Emily

3.3K 307 51
                                    


Las dos mujeres estaban de rodilla delante de la pequeña y la llamaban dulcemente por su nombre, pero nada pasaba. Henry, con la mano sobre la boca, estaba estupefacto ante lo que estaba viendo y apenas se atrevía a intervenir. Fue Regina quien realizó la primera cosa útil al coger su teléfono y pedirle a Whale que fuera inmediatamente. Como lo había visto en Granny's, sabía que tardaría menos que los bomberos. Regina se concentró en la pequeña y a primera vista, la niña no sufría ninguna conmoción ni ninguna otra herida. Le susurró algunas palabras reconfortantes a Emma a la que le costaba escucharlas. Emma repitió el nombre de su hija incansablemente y sostuvo su pequeña mano entre las suyas, mientras que Henry se inclinó y rodeó a su madre entre sus brazos.

«Todo va a ir bien, mamá, Regina acaba de llamar al médico»

Emma se giró hacia la mujer morena que la miraba con expresión completamente desolada.

«¿Qué tiene?» exigió saber la rubia

«No lo sé...No parece estar herida, no lo sé, Emma...»

Esta última la agarró fuertemente por la muñeca y la sacudió bruscamente

«¡Joder, dime qué tiene!»

«Te digo que no sé nada, Emma, cálmate...Whale está de camino» intentó tranquilizarla la morena.

En esa confusión, llegó el médico, acompañado de Ruby, Belle y Gold. Whale pidió a todo el mundo que se fuera al salón, mientras él en el pasillo examinaba a la pequeña. Regresó y se dirigió a Emma

«A primera vista, su hija no parece tener un problema visible, creo que lo mejor es llevarla al hospital»

Emma se llevó su mano a la boca, Regina intentó mostrarse tranquilizadora, pero ella conocía muy bien la sensación horrible de que un hijo esté en peligro, una sensación que ya había compartido con Emma en Neverland. Belle avanzó hacia Whale y preguntó

«¿Puedo verla?»

«Si lo desea...en fin, ignoro si el problema es de origen mágico y...»

Belle no tenía necesidad de agacharse ante la pequeña, ella lo sabía.

«Lo es» respondió ella de manera concisa

«¿Cómo?» preguntó Emma

«Si las dos, tú y Regina, os concentráis, vais a ver lo que yo veo, mirad ahí» dijo ella señalando el torso de la niña dormida en el suelo.

Con un gesto, Belle llevó a la niña al sofá.

«Cuidado, moverla podría...»

«No se preocupe de eso, doctor» dijo Belle «El problema no es físico»

Emma y Regina se miraron y se concentraron entonces en la pequeña, las emociones diversas de esas últimas horas obstaculizaban su concentración; al cabo de un momento, suspirando y poniendo su mente en orden, vieron un débil resplandor emanar del tórax de la niña.

«Emily es mágica, así como tú Emma» explicó Belle sonriendo, con esa sonrisa que antaño era acogedora, y que ahora, a veces, producía un escalofrío por la espalda.

«Pero no es posible...en fin, tal vez» dijo Gold

«¿Cómo es eso? ¿Qué es lo que no es posible?» preguntó Regina

«Bueno, para que eso suceda...el niño debe ser producto de un gran amor, así que me parece...a menos que se me haya ocultado algo esencial, Killian no era realmente...En fin, ¿me equivoco Emma?» preguntó el antiguo brujo

SevenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora