Compañera (Minho Y Tú)

Capitulo 25

Newt me levanto y me llevo en silencio hacia un cobertizo, desde anoche él no me había dirigido la palabra y eso me mataba, él es mi amigo y no me habla por una razón estúpida ¡es más! Ni siquiera se la razón por la que no me habla. Newt esta en silencio frente a mi esperando a Minho, esta vez necesitaba respuesta y no dejaría que el humor de Newt me lo impidiera.

—Shank ¿Que te pasa? —Lo mire con desdén y el me devolvió la mirada por un rato pero luego calmo el rostro.

—No...No quiero que vayas...al laberinto—Newt dirigió su mirada la piso—Ese lugar es horrible y no quiero que te suceda nada.

—Yo no quería ir, ni siquiera estaba al tanto de que me mandarían hay—Newt asintió.

—Lo sé, pero la decisión esta tomada—Hice una mueca y repentinamente Newt me tomo de las manos—Por favor Scarlett vuelve.—Solté sus manos y lo abrace.

—Lo prometo—Un sonido nos hizo separar, era la puerta de la sala de mapas.

—¿Los interrumpo?—Minho se encontraba en la puerta con los brazos cruzados, Newt puso los ojos en blanco—Tú —Me señalo—Entra, te robare a tu novia un rato Newt.—Newt se rio.

—Cállate shank, nos vemos al rato—Asentí y entre.
El lugar olía extrañamente a Moho, estaba fresco adentro habia una lámpara de mano encima de una caja, Minho se puso a buscar entre las cajas y saco una, yo me dedicaba a examinar el lugar cuando el pareció dándome la caja.

—¿qué es?

—Son zapatillas de corredor—Me guiño un ojo y lo mire con confusión—Creo que esas son tu talla.
Me sente en un banco que había en la esquina, Minho se puso a buscar otras cosas. Me quite los viejos zapatos que estaban bastantes gastados y me coloque los nuevos, eran bastante cómodos me quedaban a la perfección, me pare y comencé a mover mis pies. Minho pareció y me miró extraño.

—Son cómodos —Me defendí ante su mirada.

—Lo sé, ponte esto—me dio un reloj digital sencillo que solo daba la hora—Solo son para corredores y encargados, tienes suerte que te lo de a ti—me lo puse en la mano izquierda y Minho puso sus mano en la cintura viéndome—Aquí tienes comida, botellas de agua, mochila, ropa...y unas cuantas cosas mas—Tome una mochila e introduje una botella de agua y algo de comida, Minho también hizo lo mismo. El silencio reinaba en la habitación pero no sería yo quien lo interrumpiera.

—Bien, ya solo nos falta comer y armas.

—¿A...Armas?—Trague en seco ¿se que clase de lugar íbamos que necesitamos armas?

—Ven—Minho hizo una seña para que lo siguiera con una gran sonrisa, movio unas cajas para dejar a la visita una escotilla escondida por debajo. Bajamos por la escalera eran pocos peldaños pero crujian e imagine que me podía caer y tome a Minho del cuello de la camisa. Prendió un foco con un cordel y la luz reino en la habitación, no pude evitar asombrarme por el lugar, era un lugar de quizás 10 o 11 metros cuadrados, había un montón de cosas, mallas, púas, Etc. En una pared habían arcos, cuerdas, etc. Minho se puso a rebuscar entre alguna pila del fondó y saco un cuchillo, me acerque y vi que era un baúl había un montón de diferentes cuchillos amontonados al azar, me asuste de saber que necesitaban todas estas armas pero para mi alegría casi todas se veían llenas de polvo lo que decía que talvez nunca fueron tocadas.

—Las tenemos escondidas para que ningún shank las use contra otro— aseguró Minho.

—Eso espero por que no me siento muy confiada de todas estas armas ¿son necesarias?—Minho dio una risa como respuesta, le dio gracia lo que dije claro por que lo que me asusta a ti te divierte.

—No te mentire, son necesarias algunas veces pero casi nunca se usan. Nunca se sabe con lo que nos encontraremos fuera de esos muros—Me mordí el labio apenada por mi paranoia.
Habíamos terminado de arreglarnos y nos fuimos a comer, nos sentamos con Newt quien ya se encontraba comiendo. El desayuno transcurrió normal, lo que me resultó agotador es que se veía levemente el amanecer, era bastante temprano ¡genial! Es simplemente genial hable con sarcasmo para mi. Que aún no amaneciera me hacía sentir con sueño y Newt lo noto.

—Después de un tiempo te acostumbras a despertarte temprano—Solté un gruñido como respuesta—¡Que humor!

Ya había terminado de desayunar, Stephen y Ben estaban comiendo cerca de nosotros. Minho y yo nos paramos de primero, me llevo a la puerta Este.

—¿Ya ahora que?—Minho comenzó a estirarse.

—Pues a estirarse ¿o piensas ir así nada mas? Si no quieres desguinsarte algo mejor hazlo—Obedecí a Minho e imite todo lo que hacía, pero dentro de mi estaba apenada. Estaba segura que me encontraba roja de vergüenza, Minho me miró y se hecho a reí pero un sonido captó nuestra atención; los muros abriéndose. 
Minho me dio una mirada preocupada que trato de disimular con una sonrisa.

—¿Lista?—No espero mi respuesta y se hecho a correr. Yo lo seguí, al adentrarse más al laberinto era como si parte del día hubiera desaparecido, se sentía un poco húmedo me asustaba ver esos muros tan altos, tenian enredaderas hasta la cúspide del muro. Habia pasado un buen rato y Minho corría algo rápido y yo trate de alcanzarlo, ya que me quede observando los enormes muro, pude manterle el ritmo a Minho con algo de dificultad. Dimos varias vueltas, izquierda, derecha, recto, izquierda, derecha, derecha otra vez, hasta que vi a Minho detenerse yo lo imite y pose mi vista hacia donde miraba el, la imagen fue clara; Eric con las ropas rasgada y ensangrentadas, estaba inerte boca abajo. Mis piernas me temblaron pero no podía quitarle la vista al cuerpo del chico.