Pequeña Venganza.

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La chica se acercaba a paso lentos hacia la misteriosa puerta, de donde venían extraños sonidos que ella buscaba descifrar...

Al llegar a la puerta coloco La mano temerosa en el picaporte y comenzó a girarla lentamente....

¡Ahh!—el gritó de Sam hizo que me espantara, y la mirará mal.—¡no entres allí!.

¡Sam!—la llamé a lo cual, ella me miro inocente.—¿Como Diablos quieres que veamos la película, si no haces silencio?. —le reclamé.

Jeje, lo siento no me estaba dando cuenta.—contestó sonriendo.

Las dos volvimos nuestra atención a la película, después de algunas horas, Sam se había quedado dormida recostada en mi hombro, la acomodé y fui a mi cuarto por unas sábanas.

Arrope a Sam y luego me adentré nuevamente a mi habitación, tomé una toalla de baño, y me dispuse a darme un relajante baño... Después de tan largo día.

~⭐~

Me desperté al otro día, porque Sam saltaba como niña pequeña, en mi cama, buscando despertarme.

Ash levanta tu trasero de la cama, tenemos que ir al trabajo, necesito que me lleves en tu auto.—dijo mientras sacudía mis hombros, reí aun con los ojos cerrados.

Luego La miré y me percaté que estaba vestida con uno de mis trajes de oficina. El cual le quedaba algo ajustado ya que Sam es más corpulenta que yo.

Necesito que me lleves.—volvió a repetir mientras se sentaba en la orilla de la cama, decidí aprovechar la ocasión para vengarme, Sam siempre me juega bromas pesadas, es hora que pruebe un poco de su propia medicina.

La empujé sin previo avisó, y esta cayó de inmediato al suelo, luego de levantarse, me miró enojada, mientras yo me reía a carcajadas de su tonta cara.

El  desayuno está listo, no tardes.—sin decir nada más se dio la vuelta, y salió de mi habitación.

Me levanté de un salto, y de inmediato quité mi pijama, tomé una toalla y me dirigí al baño.

Luego de una larga ducha, salí del baño, me coloqué mi ropa interior, y comencé a buscar algo que ponerme.

Opté por una camisa rosada, mangas largas, y una falda ajustada por encima de las rodillas. Y por último Unas zapatillas de plataforma.

Me hice una cola en lo alto de mi cabeza, e intenté ocultar el gran moretón en mi frente, con algo de maquillaje.

Respiré profundo, sabía que extrañaría esto, extrañaría levantarme cada mañana y ponerme mi traje de oficina.

Coloqué unos accesorios faltantes para completar la combinación, y salí de mi habitación, al llegar a la sala. Encontré a Sam colocando mi plato en la mesa, rápidamente caminé hacía allí, y tomé asiento.

El desayuno consistía en huevos con tocino, y jugo de naranja. Según recuerdo, no tenía nada de eso en casa, la compra se me había agotado y tenia pensado ir hoy, después de recoger mi auto del mecánico.

¿De donde sacaste todo eso?.—pregunté mientras masticaba el tocino.

Lo compré, y no hables con la boca llena, es asqueroso.—me dijo sonriente, la miré extrañada, ¿no debería estar enojada?, algo trama Sam.

<si yo fuera tú, durmiera con un ojo abierto>

"Pff no diré nada"..

<ya lo estás haciendo>.


No deberías gastar tu dinero en cosas inútiles.—hablé mirándola fijamente.

La comida no es inútil Ash, y tú eres la menos apta para decir eso.—luego se detuvo, dio un sorbo a su jugo, y luego prosiguió—Tomé tú ropa prestada, espero que no te moleste.

En  lo absoluto.—le Sonreí, ella me devolvió el gesto y desayunamos en silencio..

&quot;Living with a band&quot;Donde viven las historias. Descúbrelo ahora