«4ta Herida»

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«4ta Herida»

POV. Daniel.

Llegué a clases agotado, la semana había comenzado de nuevo, sentía mi cuerpo aún entumecido...El castigo que mi madre me dio no fue suficiente para mi padre, pues este cuando se enteró salió al patio y me golpeó en el estómago, procurando no dejar marcas en otros lugares para pasar desapercibido, estaba enfadado, dijo que estaba destruyendo el cuerpo que Dios me había dado. Aunque pasaron por lo menos sus 5 días, aunque mi cuerpo dolía mucho.

Me senté en mi banco, Caín no estaba. No llego en toda la hora.

— Oye Dan, ¿y esas ojeras? – Preguntó Joan acercándose a mí en un recreo, extrañamente solo estábamos ambos en el salón. — ¿Estás durmiendo bien?

—No, no puedo dormir, mis pensamientos no dejan de hacer ruido. – Hablé mientras hundía mi cabeza entre mis brazos.

— ¿Es en serio? – Rio Joan, como si estuviese bromeando. — ¿Tienes algún problema en casa?

— Ninguno. – Respondí rápidamente.

Me miro no muy convencido y se sentó frente a mí.

— ¿Conoces a Cameron no es así? – Dijo con un tono un poco nervioso, jugaba con sus manos, sus hombros estaban tensos y no me miraba a los ojos.

— No es que lo conozca, más bien solo e intercambiado palabras con él. – Dije.

— Oh... Pensé que eran amigos. – Soltó sus hombros relajado.

— No, ¿por qué? – Dije interesado, Joan no se interesa por otros alumnos muy seguido.

Joan llevó su mano a la nuca y se rascó la misma.

— Podría decirse que... ¿me gusta?

Abrí mis ojos de golpe, pero dije nada, estaba analizando la situación.

— ¿Estás seguro? – Pregunte. Quería estar seguro de lo que oí.

— Bueno... Me atrae... O sea, lo encuentro bonito. – Rió nerviosamente, Joan limpiaba sus manos en sus pantalones, seguramente le sudaban las mismas.

— Pensé que te estabas ligando a Stefy. – Dije recordando las veces que el peli azul me ignoraba por estar con ella.

Negó fuertemente con la cabeza.

— Nada que ver. – Nuevamente rió, pero esta vez no era una risa nerviosa, sino que burlesca. — le pedí ayuda para entender lo que sucedía conmigo, era la primera vez que encontraba "bonito" a un hombre, es raro que yo lo diga... es increíble lo que ella sabe sobre el tema, ¿te doy asco?

— Claro que no. – Respondí.

— Eres mi amigo, por eso quise contártelo, confió en ti.

Me sentí culpable, Joan me consideraba amigo, pero el sentimiento no era mutuo, yo solo lo veía con una persona agradable con la cual conversaba durante los recreos, reírme, o hablar de lo que sea.

—Oí algo por allí de una relación que tuviste hace tres años. Dijo finalmente.

—¿Quién te dijo eso? – Hablé tan rápido y nervioso que dudo que él me haya escuchado, pero lo hizo.

— Me lo dijo Lily, una rubia teñida de la clase de al lado.

Lily, Lily, Lily. ¿Qué Lily he conocido? Me preguntaba

— ¿Liliana? – Dije de pronto.

— Sí, así creo que se llama.

Mierda. Pensé. No sabía que alguien de mi antigua escuela estuviera aquí. Mierda. Mierda. Mierda.

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