Capítulo 9: Pasitos

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Ocho años y medio, llega el comienzo de uno de los momentos inolvidables en la vida de los dioses: Los primeros pasos de los pequeños, ese momento donde el estrés aumenta, los nervios siempre están presentes, la inseguridad domina y donde las cosas pueden empeorar, sí, los primeros pasos signicaban más problemas.

Ya los niños a principios de los ocho años habían empezado a buscar objetos firmes para poder andar por sus propios medios dando a entender que pronto vendría una gran persecución.

En un principio a Tiempo le costaba asimilar esta nueva forma de ser padre, así que sus sirvientes estaban al tanto del pequeño para evitar futuros desastres, pero al estar cerca de Cronos le empezó agradar ésta nueva vida dedicándole más atención a su hijo, él sabía que no podía descuidar su gran responsabilidad pero tampoco quería perderse de esos momentos que más nunca podría volverlos a vivir. Al adaptarse a convivir con otros dioses y más porque éste lo necesitaba así que dividió su trabajo, en este caso ya terminadas sus horas de trabajo le ayudaba a Cronos a comenzar a caminar.

- Vamos poco a poco, nadie te esta apurando -Le decía a Cronos mientras lo sujetaba de las manos y empezaban a caminar lentamente, el pequeñito observaba concentrado el piso y acostumbrandose fue capáz de mover con más seguridad sus piecitos.

- Mi señor ¿Tanto así le emociona ver caminar a su hijo? -Dijo el sirviente mientra tomaba una foto del momento padre e hijo.

- ¿Cómo no estarlo? están creciendo, esto es algo que no pasa dos veces no seran unos pollitos para siempre -

- Tiene razón, por eso estas fotos valen oro puro -Afirma el sirviente mientras toma otra foto

"Además esto es más divertido que realizar el seguimiento de los sucesos en el universo... o andar de vieja chismosa con los demas dioses." Estaba tan inmerso en sus pensamientos y ayudando a caminar al pequeño dios que se olvidó de todo a su alrededor, pero una entidad de mayor tamaño y presencia veía a ambos dioses divertirse que no quiso irrumpir. Tiempo le entregó a un sirviente su hijo y le ordenó que se alejara no mas de dos metros y dejara que el niño caminara hacia él por cuenta propia.

- Tranquilo, estaré aquí para ti no dejaré que nada te pase -Dicho esto le hizo una seña al sirviente y éste soltó al niño, al principio perdía su equilibrio hasta caer pero luego de varios intentos y de estar a un metro de distancia al fin lo logró dar pasitos torpemente.

- ¡Muy bien! ¡Ese es mi Cronos! -Carcajeó alegre mientras alzaba a su hijo en brazos, felicitándolo.

- Wow, quien te viera -Habló la oculta entidad para después salir de su escondite. "Fue una sabia decisión el haber venido y más por la tan grata sorpresa que me he llevado hoy".

- Se-Señor... No noté su presencia -tartamudeó nervioso abrazando fuertemente al niño, no se esperaba tal sorpresa, realmente le había asustado.

- Disculpa que no haya avisado con anticipación sobre mi llegada -

- No se disculpe Señor siempre sera bienvenido ¿Vino a ver a los demas dioses? -

- En realidad vine con la intención de hablarte de mi nuevo proyecto pero ya que lo mencionas no estará de más echar un vistazo -Dijo pasando a la sala principal donde Tiempo suele trabajar.

El dios de tres brazos se sentó al lado del Creador, empezó a mover sus manos de manera circular invocando a la esfera del presente visualizando así a las deidades interactuando con sus hijos.

- Vamos a cotillar un poco -Dijo Ithia en tono divertido.

- Disculpe el atrevimiento Mi Señor, pero le quería preguntar... ¿Por qué aún sigue indagando en la vida de los demas? No es quiera ser grosero ni nada pero ¿ocho años y medio no es suficiente? -

Un nuevo amor, un amor incondicional Donde viven las historias. Descúbrelo ahora