CUARENTA Y DOS

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Abrí mis ojos totalmente adolorida,toque mi frente y cabeza,pero lo mas extraño era el dolor tan intenso que tenía mi mejilla,la toque y aun con los ojos cerrados no pide evitar soltar un quejido doloroso.

Cuando decidi abrir los ojos,no reconocí el lugar,definitivamente esta no era la habitación de Matteo,me incorpore mejor en la cama,no recordaba nada...

Por alguna razón si conocía donde estaba,algo se hacia familiar en la pequeña habitación,me levante de la cama aproximandonme a la puerta,oí unas voces detrás de la misma, me apoye en la puerta y así lograr escuchar con mas fluideza la conversacion,no pude escuchar bien pero de algo si estaba segura,sabia mas bien reconoció las voces inmediatamente.

—No,no sabe donde esta de eso estoy completamente seguro.—su tono era rudo y grave,digno de un matón y asesino como Agustín,le reconocí al instante...

—Pues mas vale que sea así...a esa perra la quiero sin vida.— ahora escuche una voz de mujer, sonaba resentida...coloque mejor mi oreja.

—¡No!Ese no era el trato,yo la quiero viva...quiero que sea mía para siempre.—un grito escandaloso estaba adornado por una voz grabe,de hombre sin duda.

—De verdad que no entiendo que le veis.—Daniela,habia sido ella, estaba completamente segura...

—¿Que es lo que te molesta?¿Que sea mas que tu?O...¿Que Matteo la haya preferido a ella?—mi respiración aumento al saber el dueño de esa voz,Simon.

—¡Callate la maldita boca!—me aparte un poco de la puerta al oír un golpe,algo habia pasado.

—¡Seras Zorra!A mi nadie me toca.—grito Simon totalmente enfurecido,todo apuntaba que Daniela le había golpeado.

—¡CALLARSE AHORA!—lo único que surgió después de ese grito totalmente exasperado fue silencio.—Tu,ve a ver si mi hija a despertado.—no se a quien señalo,tampoco me hiba a quedar a averiguarlo,corrí lo mas que pude,volví a acostarme rápidamente antes de que la puerta se abriera,volví a taparme con las sabanas y cerrar mis ojos,lo primero que oí al abrirse la puerta fue unos pasos pesados dirigirse hacia la cama.

—Falta tan poco Luna...tan poco para que seas mía para siempre...—una mano áspera acaricio mi mejilla,por el tono de su voz y la caricia deduje que se trataba de Simón.—No sabes las ganas que te tengo,desde el primer momento que te vi,me obsesione contigo...—lo único que sentía eran sus caricias en la zona de mi mejilla,intente controlar mis ganas de golpearle, sus manos me daban repulsión.

—¿A despertado?—una voz áspera y seria hablo un poco mas alejada.

—No,esta dormida.—sonrei interiormente,se habían creído eso...

—Simon necesito hablar contigo, vamos a mi despacho.—el peso que había a mi lado se fue,se había levantado,abrí mis ojos y me levante inmediatamente al oír como la puerta se cerraba.

—Tengo que salir de aquí.—cerre mis ojos desesperada,no podía estar aquí ni un rato mas,busque alguna salida,algo,pero nada,no había nada en esta maldita habitación.

Un pequeño sonido que apenas fue captable me interrumpió, voltie y di gracias al cielo.

¡Simon se habia dejado el teléfono!

Rápidamente lo cogí,colgué y pensé...¡Maldita sea!No me acuerdo de ningún numero...
Luna respira,tranquilizate y date prisa,podría volver en cualquier momento.

¡Si!¡Me acorde!

Inmediatamente marque el numero,espero uno,dos hasta tres toques hasta que atendió...

TODO DE TIDonde viven las historias. Descúbrelo ahora