trouble XVI

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—Jesse —Lukas llamó a su novia—. ¿Te gustan los tatuajes?

La chica lo miró confundida, buscando en la mirada del rubio algún índice de la idea que se le estaba cruzando por la cabeza.

Pero sabía que era algo loco.

—¿A quién no?

—A mi abuela —rió—, recuerdo que me agarraba a chanclazos cuando le decía que de grande me haría a Spiderman en el brazo.

Jesse rió junto con él y lo abrazó, sonriendo.

—¿Te arrepientes de mí? ¿Te... arrepientes de conocerme?

La pelinegra buscó la mirada del rubio, atenta a su pregunta.

—¿De qué hablas?

—Sólo es una pregunta.

—Por supuesto que no, eres algo muy valioso para mí. Nunca me arrepentiré de nada de lo que he pasado contigo —susurró—. ¿Por?

—Pues... mejor acómpañame.

—Bien.

Lukas tomó la mano de Jesse, y, entrelazando sus dedos, la guió hasta salir de la casa de la chica y subieron al auto del rubio.

El chico inmediatamente arrancó. Jesse podía notar que estaba emocionado, pero no hayaba el por qué.

Hasta que llegaron a un pequeño local, se veía bien, confiable, era de tatuajes.

—¿Lukas?

—Espera.

El chico entró, enseguida de él de su novia y ambos se acercaron a la caja.

—Ya había llamado para mi pedido —dijo Lukas—. Soy Lukas Kareb.

—Oh, claro. Puede pasar —la mujer con una pinta un tanto brusca, sonrió mostrando confianza y la pareja pasó a la parte de atrás.

—Hola, debes ser Lukas.

El hombre tenía al menos un poco más de veinte años. Tenía varios tatuajes en los brazos y en la habitación había una chica.

—¿Ustedes pidieron el tatuaje de pareja? —preguntó la chica con una pizca de ansiedad.

—Así es —asintió Lukas.

—Genial, tenemos lo que buscabas —la chica se levantó, mostrando un par de pequeños dibujos en una hoja de papel.

—¿Esto es lo que tenías planeado? —le sonrió Jesse nerviosa.

—Si no lo quieres, está bien. Pero yo me haré el mío, quiero algo para recordarte a pesar de todo.

La pelinegra lo miró pensativa.

—Claro que lo quiero —asintió varias veces emocionada.

Quienes deseen alcanzar la unidad, deben practicar la virtud sin hacer distinciones.

—Ya está —Lukas miró al hombre y este sonrió a la pareja.

Lukas tomo asiento en una silla inclinada color negro que estaba tapizada de piel. Y miró a Jesse.

El hombre hizo el primer tatuaje, en el brazo derecho de Lukas, un punto y tres flechas hacia delante le seguía

Deben disolver todas las ideas de dualidad: bueno y malo, hermoso y feo, alto y bajo.

Después hizo todo lo respectivo, limpió el brazo del rubio, revisando que todo estuviese bien hecho.

Enseguida realizó el mismo procedimiento con Jesse, el mismo tatuaje, pero en el brazo izquierdo.

Serán obligados a abandonar cualquier desviación mental nacida de creencias culturales o religiosas.

Y ambos, estaban marcados.

—Está hecho.

Y eso al final, no era un problema.

Trouble | Lukesse | MCSMDonde viven las historias. Descúbrelo ahora