18.- Romance

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Ah, tuve un sueño bastante encantador. Recuerdo que había ido a casa de Glenn porque estaba enfermo y le llevaba algo, luego él me decía que no había problemas si salíamos juntos y a partir de entonces comenzamos a salir. Lo más chistoso del sueño fue que me quede como ido mucho tiempo y luego volví a casa. No puedo evitar soltar risitas tontas aun en la cama. ¿Hoy es sábado, no? mi teléfono no sonó, así que así debe ser. Me hubiera gustado poder soñar un poco más con eso.

— Jacey, abre la puerta— Arg, Allan. Y yo tan contento que había empezado el día. Me levanto, poniéndome las cómodas pantuflas que uso para levantarme por las mañanas.

— ¿Qué haces aquí tan temprano?

— Solo abre la puerta, ¿siempre tienes que despertar tan malhumorado?— aun no le abro la puerta— ¿quieres apúrate? El café está caliente, y me estoy quemando— ahogo una risa y trato de lucir serio.

— ¿pero a quien se le ocurre venir así? a lo mejor tenía algo que hacer.

— Nunca haces nada los sábados por la mañana— me extiende un café, que está caliente. En la otra mano trae otro y del brazo una bolsa plástica con algo.

— ¿a lo mejor porque es sábado?— el ríe, entrando como si nada y dejando las cosas en el primer lugar que ve.

— bueno, solo quería saber si seguías bien, Sean tuvo tiempo para comprobarlo pero yo no, ni siquiera tuve comida de compensación.

— lo siento, la oferta era solo por ese día— quizá yo también sea culpable del comportamiento de Allan, pero es muy difícil no seguirle el juego cuando esta bromeado de otras cosas que no sea nuestra posible relación. Me mira con los ojos entrecerrados, ah no puede ser, yo pensé que la culpa por no decirles nada ya había pasado.

— bueno, pues por eso mismo estoy aquí.

— no tenían que preocuparse tanto. No soy un niño, y me molesta que me traten como uno— me quejo.

— ah, pues haz lo que dice Sean y no te comportes así. A mí no me molesta... ah, casi lo olvido ¿ya quieres decirme que fue lo que paso?

— No— y nunca lo diré.

— no es justo. Bueno, ¿y cómo te fue ayer?

— ¿ayer?

— Estabas desesperado por saber algo de Glenn— ¿en qué momento le dije algo a Allan sobre eso?— pensé que a lo mejor habías hecho algo.

— No...— un momento. Ayer vine a casa y luego no aguante y fui a casa de Glenn para ver si estaba bien, incluso lleve una tarta. ¡No fue un sueño!

— ¿Jacey? ¿Estás bien?— oh, no...

— me dijo que si— balbuceo, mirando incrédulo a Allan. Glenn me dijo que si, ¿cierto? Él me dijo que no tenía problemas y... dijo que si ¡Dijo que si!

— Jacey, estas preocupándome— me dice, dejando en la charola la pieza de pan que tomo— ¿de qué estás hablando? ¿Paso algo más?

— No, no... es bueno— sonrío, tomando una dona y mordiéndola. Ahora estamos saliendo, creo que sí. ¿Le dije claramente mis sentimientos? Claro que sí, casi le grite en la cara "Te amo".

— o te explicas o que, no sé qué pensar más que has perdido la razón— ah, claro. Le he contado casi todo a Sean, no a él. No puedo dejar de sonreír.

— Estoy saliendo con Glenn— inicio, Allan comienza a toser escandalosamente— ¿puedes no hacer eso? es desagradable.

— ¿Cuándo paso eso?

Cuando decir "Te quiero" no es posibleDonde viven las historias. Descúbrelo ahora