DIECIOCHO

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18

—Señor una señorita requiere hablar con usted.—hablo una de las muchachas que servía mi casa deje los papeles que estaba analizando y la observe.

—¿Ha dicho nombre?—pregunte curioso a la chica,negó con su cabeza un poco nerviosa,sabe perfectamente que no me agradaba que me molestaran cuando estaba en mi despacho.

—No,señor.—trago un poco de saliva,mis ojos la observaban impacientes.—¿La dejo pasar?—
preguntó posando sus manos sobre su falda un poco nerviosa.

—Espera.—detuve a la chica en la entrada.—¿Sabes las razones?— eleve una de mis cejas ya un poco cansado de tanto nerviosismo por parte de ella,ni que fuera a comerle.

—Si,señor,eso si lo se.—asintio y prosiguió a decirlas.—Esa chica me ha dicho que es de suma importancia que hablara con usted,creo que tiene algo que ver con la señorita Sol.—inquirio la sirvienta.

—Con mi hija Sol...—comente para mi mismo,la chica al parecer me escucho y asentio ante mi pernsamiento.—Esta bien,que pase,dile que estoy en mi despacho.—me acomode en el sillón mientras esperaba a aquella mujer,en segundos la muchacha volvió a aparecer,pero no estaba sola,en su compañía venia una mujer, que no se porque pero me dio una desconfianza tremenda.

(...)

Bese sus dulces labios,una y otra vez,básicamente eso era a lo que me dedicaba todo el misero día, me encantaba besarla y acariciar su hermoso cuerpo,por suerte estábamos en una de las múltiples piscinas que habia en esa gran mansión,nos fuimos a la mas alejada,queríamos intimidad y parece que la logramos infinitamente,nadie, absolutamente nadie rondaba por ese lugar,lo cual agradecía profundamente,así podíamos disfrutar mas de nuestro baño.

—¿Porque me miras asi?—ahora mismo mi rostro formaba una gran bobisima sonrisa,su expresión se torno divertida,reí por su pregunta y nade lo mas rápido que pude hacia a ella.

—Porque me encantas.—rodee mis manos en su cintura y la pegue completamente a mi cuerpo,sentir como nuestras pieles chocaban,era sencillamente maravilloso,bese nuevamente sus labios, provocando una risa pequeña sobre estos.

—¿Cuantas veces me has besado hoy?¿Cuarenta?—separo un poco su rostro del mio divertida,volví a posar sus labios contra los mios de una manera extremadamente dulce y pasional.

—Cuarenta y uno.—comente sobre sus labios muy divertido, mordi un poco su labios inferior originando un jadeo de su parte.
—¿Sabes que tengo unas tremendas ganas de hacer?— aproxime mi boca a su oreja y le dedique un susurro un poco ronco.

—¿Esto?—poso sus labios con los mios de una manera salvaje y completamente deseosa,ambos suspiramos.—O ¿Esto?—sonrio mientras subía sus manos por mi espalda proporcionándome caricias que hicieron cerrar mis ojos disfrutándolas,acaricio mi nuca con sus dedos,deje de sentír sus caricias y cuando pude darme cuenta,metió mi cabeza dentro de la piscina,salio nadando rápidamente de allí mientras reía como una loca por la travesura de hace unos segundos. 

—¡No huyas!Cuando te atrape me vengaré.—sacudi mi cabeza expulsando toda el agua que había entrado tras el capuchón, comencé a nadar rápidamente hacia las escaleras,había salido y comenzado a correr.

—Atrapame si puedes.—comento ella divertida,termino de salir de la piscina y giro para mostrarme su lengua,cosa que me hizo reír, aveces era tan tierna.

—No dudes que así será.—sali de la piscina y comencé a correr detrás de ella,esquivavamos unas cuantas hamacas y tumbonas que había por allí,pero como le dije antes,gane y la atrape.

—¡No vale!Tu corres mas que yo, no es justo.—comento indignada, junto sus labios y me ofreció una mueca,cosa que hizo que riera mucho,mis manos y brazos bajaron de sus brazos hacia su cintura,bruscamente la pegue a mi sin previo aviso,originando un gruñido mezclado con un gemido de ambos.

—Te dije que te atraparia.—rei en su oreja sensualmente,estaba de espaldas pero pude imaginar como mordía su labio.—Ahora viene mi venganza.—subi una de mis manos y la pose en su pecho derecho,lo apreté ligeramente provocando que arqueara su cabeza y espalda gimiendo.

—¿Cual es?—pregunto jadeante, volví a apretar su pecho,y con la mano que quedaba en su cintura apreté su trasera contra mi,gimió de nuevo,dios esta chica me volvía cada vez mas loco.

—Ya lo veras...—rei en su oreja originando un gruñido por su boca,apreté nuestros cuerpos juntándolos aun mas,podía notar como su respiración se alteraba cada vez que apretaba su cuerpo con el mio.

—Hazlo de una vez.—exigio ella jadeante y deseosa,sonreí en su mejilla y gustoso obedeci a su petición,deje de masajear su pecho y coloque mis dos manos en su cintura,la gire bruscamente y no dude ni un segundo antes de volver a juntar nuestros labios de una forma extremadamente rápida y apasionada,gemi tan solo al sentir su respiración y su ajitacion por el mismo beso,sin pedirle permiso,baje mis manos hacia sus piernas y coloque estas en mi cintura,di unos cuantos pasos y choque su espalda en una palmera,gimió de dolor un poco y eso hizo que me detuviera.

—¿Estas bien?—pregunte muy preocupado,observe sus ojos inmediatamente arrepentido por mi desesperación.

—En el cielo.—coloco sus manos en mi cuello acercando nuestras bocas apasionadamente,suspire un poco aliviado,por lo menos no le había lastimado mucho,paso sus manos por mi espalda pegando mas nuestros cuerpos, por un momento olvidamos donde estábamos y que estábamos por hacer,en lo único que estábamos pensando en ese momento era,en como darnos placer el uno al otro,decidí avanzar y roce nuestros cuerpos en una pequeña embestida,cosa que nos volvió locos al instante, mis manos recorrían sus piernas deseoso por su cuerpo,una de ellas se poso en su espalda y comenzó de desatar el nudo de la parte de arriba de su bikiny,de un momento a otro se bajo de mi cintura y me aparto un poco arrepentida.—Matteo alguien puede vernos.—comento un poco incomoda,observo y rodeo todo el jardín que rodeaba la piscina.

—Si,tienes razón,perdoname,es solo que me vuelves loco.—mis ojos le observaron arrepentidos, mordió su labio nerviosa.—No pude controlarme,perdón.—me rasque la cabeza disculpandome.

—¿Y porque no acabamos esto pero en mi habitación?—elevo sus cejas dedicándome una traviesa sonrisa,mordi mi labio y no tarde ni dos segundos en aceptar gustoso su petición.

—¿A que estamos esperando?— cogí su mano mostrando mucha desesperación.—Vamos.—ella no pudo evitar reír,acabamos de vestirnos y comenzamos a andar bueno no,a correr,literalmente mis ganas de hacerla mía eran tremendas,mi mano cogía la suya  y prácticamente casi corriendo entramos los dos a la mansión, estábamos dirigiéndonos a las escaleras,apenas subimos el primer escalón llamaron nuestra atención.

—¡Os estaba esperando!—grito un poco exasperado,ambos aun con nuestras manos entrelazadas giramos para observar a un Agustín mas serio de lo normal.

—¿Que pasa padre?—pregunto Luna desde las escaleras,bajamos de la mano un poco intrigados por la situación tan tensa que acababa de suceder por la entrada y actitud de Agustín.

—¿Porque no se lo cuentas tu?—
hablo observando detrás nuestra, inmediatamente fruncimos nuestra expresión confundidos, giramos y ambos quedamos completamente sorprendidos,la mano de Luna apretó mas la mía, estaba furiosa,molesta y yo tenia miedo,miedo a que todo se acabará por culpa de ella.

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¡Hola!

Ahora empiezan las cosas buenas aquí,osea todo va ha cambiar, mal y bien,esto traerá muchos momentos horrorosos y tristes y otros maravillosos y preciosos.

¿Quien sera la que quería hablar con Agustín?

¿Que le dirá?

Nos leemos en el próximo cap.

Besos

TODO DE TIDonde viven las historias. Descúbrelo ahora