Malak 19 años y estudio filología francesa- dije con una sonrisa

-Encantado - dijo estrechándome la la mano

-Encantada

-Bien, hemos interrumpido el tema anterior, si quieres seguir hablando sobre el tema, ya sabes es mi trabajo- dijo con una sonrisa irónica

-No, ahora no, puede que en otro momento- dije

-Como quieras señorita, ya sabes donde trabajo, puedes ir preguntas por mi y te haré hueco en mi agenda- dijo y arrancó dirección hacia el parque.

Llegamos al parque, me entregó su tarjeta de visita pero antes apuntó su número de móvil detrás, aunque supongo que adivinó que no le llamaría nunca jamás pues me pidió mi número, no pude decirle que no asi que se lo di.

Una vez se marchó me acerqué trotando hacia mi coche, llovía más que antes de que este apareciera. Me metí en el coche, puse nuestra canción y me inundé en los recuerdos de nuevo.

No sé cuánto tiempo llevé con los ojos cerrados y recordando, hasta que de un salto salí del coche y fui directa al maletero, recordé que allí había algo que dejó de tener importancia para mí, cogí ese pedazo de oso y fui hacia aquel banco, la lluvia había parado, me senté y abracé aquel oso por última vez, sonreí al darme cuenta de que el oso llevaba la colonia de el.

Estaba pensando en qué hacer con aquel oso hasta que escuché:

-Mira mami, es como el oso que quería, cómprame uno porfi porfi- dijo una preciosa niña de no mas de cuatro años, con los ojos azules rubia, con unos ricitos, hermosa. La miré y le sonreí

-¿Lo quieres?

-Siiiiii- Dijo acercándose corriendo

-Todo tuyo preciosa

-Mami me lo puedo quedar- dijo mirando hacia su madre

-Si cariño- le dijo a su hija con una sonrisa

-¿Ya no lo quieres?-me dijo con su sonrisa de inocencia

-No cielo yo ya soy mayorcita para jugar con peluches- le dije acariciandole esos ricitos y entregándoselo

-¿Que se dice?- le dijo su madre mientras se ponía a su altura

-Graciiaaaass- me dijo mientras se acercaba de un salto para darme un abrazo.

Monté en él coche dirección a mi casa y empezar mi vida de cero.  

¿Destino?©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora