Capítulo 23.

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Louis está revoloteando alegremente mientras vuela sobre la cueva. Antes de descender en ella, la arpía toma respiraciones profundas, dándose una charla mental. Está a punto de gritar el nombre de Harry, pero inmediatamente se detiene en seco cuando observa la escena ante él.

Oh, Niall tenía razón, tal vez Louis debió esperar para ver a Harry, porque la escena que está delante de él hace que su corazón se detenga y su rostro se convierta en un oscuro ceño verde. Ahí estaba Harry, encantador Harry, en medio de la cueva, encima de una roca submarina, sólo con su cintura fuera del agua. Su cabello rizado, prácticamente seco ahora, sujeto detrás de sus lindas orejas. Ahora, aquí es generalmente donde Louis pasa unos buenos diez minutos admirando a Harry, como el acosador que es. Y este habría sido uno de esos momentos... Excepto que Harry no está solo, está rodeado por dos malditas sirenas. Ni siquiera lo han notado aún, probablemente demasiado ocupadas adulando y acariciando el cabello de Harry, lo que hace que la sangre de Louis hierva sin fin. Sólo él tiene permitido hacer eso. Nadie más. Nadie. Está absolutamente furioso. Diosa Electra, él nunca se ha sentido así de envidioso y celoso antes. Así es, lo admitirá. Él admitirá que está completamente e irrevocablemente celoso porque Harry es suyo para tocar, no de ellas.

—Oh, príncipe Harry, eres tan encantador.

—Sí, príncipe Harry, estás tan en forma.

Louis está más que listo para entrar allí, agarrar a ambas chicas con aspecto de ogro por el cabello y arrojarlas directamente de un acantilado.

—Deberíamos ir a nadar un largo tiempo y tratar de conocernos mejor, majestad. —Una de las chicas dice cantando, lo que suena más como un chillido molesto si le preguntan a Louis, mientras le sigue acariciando la parte superior del brazo.

—No, príncipe Harry, ven a nadar conmigo. —La otra sirena dice, agarrando el otro brazo de Harry.

—Uhhh no estoy realmente animado para eso ahora, chicas. Yo sólo quisiera que me dejen solo por un momento. No estoy de ánimos para hablar mucho. —Afirma la voz plana de Harry. Para el deleite de Louis.

—Oh, vamos, príncipe Harry, tengamos un poco de diversión, además, no tenemos que hablar mucho si sabes a lo que me refiero. —Dice una de ellas con una voz seductora, que Louis piensa que falla en producir.

Ante ese comentario, el rostro de Louis se vuelve duro, con los puños bien cerrados. ¿Quién en el jodido infierno esta mojada leona marina piensa que es? Sugiriendo tal cosa e incluso atreviéndose a poner sus sucias garras en Harry. Louis hierve, completamente disgustado mientras desciende inmediatamente y hace notar su presencia.

—Creo que el príncipe dijo que desea quedarse solo. Lo que claramente significa que ustedes dos deberían escabullirse. —Dice Louis con tensa voz.

—¡Lou, estás de vuelta! —Exclama Harry alegremente.

—¿Por qué estás aquí, pájaro de dodo crecido? —Dice una voz aguda.

Oh, y ese es el punto de ebullición de Louis. No iba a permitir que una estúpida doncella de cola viscosa lo insultara así. Louis no sabe lo que le lleva a flotar graciosamente sobre la sirena de cabello rojo, usando sus afiladas garras para tirarla hacia atrás por su viscoso cabello, haciéndola caer de la roca en la que estaba sentada. A medida que ella cae al agua sin gracia y muy cómicamente, la otra sirena se aferra a Harry con más fuerza, probablemente asustada, lo que sólo hace que Louis hierva más. Cuando la otra sirena emerge, muy lejos quedó su piel hermosa y plateada. Lo que está frente a Louis es una criatura con garras en las extremidades, dientes afilados, y forúnculos que cubren sus brazos y escamas. Al verse amenazado, el bello rostro de Louis cambia rápidamente de su atractiva expresión a una expresión más grotesca con ojos negros y colmillos asomados.

La arpía y el tritón ➳ Larry AU ✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora