TREINTA Y CINCO

2.8K 164 52
                                        

35


—¿Que te pasa?—pregunto mientras entrábamos por la puerta,de verdad,no se si fui yo pero sentí como si alguien nos observara en el hospital.

—No...nada.—esboce una tranquilizadora sonrisa en mi rostro,no quería preocuparlo, como ya dije tal vez solo fue una sensación mía,no me creyó, simplemente me conocía demasiado,hiba a hablar pero un ruido atrás capto nuestra atención.

—Disculpad no quería interrumpir.—hablo aquel hombre que vino a mi casa la ultima vez,quiera o no,ese hombre estará en mi vida,es el padre de Matteo y eso no puede cambiarse.—Matteo.—capto su atención inmediatamente.—¿Me prestarias unos minutos a Sol?—
pregunto observando fijamente a su hijo,inmediatamente Matteo me observo pidiéndome permiso,insegura asenti.

—Estoy arriba.—hablo mas para su padre que para mi,cogió dulcemente mi rostro entre sus manos y beso mis labios.—Te amo.—dicho esto subió las escaleras dejándome asolas con su padre.


—Se nota que os amáis.—gire instantáneamente dedicándole una tímida sonrisa.

—¿Para que me quería?—pregunte intrigada,al ver su rostro lo único que me venia a la mente era la historia que mi padre me había contado.

—Llamame Demián, si me tratas de usted me hace sentir mayor.—
menciono divertido,para nada parecía mayor,ahora sabia de donde había sacado Matteo su belleza,era bastante guapo.

—Como quieras,Demián.—trague saliva nerviosa.

—Ven,vayamos a mi despacho tengo algo para darte.—asenti dedicándole una tímida mueca, entramos,señalo una de las sillas próximas a su escritorio y procedí a sentarme.

—No te he dado las gracias,de verdad te agradezco mucho que me dejes quedarme aquí.—el giro y me dedico una sonrisa,me sentí en confianza.

—El que debería darte las gracias soy yo.—frunci mi expresión confundida.—Matteo me dijo que tu le dijiste que viniera y hablara conmigo,hace tanto tiempo que no lo veia...—suspiro nostálgico, me dio tristeza.—Y ahora verle sonreir siempre porque tu estas aquí,me llena de alegría.—saco un sobre de un cajón y lo coloco frente a mi en la mesa.

—¿Que es esto?—sostuve el sobre con mis manos y lo observe detenidamente.

—Lo que hay dentro de ese sobre te pertenece,te dejo sola.—sonrio como despedida y salio del despacho,observe nuevamente el sobre y lo abrí un poco nerviosa.

Abrí aquel sobre,mi respiración y mis latidos aumentaron,era... Era una carta de mi madre.

Querida Sol se que ahora no sabes que esta pasando,tienes solo 6 años pero espero que algún día pueda contarte toda la verdad,si estas leyendo esto es que desafortunadamente no pude hacerlo,tengo tantas cosas que contarte...

TODO DE TIDonde viven las historias. Descúbrelo ahora