Trouble | Lukesse | MCSM

trouble XI

—A mí no me pasa nada —Jesse le sonrió a su novio, tratando de mentirle—, te juro que no pasa nada. No sé qué te pasa a ti.

—Es que... siento que hay algo que no me estás diciendo.

Desconfiaba.

—Lukas, yo...—Jesse intentó pensar en algo en qué decirle—. Sabes que soy distraída y que me preocupo por cosas muy irrelevantes.

—¿Estás segura?

—Segurísima, deja de preocuparte ya, ¿bien? —Jesse lo abrazó y cerró los ojos. Se sentía mal de no decirle a Lukas lo de la beca.

Como toda pareja, tenía muchas ganas de compartirlo, pero en cuanto iba a decírselo pensaba en lo que le había dicho Axel.

'Siento que no va a tratarte como realmente lo haría si supiese que en menos de cuatro meses te vas.'

Ese pensamiento se marcaba en su cabeza hasta que borraba la idea de contarle a Lukas sobre su viaje.

—Bien —Lukas devolvió el abrazo, inseguro.

[...]

Había pasado un mes.

Lukas y Jesse ya llevaban un poco más de un mes de su relación, y estaban felices.

El grupo de amigos ya se llevaba mejor, solían salir todos, aunque Jesse y Lukas eran pareja, parecían amigos. Actuaban de tal manera para que Axel no pensara en Petra.

Aún se sentía mal sobre eso.

Aiden parecía haber cambiado en cierto modo. Dejando a varios con la duda. Pero parecía que su relación con Petra era perfecta. Por cómo se les veía.

Y el secreto de Jesse, seguía así. Y ella comenzaba a pensar en aceptar ese viaje de estudios.

Porque realmente, era una gran oportunidad. No se le presenta a cualquier persona y en sí, había sido cosecha de su esfuerzo.

Pero además de sus amigos y su pequeño cerdo Reuben, estaba Lukas. Alguien que se había vuelto importante en su vida.

Ella lo llamaba "primer amor" y como dicen, pensaba en que sería el primero y el único que realmente es el que se siente.

La pelinegra se sentía bien. Se sentía feliz. Se sentía enamorada.

Y Lukas respondía a todo eso.

—¿Hola, Jesse? —Jesse sonrió al escuchar la voz del rubio al otro lado de la línea.

—Lukas...

—Vamos a salir. ¿Puedes?

—Puedo.

—Paso por ti en cinco minutos. Te quiero.

—Igual yo —Jesse colgó la llamada y miró su teléfono.

Quería... no, amaba a Lukas.

Ese problema, amaba a ese problema.