Capítulo 12: Encuentros inesperados

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Han pasado 15 años desde que Muerte y Alicia fueron convocados para vivir sus nuevas vidas en elsombrío NIM, dejando una serie de incógnitas a su paso, en los primeros dos meses Sabiduría, Locura, Vida y Amor buscaron sin cesar el paradero de ambas deidades intentando encontrar alguna pista o señal cayendo en cuenta de habian desaparecido como si nunca hubieran existido preguntándose múltiples veces sobre qué les habría ocurrido como para que de la noche a la mañana se hubieran ido sin dejar dejar rastro o siquiera una nota.

Conforme pasaban los meses algunos de los otros dioses como Médico, Fortuna, Infortunio, Inspiración y Angustia se fueron percatando de las múltiples faltas por parte de este dios, al principio pensaron que estaba muy ocupado con su importante labor a cumplir mientras que al resto de las deidades les daba igual, dentro de esos meses en una de las reuniones en la cual este había faltado Sabiduría preguntó si sabían algo del paradero desconocido de Muerte o si lo habían visto recibiendo como respuesta un rotundo no, al finalizar la reunión los pocos dioses que de verdad estaban preocupados por ellos se acercaron al Dios del Saber soltando una serie de preguntas, el Dios rubio les contó lo sucedido dejando los presentes boquiabiertos, llenos no solo de sorpresa sino tambien de preocupación ofreciéndoles su ayuda en la búsqueda.

Pasaron los años y no habían lograron conseguir aunque sea algún indicio de Muerte lo único que sabían de él era que en las reuniones dejaba como única señal un informe referente a su trabajo, nadie sabía como llegaba ese informe hasta el Gran Salón Barroco pero por lo menos sabían que estaban "bien" se cierta forma.

A causa de esto, un dios cuyas emociones son tan poderosas capaces de causarles problemas al Reino Mortal y hasta los mismos Dioses tenía los animos por el suelo, incluso no lograba conciliar bien el sueño porque su preocupación y miedo eran tan fuertes que no lo dejaban descansar, justo ahora a pedido de su mejor amigo, ambos dioses de la creación se encontraban en la Biblioteca de la Iluminación, Vida estaba sentado en uno de los muebles de la sala principal junto a Sabiduría y sus amigos mientras que Leo estaba con los demás niños jugando en la habitación de Vincent.

-¿Vida?-. Pronunció una voz masculina sacudiéndole el hombro al dios verde -Vida-. Volvió a llamar aquella voz con mas firmeza -¡Vida grandísimo idiota reacciona!- Gritó esta vez depositándole un fuerte golpe en la cabeza al susodicho que se encogió en dolor.

- Auch... ¿¡Qué mierdas es lo que te sucede, Sabiduría!? -Gritó Vida sobándose la cabeza lanzánlode un mirada molesta a su amigo.

- Hasta que al fin vuelves con nosotros ¿Cómo estuvo el viaje? 1 -Bromeó Locura a lo que Vida lo miró de manera extraña ante dicho comentario.

- ¿A qué te refieres con que volví? Si no me he ido, he estado aqui todo el santo dia -Gruñó con frustración.

- Lo que Locura se refiere es que llevabas más de una hora mirando al suelo sin descansar tu vista y no reaccionabas cuando te llamábamos hasta que reaccionaste al golpe de Sabiduría -Explicó Médico sentada al lado de Amor con un vaso de fino cóctel en su mano a lo que Vida solo bajó la mirada con tristeza en sus ojos.

- ¿Vida? -Llamó su atención tiernamente Amor recibiendo una mirada por parte del otro dios- ¿Te encuentras bien? -

- Me encuentro perfectamente, Amor jeje -Soltó una risa falsa evitando hacer contacto visual con la diosa menor haciéndola molestar por tal acto ya que no le gustaba que evitarán el verla a los ojos.

- Hombre vamos soy tu mejor amigo te conozco lo suficientemente bien como para saber que algo te ocurre además la pregunta de Amor merece una respuesta sincera -Regañó preocupado el dios amarillo.

- Yo... no sé de que hablas. -

- Ah, ¿ en serio? -Preguntó sarcástico el dios de lentes.

Sabiduría molesto le explicó que no era la primera vez que pasaba lo mismo sucedía en la reuniones, aparte de tomar siestas su mirada reflejaba que él estaba en otro mundo además que tenía consigo un desánimo por todo, Vida apenado desvió la mirada un poco enrojecido pero no era su culpa, tenía un motivo por el cual estar de ese estado de animo.

Un nuevo amor, un amor incondicional Donde viven las historias. Descúbrelo ahora