Compañera (Minho Y Tú)

Capítulo 6

Ya era de tarde y Newt no me había dirigido la palabra en todo el día desde que me ayudo con la venda; se que fueron raro,para los dos. Me habia dejado con Winston a quien le cai bien por obedecer y callar si supiera las veces que quize responderle, el matadero realmente no es mi lugar, hoy no se mato nada pero si toco limpiar y alimentar a las vacas, cerdos, pavos y gallinas no fue dificil si no fuera por mis ganas de vomitar por el hedor de aquel lugar, Winston no era como me lo imagine era un tipo con acné por toda la cara, bajo y musculoso, pero se notaba que disfrutaba mucho su trabajo. Cuando fui a buscar a Winston me tope con un gran labrador negro me asuste pero apareció Winston diciendo que se llamaba ronco y que el perro es bueno siempre estuvo aquí. Seguimos con nuestro trabajo de vez en cuando obtenido respuestas de mi como un "ajam" o " hu hu" que era una especie de "no". Me dispuse a buscar comida no había llegado a la hora de comer ya que me la pase con Winston y tampoco quería ver la cara de Newt.
Sartén estaba en la cocina cortando unas zanahorias, me acerco tímida pero recordé que no podía hablarle estaba cerca de Sartén pero di la vuelta y me dirijia lejos de la cocina pero una voz me hizo parar en seco.

—Leo ¿Verdad? No te vi a la hora de comer ¿todo el tiempo con Winston?—Asentí. El chico llevaba un gran cuchillo en su mano lo que me hizo temerle—¿Tienes hambre? No te preocupes en hablar ya Alby y Nick me explicaron la situación.—No sabía quien estaba o no al tanto de que no podía hablar— Debe ser feo tener problemas con la garganta y que cada vez que hables te duela un montón, seré piadoso y te daré sopa quizás te vayas mejorando ¿si?—Asentí y espere mi comida.
Cuando me la entrego susurre un gracias pero solo pareció un movimiento de labios; me fui al bosque a comer y me recosté de un árbol, miraba el cielo tornarse de naranja mientras veía a Minho salir del laberinto y entrar a la sala de mapas.
Había terminado de comer y los muros ya se habían cerrado, me quede recostada en aquel lugar pero vi unas sombras acercarse y decidí adentrarme al bosque, estaba todo obscuro pero se veía suficiente para que yo logrará caminar con un poco de dificultad, había caminado un largo tramo hasta llegar a la parte más obscura del bosque...El cementerio.
Era un lugar terrorífico habían quizás unas 7 lápidas; la más reciente decía: August
Seguí caminando mientras recorría aquel lugar, no había sentido lo húmedo del lugar hasta que sentía mis manos húmedas. Las otras lápidas se veían nuevas me detuve en otra que decía: Chris ¿cómo murieron estos? Borre esos pensamientos de la mente quizás todos son asesinos y por eso están aquí.
Segui viendo las lápidas improvidas y detuve en seco al ver la lápida improvisada me sentí asfixiada; Justin decía aquella cruz. Corri por el miedo y las ganas de vomitar, salí del bosque sin mirar por donde andaba, tenía la cara raspada por algunas ramas y caí dos veces pero me recupere de inmediato, quería llorar pero no podría tampoco tenía razones de por qué.
Salí del bosque con la vista nublada por las lágrimas cuando chocó con alguien y caigo repentinamente al suelo me asustó al no ver quien era ¡Podían hacerme daño! estaba en la parte menos visitada del area facilmente me pueden hacer algo. Tenia miedo quería llorar.

—Hey calma, soy yo Alby ¿Qué te pasa?—Alby se puso en cuclillas frente a mi y puso una mano en mi hombro.

—Yo...Yo vi, lo vi...y el cementerio...tipos muertos..me harán daño—No sabía qué decir como explicarme, mi mente estaba hecha un caos y sólo quería echarme a llorar, estaba confundida.

—¡Ah! Con que fue eso—Él rostro de Alby se relajo y se tumbo a mi lado—Pues si, casi todos murieron por penitentes es un destino cruel pero en una guerra hay sacrificios.

—Eso es horrible ¿Hace cuanto están aqui?—Pregunté calmada pero las lágrimas caían a chorros.

—Creo que hace un año y 6 meses si mal no recuerdo pero las esperanzas de salir de aquí no mueren.—Se levantó y me extendió la mano, al principio dude pero ellos eran mi única protección y no me gustaba la idea aunque por ahora no tendría opción..
Caminamos hasta la finca donde había una fogata y unos cuantos chicos alrededor, Newt se nos acerco y se alarmó al ver mi rostro que por mi grandiosa escapada del bosque quede con algunos rasguños.

—Scarlett, ¿Qué garlopada hiciste? Tienes la cara llena de arañones.—Newt posó una mano en mi mejilla derecha para verla mejor.

—Fue al lugar más alegre de aquí y se topo con nuestros amigos,  ya te imaginas lo siguiente.— Dijo sarcástico Alby.
Newt me soltó y soltó un suspiro.

—Bien, eso explica por qué tienes la cara roja, me imagino que de llorar; vamos con los Docs para que te pongan algo en esos rasguños.—Asentí y el me agarró de la muñeca. Ya estábamos subiendo las escaleras y me tropecé con un escalón aunque gracias al agarré de Newt no me caí, seguimos subiendo y me percató de que él ya no me agarra la muñeca si no la mano. Estaba altera ¡Me estaba agarrando la mano! Comenze a transpirar pero agradecí que estábamos frente a la puerta de los Docs y él me soltó.
Adentro solo estaba el chico de la otra noche que recuerdo su nombre es Jeff, tumbado en una de las cama; Newt aclaro su garganta llamando la atención de Jeff quien se pare de inmediato.

—¿Qué pasa Newt?

—Él nuevecito se arañó la cara con algo y quería ver si podías ver si era malo.

—Ah si—agarró mi mentón y giro mi cabeza hacia la izquierda. —Humm no es nada grave pero se las limpiare con alcohol y listo.

Newt asintió y se sentó en una de las camas mientras Jeff buscaba algo en unos cajones, Sacó una botellita con un líquido transparente y luego un algodón, me sentó en una silla.
Remojo el algodón en el líquido transparente y se inclinó para quedar a mi altura paso el algodón por aquellos rasguños y solté un quejido.
Había terminado y nos encaminamos a la habitación, él seguía sin dirigirme la palabra.

—¿Hasta cuando sera así?

—No se de que hablas.—Habló indiferente.

—Sin hablarme, tienes todo el día así.

—Sólo estoy cansado, solo eso.—Se acostó en su lado.—Vamos a dormir.

Lo obedecí con enojo, me acosté dandole la espalda metí una mano dentro del sostén y afloje la venda para respirar mejor.
Tarde un rato en dormir pero logré dormir.
Nada fuera de lo común.