Me encontraba organizando todo para mi partida, hoy iría con mi arrogante jefe a un viaje de negocios, miré mi reloj que colgaba en la pared de mi habitación, tenía justamente 10 minutos para estar de camino, rápidamente tomé mi bolso, me coloque los tacones, me miré en el espejo por última vez, arregle mi falda y caminé a la salida, hoy tendría que irme caminando ya que mi auto se encontraba en el mecánico.
Cerré mi apartamento y entre la llave en mi bolso. Caminé hacía las escaleras, y al llegar al último piso me encontré con Sarah la recepcionista, la salude rápidamente, y salí a toda prisa del lugar.
Caminé por las ajetreadas calles de los ángeles, hace poco me había mudado aquí, y ya había conseguido problemas bastante serios con la policía.
Caminaba distraída hasta que sin darme cuenta uno de mis tacos se quedó atascado en un pequeño hueco. ¡Perfecto solo a mi me pasa!.
—Maldita suerte la mía.—hablé enojada. Una señora mayor que pasaba por mi lado en ese momento se quedó mirándome con asombro.. Si lo se no tengo los mejores modales del mundo.
—
¿Y usted que mira vieja bruja?.—le pregunté mientras intentaba sacar mi tacón. Esta sin responder nada se alejo a toda prisa.
Cuando al fin lo logré, miré él reloj en mi muñeca, y estaba apunto de caer desmayada solo faltaban dos minutos.
Corrí apresurada mientras empujaba y golpeaba gente en mi camino. Mi trabajo dependía de esa reunión, si lograba llegar a tiempo. Mi jefe me ascendería, y ya no tendría que mirarle su arrugado y regordete rostro. Era lo único que necesitaba.
Estaba justo enfrente de la empresa. Cuándo estaba apuntó de cruzar las puertas de cristal, sentí que alguien jalaba mi bolso con el fin de quitarlo de mis manos. ¡Estupendo justo hoy quieren robarme... Dios debe amarme demasiado!
Me di la vuelta rápidamente, y para mi gran sorpresa un perro era quien intentaba robar mi bolso, ¿!Es enserio!?.¿Tan lejos a llegado la delincuencia?, ¿un perro?. ¿Un maldito perro?...
Empecé a jalar mi bolso, pero el estúpido perro no quería devolverla.
—¡Damela!. ¡Es mía!.—muchas personas que pasaban cerca me miraban como si estuviera loca, era de esperar.
—¿Que me mira?.—le grité a uno—Siga su camino. —el cuál salió corriendo rápidamente.
Al final tengo que aceptarlo. El perro tenía más fuerza que yo. Hizo tanta fuerza, que terminé con el trasero pegado al suelo, y los tacones rotos. Este salió corriendo con mi bolso entre sus dientes. Yo me puse de pie rápidamente. No podía dejar que ese mal nacido escapara. En mi bolso tenia mi boleto de avión, y sin boleto no hay vuelo. Me quité los tacones y los deje tirados en la basura.
Corrí como una súper atleta, seguí al perro a toda costa. Este doblaba en diferentes calles y cruzaba por diferentes lugares. Me asustaba a donde me dirigía.
Al final se detuvo y se adentró a una gigantesca mansión, unos grandes barrotes metálicos impedían mi paso, y fue entonces cuando pensé en...
<¿estas loca? >
"Es la única manera, necesito mi bolso" .
<¿pero y si...? >
"Ya callate no me dejas concentrar".
Ignore las precauciones de mi querida Conciencia y comencé a escalar las rejas. Al llegar arriba no me fue tan bien, la mitad de mi blusa se quedó colgando..
Genial ahora parezco una mendiga, o aún peor una prostituta...
Continuará.
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HOLA!!... 😆😄
Espero que les haya gustado la primera parte.. Perdonen si encuentran faltas ortográficas...
En fin gracias por leer y nos leemos a la próxima 😘 😁
Att: yo 😆😄
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