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"Harry, sácate la camisa" Habló Louis con un tono serio y no preguntándole sino ordenándole que lo hiciera. Harry dejó de guardar unas cosas en su mochila y se giró hacia Louis, algo confundido pero dispuesto a bromear sobre el asunto.

Le guiñó un ojo. "¿Ya me quieres ver desnudo otra vez?" Se desabrochó un botón mientras lo miraba de forma provocativa. Luego de lo que habían hecho el día anterior, seguían demasiado excitados, sintiendo cosquillas ante el menor contacto con el otro.

Louis no pudo evitar una sonrisa pero negó con la cabeza. "Es para utilizarla como un tipo de bolso o...algo así, para meter frutas adentro" Harry asintió y, acto seguido, comenzó a desprenderse los botones.

Lo que sucedía era que Louis había planeado en dejar la 'comodidad' del avión y aventurarse en aquel lugar. En el peor de los casos, bueno, había muchas cosas que podían salir mal, pero lo mejor que podría suceder era que encontraran una salida. Tal vez si caminaban mucho encontrarían un río que los guiara hasta la civilización, o hasta podría haber personas viviendo ahí que los ayudarían. Ambos estuvieron de acuerdo en eso así que comenzaron a recolectar muchas frutas por si más adelante en el camino sufrían hambre, y a poner un poco de agua en las botellas de crema corporal que Harry había llevado consigo en el viaje (por supuesto las habían vaciado y lavado bien en el lago). Como tenían dos mochilas, una de Louis y otra de Harry (dónde ese día que subió al avión la llevaba sólo repleta de productos para el cuerpo y el cabello), Louis le pidió a Harry que usaran su camisa tamaño gigante (porque era muy alto) como bolsa para meter más frutas.

Se tomaron unos minutos más para terminar de prepararse, y cuando ambos se miraron, indicándose así el uno al otro de que estaban listos, sabían que era hora de la aventura.

Harry se paró frente al avión y le dio unas palmaditas como si fuera un amigo de toda la vida el cual no estaba seguro si volvería a ver. "Gracias por todo, amigo... I'll tell you all about it when I see you again..." Cuando Louis escuchó cómo Harry cantaba la parte de aquella triste canción, no se puso mal, sino que soltó una carcajada que hizo a Harry darse vuelta y fulminarlo con la mirada, pero al cabo de unos segundos también estaba riéndose con Louis. "Lo siento, debía hacerlo" Y ambos comenzaron a caminar por donde nunca antes habían caminado, no donde se marcaba el camino, sino entre las plantas, donde no sabían qué o a quién podían encontrar.

Ya habían estado caminando por varias horas; no tenían relojes ni noción del tiempo, pero como se habían detenido a comer y tomar agua ya dos veces, supusieron que más de cuatro horas habían pasado seguramente. Sus piernas temblaban del cansancio y sus espaldas dolían por el peso de las mochilas que tenían que aguantar, y el detenerse por cinco minutos no los ayudaba mucho a sentirse mejor.

"¿Y si encontramos la salida hoy?" Preguntó Harry, no sólo a Louis sino a sí mismo. Ninguno de los dos se había detenido, pero sus mentes estaban pensando una respuesta al mismo tiempo que se imaginaban cómo sería el volver a la civilización, a su antigua vida. Porque sí, no habían pasado años, pero sí varias semanas (o eso era lo que ellos calculaban).

Louis ya no pensaba en eso, aunque él fuera el que siempre lo pensaba al principio. Ahora su mente se enfocaba tanto en lo que sentía por Harry que no había reparado en cómo sería volver, en que si ahora estaban buscando una salida, sería muy probable que volverían a la ciudad. "¿Ahora eres tú el que no quiere volver?" Se burló Louis, devolviéndosela a Harry, ya que antes el que parecía no querer salir de ese lugar era el castaño. Y aunque se sintió bien no ser él por primera vez el que pensara así, se arrepintió de haberlo dicho de esa forma, porque notó que algo en Harry había cambiado. Aún seguían caminando y apartando ramas del camino, pero la mirada de Harry estaba vacía, no como minutos antes. Y entonces algo en Louis hizo clic y se maldijo a sí mismo por ser tan estúpido. "Oye, Harry, mírame" Y este lo hizo, como si estuviera esperando que dijera eso. "No te dejaré" Y entonces sí se habían detenido en el lugar. "Si tú quieres que me quede a tu lado, aquí, allá, o en la luna, lo haré" Lo que sentían el uno por el otro se había hecho tan grande, tan importante al tenerse sólo el uno al otro, que Harry temía vivir sin Louis a su lado. Fue algo que no pudo evitar y que tampoco quería evitar, lo que sentía por Louis era único y aunque tuviera que vivir con el miedo a perderlo no le importaba si cada día se levantaba a su lado para saber que Louis no se había ido ni lo haría jamás.

Y Harry ya no pudo aguantar lo que sentía en su interior. Jamás pensó que unas simples palabras lo pondrían de cabeza ni que podía sentir algo tan repentino y tan fuerte hacia alguien, pero sucedió. "Joder, Louis" Soltó entre jadeos mientras arrinconaba a Louis contra un árbol y besaba su cuello. El ojiazul sentía que había sido bombardeado, no había previsto que aquello sucedería y estaba abrumado ante las caricias de los labios de Harry sobre su piel.

"Por Dios, Harry" Gimió Louis cuando Harry lo tomó de la cintura y lo alzó, aún apoyándolo contra el árbol. Harry seguía humedeciéndole el cuello con sus besos, pero ahora había comenzado a rozar su entrepierna con la de Louis, quien se debilitaba bajo su toque. Lo único que se escuchaba eran los gemidos de ambos jóvenes sedientos del cuerpo del otro. Louis tiraba su cabeza para un costado para darle lugar a la lengua y boca de Harry que estaban haciendo de la piel de su cuello lo que querían. Harry aseguraba con sus manos que Louis quedara quieto en el lugar y no cayera, y su pelvis se movía de atrás hacia adelante, simulando una penetración pero siendo sólo un roce, un roce como el de la primera vez aquel día de lluvia, pero mucho más excitante ya que ambos eran más íntimos ahora.

Y quién sabe hasta donde habrían llegado si no escuchaban ese sonido, si sólo habrían sido los sonidos de los gemidos de ambos chicos y un que otro pájaro. "Harry" Jadeó Louis, aún débil y demasiado excitado para pensar claramente.

"Mmhh..." Murmuró Harry, sin poder quitar sus labios de la piel del chico, siéndole imposible separarse de él.

De repente, el sonido era tan fuerte y tan cercano que los dos se soltaron del agarre del otro y miraron al cielo. "¡Un avión!" Gritó Louis al mismo tiempo que se acomodaba el cabello, quitándoselo de la cara para poder ver con claridad.

"Mierda" Dijo Harry, asustado porque no podía ver bien el avión ni el avión a ellos, pero feliz a la vez porque podían estar a un paso de salir de ahí. Y tomando la mochila que había dejado en el piso cuando comenzó la ronda de besos con Louis, salió corriendo de allí como un rayo. Louis tomó los bolsos que él también había arrojado al suelo cuando fue interceptado por Harry y lo siguió.

"¡Espérame, Harry!" Pero el chico no le hacía caso, seguía corriendo a toda velocidad y gritando hacia los cielos '¡Aquí abajo! ¡Aquí estamos!'. "Maldita sea, nos perderemos" Y estaba perdiendo el aire pero no se detenía, ninguno de los dos.

"Toma mi mano" Harry estiró su mano hacia atrás para que Louis la tomara y así no perderse y correr a la misma velocidad. Le llevó al más bajo unos segundos alcanzarlo, pero al final lo hizo y ambos corrían lo más rápido que podían, haciendo fuerza para no soltarse las manos. "Usaré las bengalas" Exclamó Harry mientras metía la mano en su mochila pero no dejaba de correr.

"¡No! No puedes dispararla entre medio de todos estos árboles" Harry hizo caso omiso y siguió buscando. "Se prenderían fuego, y el avión ni siquiera la vería" Louis ya no tenía aire así que dejó de hablar y siguió corriendo, inhalando y exhalando para recuperar el aire perdido.

Harry maldijo y se lamentó por haber perdido la oportunidad de usar las bengalas, pero no se desanimó y siguió corriendo y gritando. Gritaban con todo el aire que les quedaba en los pulmones aunque era poco probable que los escucharan del avión, y no bajaban la vista del cielo, del poco cielo que todas aquellas plantas les dejaban ver. Corrían y corrían siguiendo al avión, aquel avión que ahora ya no podían ver, pero aunque se sintieron mal no dejaron de correr porque aún podían oír el ruido de los motores. Y a medida que el ruido ya no era tan fuerte, sus pasos tampoco lo eran. De un momento a otro, ya no podían oír nada.

Harry se detuvo por completo y Louis también. El primero se soltó del agarre de la mano del otro chico sólo para ir a darle una patada al árbol más cercano, dejando así salir la furia que sentía por haber dejado ir la más grande esperanza que habían tenido hasta el momento.

Y Louis sólo miraba al piso, rogando para que tuvieran otra oportunidad como aquella algún día.

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Capítulo dedicado a @BoricuaGirl1020 <3 

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Lost In Your Eyes | Larry Donde viven las historias. Descúbrelo ahora