Lost In Your Eyes | Larry

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Louis se encontraba en uno de esos momentos en los que no puedes dejar de mirar a la nada misma con la vista perdida sin razón alguna. No podía encender el aire acondicionado hasta que arrancara el avión y se estaba derritiendo del calor esperando a que llegara aquel modelo al que debía llevar. La pequeña cabina le parecía incluso más pequeña cada segundo que pasaba. No quería comenzar a transpirar, eso sería asqueroso. Además, ¿qué diría ese muchacho sobre él? Por lo que había escuchado, era un fanático de la moda y seguramente le vomitaría encima si le veía la camisa con una mancha de 3 cm de transpiración. Y no lo culparía.

Ni siquiera sabía cuánto tiempo había estado en esa posición, sin pestañear, sin siquiera mover un músculo, hasta que...

"¡Louis!" Oyó a alguien gritar su nombre y tres golpes secos en la puerta del jet. Cerró los ojos y se llevó la mano al pecho mientras trataba de recuperar el aire que le había quitado el pequeño susto que se había llevado. Ya sabía quién sería tan torpe de golpear de esa manera, así que lo recibió con la mejor cara de perros que pudo hacer. "¿Te asusté?" Rió Niall como de costumbre, sin siquiera preocuparse por nada ni nadie.

"No, simplemente casi me matas de un infarto" El rubio rodó los ojos ante el dramatismo de su amigo y compañero. "Sólo eso" Le restó importancia de una manera muy sarcástica.

Niall golpeó sus manos y lo miró con pena. "Lo siento, he venido con malas noticias"

Louis suspiró. "¿Y cuándo no?" Volvió a sentarse en su asiento y miró a Niall esperando que hablara.

"Primero, no voy a poder ser tu copiloto. Ellos dijeron que no es necesario ya que eres el mejor piloto de todos por aquí y porque me necesitan para otro viaje" Louis alzó los hombros y asintió. "Y la segunda, última y peor noticia de todas es que Harry Styles ya llegó al aeropuerto" Louis soltó una risita.

"No entiendo por qué lo odian tanto" Hizo una mueca.

Niall puso ambas manos en sus hombros y le susurró: "Estás a punto de averiguarlo" Louis le sonrió al mismo tiempo que amablemente lo alejaba de él. "Suerte con eso y buen viaje" Gritó el chico mientras caminaba lejos de allí y saludaba a Louis como un soldado.

El castaño tomó una botella de agua de su mochila para hidratarse un poco y justo cuando la estaba guardando en su lugar vio como un grupo de personas se acercaba hacia el jet. Un joven alto caminaba al frente mientras una mujer por detrás le sostenía un paraguas (por el sol, supuso) y los demás parecían estar hablándole todos al mismo tiempo, como dándole órdenes. Incluso llegó a sentir un poco de pena por él.

Cuando se descuidó un segundo, el chico estaba ingresando y sentándose en su respectivo asiento. Louis lo siguió y se paró frente suyo con una sincera sonrisa dispuesto a saludarlo e indicarle que se pusiera el cinturón. "Buenas tardes, yo soy Louis Tomlinson y seré su piloto en esta ocasión. Le ruego por favor que se coloque el cinturón para disfrutar del viaje de una manera segura, y..." Fue interrumpido.

"Ya lo sé. Ya puedes irte" Le dijo sin siquiera despegar los ojos de la pantalla de su celular. No pudo verle mucho la cara, pero en persona lucía aún más bello que en los anuncios de televisión. No podía creer que existiera gente tan bonita. ¿Por qué él no había nacido con esos dotes? Louis achinó sus ojos y se rascó el cabello, dio la vuelta y comenzó a caminar hacia la cabina. Ahora entendía a Niall. Ahora entendía a todos. Aunque su comportamiento no salía del de una persona normal en esos días, metido en el universo que contienen los celulares. Decidió que era muy pronto para juzgarlo y más aún para odiarlo. Antes de sentarse en su lugar para no levantarse por el resto del viaje, le echó un último vistazo al famoso Harry Styles, quien seguía embobado con su teléfono celular, y se metió a la cabina. Abrochó su cinturón y comenzó con el despegue.

Nunca despegaba sin antes rezar. No creía en nada ni nadie en especial. Pero sí pensaba que había algo o alguien superior a él que tenía el poder de cuidarlo, de ayudarlo. Y cada vez que estaba a punto de despegar, le encomendaba su vida a esa creencia, a ese ser.

Pero ese día se había olvidado.

Y el viaje había comenzado. 

///

La vista de Louis iba fija en el cielo. Aunque no hubiera nada diferente que no hubiera visto antes, él seguía disfrutando de esa maravillosa sensación que le provocaba el estar entre las nubes. De vez en cuando escuchaba una pequeña risa proveniente de Harry, algo que lo sorprendió ya que no lo creía una persona a la que le gustara mucho reírse. Todo estaba bajo control, pero necesitaba a Niall a su lado para que le contara algunos chistes que lo distrajeran durante el largo viaje. La melodía tranquila de la risa de ese chico lo ayudó a no sentirse tan solo y la paz que emanaba el cielo y las nubes fueron suficientes para rellenar el hueco de la falta de su copiloto.

Un sonido parecido a cuando un vehículo va en marcha atrás se hizo escuchar en la cabina, provenía del tablero de comando. Louis se extrañó y comenzó a mirar en todas las direcciones, tratando de entender qué significaba, ya que jamás lo había oído. Trató de recordar todo lo que había estudiado sobre el sistema, pero nada venía a su mente. De un momento a otro, una luz roja comenzó a titilar. "Mierda" Soltó Louis con un nerviosismo que nunca antes había sentido.

Harry escuchó el desorden de sonidos y malas palabras que se había armado en la cabina y se quitó el cinturón de seguridad para acercarse a ver qué es lo que estaba sucediendo. No habría hecho eso bajo ninguna otra circunstancia, pero estaba realmente preocupado. Louis le dio un golpe en seco al tablero para ver si eso lo hacía dejar de hacer ruido, pero no dio ningún resultado. Llevó ambas manos a su rostro y trató de no perder el control ni la respiración. Mientras él hacía sus ejercicios de respiración, el modelo golpeaba en la puerta de la cabina como si no hubiera un mañana. Ya había puesto el piloto automático, así que se quitó el cinturón y se puso de pie para ver qué es lo que quería el chico.

Abrió la puerta con suma calma y le espetó: "¿En qué puedo ayudarte?" Aunque trató, su voz no salió muy normal.

El más alto lo examinó de arriba a abajo y soltó: "¿Está todo en orden?" Su ceño estaba fruncido, como si sospechase que el avión estaba actuando algo raro.

Su trabajo era mantenerlo tranquilo, evitar que perdiera la calma. "Está todo en orden" Le regaló una sonrisa fingida que ninguno de los dos se creyó. "No hay nada de que preocu-" Y el avión se movió como si alguien lo hubiera empujado. Los dos se tambalearon pero ninguno cayó al piso. Louis miró a Harry con desesperación y Harry le devolvió la mirada pero con terror. "Escúchame" Louis tomó aire y Harry asintió, por primera vez haciéndole caso a lo que otra persona le ordenaba. "Necesito que te sientes y te abroches el cinturón de seguridad y no te muevas de allí por nada del mundo ¿entendiste?" Harry volvió a asentir ya que ninguna palabra salía de su boca. Corrió a su lugar tratando de no caerse porque el avión parecía haber entrado en zona de turbulencias, y con manos temblorosas se abrochó el cinturón. No creía en Dios, no creía en nada que no fuera terrenal. Pero, en ese momento, rogó que si había alguien más poderoso que él en alguna parte, lo salvara.

Louis se sentó de nuevo en el asiento y trató de arreglar el problema, un problema que no sabía resolver porque no tenía ni la menor idea de lo que estaba pasando. Pensó en volver a pegarle al tablero, como uno hace cuando algún aparato electrodoméstico deja de funcionar. Creyó que tal vez así, milagrosamente, el avión seguiría en viaje normalmente y todo se solucionaría. Pero fue aún peor porque se apagó completamente.

Louis soltó un jadeo y cuando pudo salir del shock se abrochó el cinturón. Le pidió perdón a Harry en su mente, porque no pudo llevarlo a destino, le pidió perdón a todas las personas que confiaban en él. Y cerró los ojos.

Cerró los ojos esperando que al abrirlos todo fuera diferente.

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