Lost In Your Eyes | Larry

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Después de que ambos supieran que ninguno quería irse de allí, lo único que hicieron fue darse un fuerte abrazo y seguir con sus vidas. Por días no volvieron a hablar del tema, aunque ahora los dos ya se habían confesado el deseo de quedarse en la isla sólo para estar juntos porque sentían que habían encontrado lo que siempre habían buscado sin siquiera estar buscándolo realmente; el uno al otro.

El día de hoy parecía que no les daría ni una tregua para poder respirar. El sol brillaba alto y se reflejaba sobre la cristalina agua del mar, sus rayos ardían sobre la piel de aquellos dos jóvenes quienes comenzaban a despertarse por culpa del calor sofocante que que ya estaban sintiendo. Louis se quitó el brazo de Harry que lo apretaba junto a su cuerpo e hizo una mueca de asco al sentir  cómo la piel se iba despegando de a poco debido a que estaban transpirados. El piloto se sentó en el lugar con rapidez, abriendo los ojos y viendo que Harry ni siquiera se había movido. Se quitó el flequillo del rostro y con sus manos intentó sacarse las gotas de transpiración del rostro, pero falló y además lo arruinó ya que ahora también tenía arena en las mejillas. Masculló un 'mierda' y se dirigió con parsimonia hacia el mar, queriendo refrescarse un poco y quitarse toda la arena que sentía lo asfixiaba.

Ni siquiera tenía fuerzas para tirarse al mar, así que sólo caminó como un maldito zombie hasta que el agua le llegaba a la cintura y fue entonces cuando comenzó a nadar. No quería quitarse el aroma de Harry que había quedado en su piel al dormir abrazados (algo que los últimos días era algo común y Louis no se quejaba en lo absoluto) pero se sentía tan sucio que fue necesario darse ese chapuzón. Estaba bajo el agua, disfrutando como un niño, viendo cuánto aguantaba la respiración. También flotó un rato, con los ojos cerrados hacia el cielo porque el sol no le permitía abrirlos. Después de unos pocos pero reconfortantes minutos, se dio la vuelta y volvió nadando hacia la orilla. Apenas se giró notó el cuerpo de Harry de pie sobre la arena, con los brazos cruzados y con la vista fija en él.

"Buen día" Le sonrió a aquellos orbes esmeralda que lo observaban como si fuera el diamante más valioso y a la vez el criminal más buscado.

Aún con el rostro impasible, respondió: "Buenos días"

Cuando notó que Harry actuaba raro, eso significa no moverse ni cambiar la expresión del rostro, decidió aclarar su garganta y sacarse las dudas. "¿Te sucede algo?" Lo miró inquisitivo.

Harry asintió y le sonrió raramente. "En realidad, sí" Louis se asustó y fue visible en su mirada. "Lo que sucede es que dormimos abrazados anoche, bueno, yo dormí abrazado a ti por la espalda, y al despertarme veo, y siento, que ya no estás, y que en tu lugar me has dejado algo... una erección" Y bajó su vista hacia su entrepierna. Louis no pudo bajar la mirada al mismo sitio que el otro joven porque se encontraba demasiado aturdido para hacer algo. "Y ahora necesito que lo arregles" Y aquello lo despertó.

Las mejillas de Louis se prendieron fuego y ahora el sol parecía quemar más que antes. "¿Así que es mi culpa?" Rió, siendo eso lo único que pudo formular.

Harry ladeó la cabeza hacia ambos lados, pensativo y chistoso al mismo tiempo. "Bueno...de tu culo, a decir verdad" Louis alzó las cejas ante el descaro del rizado. "Pero, sí, digamos que es tu culpa" Le sonrió glorioso.

Y para ese entonces Louis ya estaba demasiado caliente como para no seguirle el juego. "¿Y cómo debería yo...arreglarlo?" Se pasó la lengua por los labios y Harry ya no pudo contenerse. El modelo ahora ya no estaba cruzado de brazos, estos colgaban a sus costados y luego ya estaban bajando sus shorts.

"Como quieras" Su pene había saltado cuando los shorts cayeron hacia sus tobillos ya que pudo ser libre al fin de tanta presión. Louis no sabía que podía sentir tantas ganas de chupársela a alguien tan temprano en la mañana, pero ese día lo supo.