trouble XVIII

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El día de la graduación había llegado.

Lukas y Jesse, mantenían aún su relación, habían cumplido ya dos meses y se seguían mirando como si no hubiese nada entre ellos. Se seguían mirando de la misma manera que se miraban desde que se conocieron.

—Te vamos a extrañar muchísimo —Olivia, junto con Axel, abrazaban a la pelinegra, felices.

—Obviamente también felicitamos tus calificaciones de oro con las que te vas a ir a España —le sonrió Axel.

—Jesse...—su novio llegó al lugar y rascó su nuca—. ¿Podemos hablar?

—Bueno, tu vuelo parte en dos días, y mañana vamos a estar todo el día juntos, ¿eh? —el pelinegro recordó antes de irse, junto con Olivia.

—Dime...—le susurró Jesse a su novio—. ¿Qué pasa?

—Sé que... quizás no es el mejor momento, sé también que ya tomaste una decisión, pero, Jesse —suspiró y la miró a los ojos, tomando sus manos—. No te vayas, por favor, quédate conmigo.

—Lukas, yo ya no...

—Vamos, en verdad que te amo, y no... no quiero una relación en la que la persona a la que amo vive a más de nueve mil kilómetros de aquí —entrelazó sus dedos.

—Lukas, por favor no me hagas esto.

—No, yo... sé que está mal que lo haga, ¿bien? Lo sé, pero no soportaría estar lejos de ti tanto tiempo.

—Lukas, no puedo cancelar nada de esto —Jesse había llegado a su límite—. Escucha, quizás esto no es lo mejor para ti, pero lo es para mí y no tienes idea de la manera en que voy a aprovecharlo —se soltó bruscamente del abrazo de su novio, y se fue, dejándolo atrás.

Ya no sabía si aún eran algo.

[...]

—Realmente Olivia, no tengo ganas de salir —le susurró la pelinegra a su mejor amiga.

—No me puedes decir eso, ¡te vas mañana! ¿¡Y nos niegas a Axel y a mí una salida!? —gritó la castaña.

—Olivia, por favor entiende. No sé si Lukas y yo seguimos juntos porque justamente ayer se le ocurrió pedirme que me quedase con él y... obvio me negué, pero sabes tú más que nadie lo mucho que lo amo —trató de explicarle.

—Excelente, es lo único que me faltaba —la pelinegra miró confundida a la morena, por sus palabras—. No eres la única con algo así. ¿Acaso sabes que hace tiempo me gusta Axel? ¿Y sabes que él no es capaz de olvidar a Petra?

Y se escuchó un golpe.

Ambas chicas voltearon para encontrarse un bote de helado esparcido en el suelo y a un Axel boquiabierto.

La pelinegra respiró hondo y recostó su cara en la almohada, tensando el ambiente.

Un problema más a la cuenta, por favor.

Trouble | Lukesse | MCSMDonde viven las historias. Descúbrelo ahora