Trouble | Lukesse | MCSM

trouble VI

Había pasado una semana, una semana en la que Lukas ya formaba parte del grupo de Jesse.

Y sus sentimientos, aumentaban. Mutuamente.

De igual manera que ambos se consideraban un problema para el otro.

Lukas solía quedarse mirando a Jesse, se perdía en ella y aunque Jesse no se dara cuenta por sí misma, había alguien que se lo decía.

¿Quién? Olivia. Y claro, también Axel, pero no tan frecuente como lo hacía la primera mencionada.

Además, todo el grupo se había dado cuenta de lo que Axel sentía por Petra; pues aquel chico pelinegro no sabía nada de esconder sus sentimientos.

[...]

Todos se encontraban en clase libre, en la escuela había sucedido un problema con algunos maestros y decidieron juntar los grupos sólo por ese día, haciendo que el grupo donde estaba Petra, estuviera junto con el de Jesse.

—Deberías hablar con Petra —Lukas sonrió pícaramente, animando a Axel—, ya sabemos que te gusta, háblale e invítala a salir.

Axel se sonrojó y echó la cabeza a la butaca.

—Me rechazará.

—Oh, vamos Axel, no seas tan pesimista, seguramente aceptará —Jesse asintió un par de veces para convencer al pelinegro—, ve.

Axel se levantó de su butaca y empezó a caminar hacia donde estaba Petra, pero alguien más se le acercó.

—Aiden —Axel rechinó sus dientes y regresó a donde estaban sus amigos, cruzándose de brazos.

—¿Qué...? —Olivia no completó la oración y Axel sólo se quedó viendo al frente—. No, nada de pucheros, Axel.

Y tampoco hizo caso.

[...]

Había pasado ya casi todo el día, faltaba poco para la salida y Axel seguía completamente igual.

Y Olivia trataba de hacer que se sintiese mejor, además de que le había echado agua a la cara, y le había puesto en frente un pastel, y nada. Parecía que en verdad Petra le gustaba.

—Tengo sueño —Jesse puso sus brazos en su butaca y recostó su cabeza hacia abajo, de modo que estaba a punto de dormirse, pues había encontrado su posición bastante cómoda.

—¿Jesse...? —la mencionada escuchó perfectamente a Lukas, pero decidió no decir nada, igualmente asustaría al rubio cuando menos se diese cuenta y para ella, sería una gran broma.

Y entonces, Lukas pensó que la pelinegra estaba dormida.

—Ay Jesse... no sé cómo decirte que me gustas.

—¿Eh? —Jesse se levantó sorprendida, viendo a los ojos a Lukas y el mencionado abrió los ojos a más no poder.

Justo en ese momento había sonado la campana de salida y la chica optó por irse del aula lo más rápido posible.

Creando otro problema.