Un nuevo amor, un amor incondicional

Capítulo 10: Nuevo hogar

- ¿Todo está listo para su llegada? -

- Todo en orden como me lo pediste -

- Espero y cumplas con tu promesa -

- Haré lo máximo que esté a mi alcance -

- Estoy seguro que así será, hasta entonces nos vemos -

- Adiós -
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- De verdad, muchas gracias por aceptar cuidar de ella, ¿Estás seguro que no es mucha molestia? -Preguntó inseguro Muerte entregándole a su hija y una maleta con todo lo necesario a Vida.

- Para nada, es un placer el cuidar de ella además así paso más tiempo con MI hija -Bromeó Vida para juntar sus cachetes con los de la nena y luego besarla.

- Sí sabes que me molesta que uses el término "mío" en MI hija ¿Verdad? -A Muerte se le notaban los celos cada vez que su opuesto decía ese tipo de cosas

- Jeje, sabes que es solo una broma -Dicho esto Muerte soltó un suspiro de frustración.

- De acuerdo, quiero que la cuides muy bien mientras estoy trabajando -Murmuró el Juez de Almas tomando la manito de Alicia y besándola.

- Tranquilo, vamos a estar en la biblioteca así que todo estará bien -Sonrió Vida intentando tranquilizar al más alto.

- Por favor Vida, cuento contigo para que nada le pase en mi ausencia -Se acerca para darle un beso en la frente a Alicia- Papá vendrá pronto, pórtate bien -

Después de que Muerte se despidiera de ambos de manera renuente, Vida se dirigió a la Biblioteca de la Iluminación a pasar el rato con Sabiduría. Al entrar una de las Playbots lo recibió preguntándole si quería algo de beber pero este se negó ya que tenía que cuidar a la pequeña en sus brazos, paso por el pasillo hasta entrar a la sala principal encontrándose a su mejor amigo sentado cómodamente en uno de los sillones leyendo una gruesa enciclopedia hasta que se percató de la presencia del otro.

- Oh eres tú, Vida -Dijo Sabiduría cerrando el libro levantando la vista.

- Hola Sabiduría -Dijo Vida sentándose en el mueble frente suyo pero notó que su amigo lo miraba de manera extraña- ¿Qué? ¿Tengo algo extraño en la cara? -

- Vida, ¿Porqué traes contigo a la hija de Muerte? -Señaló a la pequeña sentada en el regazo del dios verde que jugaba felizmente con el chaleco.

- Muerte me pidió que la cuidara mientras bajaba al mundo mortal a cumplir con su trabajo -

- ¿Te lo pidió a ti? Es raro normalmente él la deja a cargo de sus sirvientes y del guardián -

- Me dijo que cuando despertó ni los sirvientes ni Black estaban, al parecer el Señor Ithis los mandó a llamar o eso es lo que creemos, al final me preguntó si la podía cuidar y obviamente no me pude negar -

- Ya veo, es entendible ya que son los sirvientes del Señor, pero ese perro nunca se aleja de ambos, eso es muy extraño -

- Sí, yo tampoco lo entiendo. En todo caso puedo estar más tiempo con esta lindura así que todo está bien -Dijo acariciando los cabellos de la niña que por su parte solo se podía reír y mirar a todos lados con curiosidad.

- ¿Pero qué hay de Leo? -Preguntó el dios cayendo en cuenta.

- Él se quedó en casa, cada vez que salimos es convierte en un desastre, demasiado hiperactivo. -Vida sudó la gota gorda.

- ¿Y eso te sorprende? -Comentó levantando una ceja.

- ¡Oye, no seas tan malo! Además ¿Dónde está Vincent? No lo veo por ninguna parte -Vida observó alrededor, normalmente Vincent nunca se despegaba de su padre.