trouble XX

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Eran las tres de la mañana, y ni Olivia ni Jesse habían dormido toda la noche.

—¿Y entonces? —Olivia preguntó tratando de animar a Jesse, quién sólo respondió con una pequeña sonrisa.

—No estoy bien. Te juro que creí que me apoyaría, que... me esperaría.

—Estoy peor, te lo juro —la morena compartió sus penas—. En verdad que extraño a Axel.

—Me pregunta por ti. Va a ir al aeropuerto al igual que tú y no vas a poder evitarlo. ¿Por qué no le dijiste que te gustaba?

—Imagina que yo no le gustase, habría arruinado nuestra amistad mucho antes, Jesse —la miró la castaña—, y eso era lo que quería evitar. Además no le veo caso a que hablemos, no puede superar a Petra.

—Hablando de Petra, ¿supiste lo de Aiden?

—Sí. En verdad había cambiado, nadie hubiese imaginado que estaba tan mal en cierto modo...

—Lo sé, es más, pareciese como que no es re...

El sonido del celular de la pelinegra la había interrumpido. Miró la pantalla, era el número de Lukas, había eliminado su contacto, más el número se lo había aprendido de memoria desde hace tiempo.

—¿No vas a contestar? Son las tres y media de la mañana, el chico en verdad está mal —le susurró su amiga.

—No pienso hacerlo.

—¿Y si es algo serio? Vamos, Jesse, ambas sabemos que has hecho un esfuerzo sobre humano como para no contestarle.

Y lo que había dicho era total verdad.

—No debe ser nada... no debo.

—Claro que debes, y lo harás. No terminarás como yo —la castaña tomó el celular y contestó—. ¿Aló?

La pelinegra la miraba atenta, hablaba de cuando en cuando, y en un momento inesperado, extendió el aparato hacia su amiga, alzando las cejas.

—Habla con él.

—No quiero —se cruzó de brazos.

—Claro que quieres, no, no es cierto, no quieres. Lo necesitas.

La pelinegra frunció el ceño y después de unos segundos más, se rindió y contestó.

—Hola.

Jesse, ¿podríamos vernos? —el rubio se escuchaba mal. Ella lo sabía, ella conocía cada cosa por más mínima que sea sobre él.

—Lukas, mi avión parte en menos de cuatro horas, no tengo tiempo. Ni siquiera he terminado mi maleta.

Iré al aeropuerto entonces.

—Como sea —Olivia no podía creer lo seria que se comportaba su amiga. Había creado uan especie de barrera y se negaba a llorar —. Tengo que irme —musitó para después colgar sin esperar un segundo más.

—Tranquila —la morena la abrazó y Jesse no dudó en echarse a llorar.

Sabía que podía confíar en ella. Quizás el quedarse despiertas hasta las tres de la mañana no era lo que tenían planeado para hacer antes de que la pelinegra se fuese, pero era algo que necesitaban en cierto modo.

—Todo estará bien, Jess. Eres fuerte y un chico como él no podrá dañarte jamás. Al principio dolerá, lo sé, pero lo superarás.

—Lo sigo amando demasiado, Olivia —se aferró a la espalda de su amiga—. No sé qué hacer. No quiero arrepentirme del viaje.

—Y no lo harás, en verdad que no.

Ella superaría ese problema.

Trouble | Lukesse | MCSMDonde viven las historias. Descúbrelo ahora