¿Saben lo que es la caminata de la vergüenza?.Pues eso me estaba pasando a mi. Me encontraba caminando por el pasillo, con la caja en mis manos, que contenían mis cosas. Miré a mi alrededor, y encontré un grupo de personas a los cuales les hacia bullying, estos sonreían al verme partir. Confieso, no lo hacía porque los odiar. El jefe me obligaba a hacerlo, ya que eran una bola de flojos que sólo venían a perder el tiempo. Respiré profundo al llegar a la puerta. Era hora de decir a adiós.
Intenté cruzar las puertas giratorias, pero sentí una mano en mi hombro, esto de sentir se está volviendo algo común.
Me giré y enfrente de mi, se encontraba Daniel, y al lado de éste Sam, los cuales me miraban tristes.
Daniel es el enamorado de Sam, siempre a estado detrás de ella, aunque Sam no quiere darle una oportunidad, no se porque, si es un chico lindo, dispuesto a hacer todo por ella. Si Sam le dijera que quiere las estrellas del cielo. Daniel construiría una nave espacial y viajaría al más allá para... Ok estoy exagerando, lo que quiero decir es que estaría dispuesto a dar su propia vida por ella, eso me parece más que suficiente para darle una oportunidad. Pero como no soy Sam no se que mierda pasa por su cabeza para rechazar a alguien como el. Pero así es la vida de injusta, los que quieren no tienen, y los que no quieren si.
<eso no tiene sentido>
"Que importa.."
Incliné la cabeza, no soportaba sus tristes miradas. No me gusta que me miren con lástima o pena.. Es algo que no soporto.
—Nena—Daniel tomó mi cara por el mentón para que lo mirará.
—No estés triste, buscaremos la manera de que vuelvas.Negué rápidamente, con todas las cosas que le dije a mi ex jefe, estoy totalmente segura que no quiere que vuelva a poner un pie en su empresa.
—¿Por que?—preguntó Sam, mirándome curiosa.
—pues le dije todo lo que pensaba de él.—contesté mientras me encogía de hombros. Ellos me miraron sorprendidos, mientras sonreían.
—Vaya Ash—Daniel golpeó levemente mi hombro.
—Al parecer mi Baby tiene agallas.Lo miré severamente.
—No soy tu Baby, ya tengo que irme.... Tengo algunas cosas de que encargarme.—sujeté la caja entre mis manos con fuerza, estaba a punto de cruzar las puertas, y los brazos de alguien envolvieron mis hombros.—Vamos Sam, déjame ya tengo que irme.—hablé sabiendo perfectamente quien me abrazaba.
Sentí sus brazos apartarse de mi, me giré, y Daniel la sostenía de la cintura, para que pudiera irme.
—Ash—pronunció mi nombre en un susurró con notable tristeza—Extrañaré ver tu malhumorado rostro todas las mañanas.—comentó, sonriendo con tristeza.
—Sam—llevé mi mano libre a mi cintura y la observé divertida—Ya hablamos de esto.. No te despidas de mí, como si fuera la última vez que nos viéramos.
Daniel nos observó con ternura.
—Oww.. Quien lo diría, mis dos chicas rudas se pusieron sentimentales.. Esto me recuerda a la primera vez que conocí a está salvaje.—me señala, solo reí y rodé los ojos.. Una de mis acciones favoritas.—Gracias por matar la pasión idiota, ya casi llegábamos a la escena del beso.—Sam golpeó a Daniel y río. Los observé divertida, sabía que hacían todo esto con el fin de hacerme sentir mejor.
Son los mejores amigos que pude desear, nunca los cambiaría.. Ya que con mi actitud.. Dudo que alguien más que estos dos idiotas logré soportarme.. Y por eso, los quiero.
—Bueno.. Es hora de irme, antes de que mi ex jefe, se aparezca y me dé un punta pie en el trasero, por seguir aquí.—comenté. Daniel soltó una Sonora carcajada, Sam aprovechó que la había soltado, y se acercó a mí, y estrechó sus cortos brazos a mi alrededor.
—Iré a verte pronto, en cuanto tenga algo de tiempo libre.. No desaparezcas.. Y obviamente ten la decencia de visitar a tu mejor amiga algún día, tal vez así; comience a sentirme importante. —comentó cerca de mí, mientras me observaba seriamente. Está enana, ya suena como mi madre.
—Sí mamá.. Lo que tú digas—Murmuré, está sonrió grandemente y se apartó de mí.
—Así me gustan, las hijas obedientes—bromeó.
—Sam.. Ya deberíamos regresar, el descanso ya terminó como hace cinco minutos.—comentó Daniel con preocupación. Sam lo miró horrorizada al escucharlo.. Mi ex jefe no es nada agradable.
—Vayan, no pierdan más tiempo.. Nos veremos luego.—Sam y Daniel asintieron enérgicamente y prácticamente salieron corriendo por el pasillo.
Reí, mientras negaba repetidas veces... Estos dos nunca cambian.
Decidí irme, crucé las puertas de cristal, y esa era tal vez la última vez que volvería a ver a las empresas Swano corporation.