Capitulo 2.

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-Te juro que fue súper extraño... e incomodo.- Dijo la chica de ojos cafes a su mejore amiga Luli mientras comían algo en la cafetería de la escuela.

-No te dijo nada más?

-No, solo me decía que lo sentía, y hablaba entre-cortado.

-Bueno seguro solo te estaba haciendo una broma o algo así.- Dijo su amiga dando un sorbo a su café.

-Posiblemente... Bueno dejemos de hablar de ella y dime que paso con tu casillero.- Recordó Barbara.

-Oh, es una mierda, me dieron el casillero a lado del baño de hombres, TU SABES LO QUE SERA OLER SU MIERDA TODO EL TIEMPO.- Dramatizó la chica y rieron unisono.

Ellas simplemente disfrutaron el tiempo que tenían libre antes de ir a su última clase, Matemáticas. A decir verdad a Barbara no le preocupaba nada esta materia, ni ninguna otra, tenia casi un promedio perfecto en casa una de ellas.

Una vez en el salón de clases, sacó todas las cosas que necesitaba, libreta, libro, pluma, borrador y.... no encontró por ninguna parte un lápiz, así que le pidió uno a su compañera de a lado  que al parecer estaba hablando con un chico.

-Ey, me puedes prestar un lápiz?.- Dijo amablemente, la otra chica se dio la vuelta para ver quien era la persona que le hablaba.

- Seguro.... Tú nombre?

-Barbara.

-Oh, la lesbianita, dime, como se siente que tu peor enemigo este sufriendo? Supongo que bien.

-A que te refieres?.- Pregunto Barbara confundida.

-A Micaela... que se siente saber que esta así ahora?

-No sé de que estas hablando.

-EN SERIO NO SABES LO QUE LE PASO.- dijo la chica sorprendida.

-No y ni me interesa, ella para mi no existe.

-Bueno para nadie.

-Que quieres decir con eso?.- Preguntó.

-Nadie se quiere juntar con ella ahora...Ella sufrió un accidente, al parecer fue muy grave y estuvo todas las vacaciones en el hospital, salió hace una semana, ahora no sabe ni su nombre seguro.

Barbara trató de procesar toda la información que le acababa de dar la chica. La única persona que odiaba, ahora mismo estaba vulnerable para todo el mundo...

-Bueno, como te dije, no me interesa.- Dijo sosteniendo lo antes dicho.- Ahora... me prestas el lápiz.- dijo apuntándolo.

- Agárralo.

Realmente por feo que sonara, Barbara no podía sentir lastima por Micaela, ella se había ganado el máximo odio de la chica de ojos cafes.

Una vez terminaron las clases Barbara regresó a su departamento agotada, deseando dormir, una vez llegó sin dudarlo se metió en la cama y tomo un siesta que fue interrumpida por el sonido del timbre. Aún adormilada Barbara se estiro y miro su celular, eran las 12:00 am y estaba lloviendo.

-Quien rayos me visita a esta hora y con este clima.- Pensó.

Sin más, fue a abrir la puerta para encontrarse con...Micaela.

-Que carajo.- Dijo.- que haces acá?

-Pue....puedo pa..sar?.- preguntó temblando por el hecho de que estaba empapada.

-No, claro que no, que quieres?.

-Pue...do  pa...pa...sar?.- Volvió a preguntar.

-Ya te dije que no.- Cerró la puerta.

Obviamente hubiera dejado ahí si no fuera porque a los segundos después se acordó de lo que la chica del lápiz le recordó ese día, ella no sabía seguro ni como se llamaba. Sin otra opción, dio un gran suspiro y volvió a la puerta para abrirla y encontrarse a la chica en la misma posición.

-Pue...puedo pasar?.- repitió por tercera vez.

-Ya que.- Aceptó esta vez.

La chica de ojos azules se quedo parada en medio de la sala observando todo el departamento de Barbara.

-Dime...- Le dijo Barbara.- Que haces acá a las 12 de la noche mientras llueve afuera. 

-Yo...yo... no... se a.... donde...ir.

-Como que no sabes a donde ir? A tú casa.

-Yo... no...se ...a donde... ir.

-Puta madre, podías haber ido con todos los amigos que tienes pero decidiste venir conmigo?

-A...ami..amigos?.- preguntó.

-Si.... ya sabes, los que te ayudaron a divulgar mi sexualidad.

-Fri....frio.- La realidad es que ella no paro de temblar ni un segundo desde que llegó.

-Ay dios... espera aquí, no te muevas.

Barbara fue a buscar un poco de ropa mientras pensaba que hacer. No sabía donde vivía la chica como para dejarla en su casa, no sabía el numero de sus padres para que la recogieran, no podía sacarla de su casa, se moriría de frió. Una vez regreso a la sala con la ropa, se la entregó a Micaela.

-Toma, ve al baño.

-Baño?

-No puede ser, pareces una bebé.- agarró a la chica de ojos azules de la muñeca y la dirigió al baño.- Aquí te cambias y cuando acabes vas a la sala, yo mientras llamare a Luli para que me ayude a pensar que hago contigo.- Se salió del baño y se dirigió a su cuarto donde había dejado el celular.

Llamó a Luli y le contó todo lo estaba pasando, obviamente ella pensó que era un joda.

-QUE NO ES UNA JODA ESTÚPIDA!.- Alzó la voz.- Escucha, ella ahora mismo esta en mi sala, parece una niña, una bebé, no sabe hablar no sabe nada de lo que le digo.

-A ver, pon la cámara y muéstrame.

Barbara hizo caso y encendió la cámara, salio del cuarto y se dirigió a la sala para encontrarse con la chica de ojos azules completamente dormida en el sillón.

-Puta madre, se quedó dormida.- Dijo apuntando con la cámara para que su amiga pudiera verla.

-NO TE PASES!!.- Gritó.- ahora que vas a hacer?

-Para eso te llame, para que me ayudes.

-Pues déjala dormir y mañana la llevas a la escuela y luego a la dirección.

-NO DEJARE QUE SE DUERMA EN MI CASA!

-Bueno entonces déjala afuera que se muerda de frió.... Tú la odias pero tampoco le harías eso...- Dijo con confianza ya que ella conocía perfectamente a su amiga.

-No, no haría eso...- Suspiró.- Bien, solo esta noche... Me tengo que ir, yo también tengo que dormir, besos.

-Hasta mañana, no hagan cosas sucias...-Bromeo.

-Ay dios mio, chau.

Y ahí estaba, la chica que odiaba con toda su alma estaba durmiendo es el sofá de su casa, nada podía ser más raro en ese momento, pensó, pero se equivoco.

MemoriesWhere stories live. Discover now