Living - 1:30 horas
La familia aun no podía creer lo que pasaba. En un rincón estaba Sofía tirada llorando completamente desconsolada. Junto a ella, Mario y Sonia hablaban de lo sucedido. Mientras tanto, el resto de la gente intentaba buscar algún indicio que los ayudase a lograr escapar de tal infierno.
- Hija – habló Mario - ¿Desde hace cuánto nos ocultabas esto?- 5 años atrás – respondió, mientras se limpiaba las lágrimas.,
- ¡Pero por qué! – gritó Sonia, dándole una cachetada a su hija – ¡Nunca te enseñé esa basura, nunca!
- ¡Se llama amor, no es basura! – exclamó Sofía, mientras ponía su mano en la mejilla que golpeó su madre – Y usted no me enseñó a amar, ¡eso lo hizo mi Tere!
- ¿Pero por qué nos hiciste esto hija? – preguntó Mario, acongojado.
- ¿Hacerles qué? ¡Por favor! – respondió Sofia - ¡Yo la amo! ¡Qué hice mal por Dios! ¡Sólo queríamos vivir en paz!, y ahora....- ¿Y ahora qué, hermanita? – preguntó Matías, abrazando a su hermana.
- Ahora – respondió Sofía, poniendo su cabeza en el hombro de su hermano y comenzando a llorar desconsoladamente – Ahora no la volveré a ver nunca. - Hermanita, por favor, en este momento necesitamos de tu fuerza para salir adelante. La Tere te pidió que no fuera en vano – dijo Matías mientras acariciaba el cabello de su hermana.
Sofía se aferró fuertemente a Matías mientras lloraba a mares. Éste la acariciaba y le daba fuerzas. Mientras tanto Sonia y su marido discutían lo sucedido con su hija.
- ¿Qué vamos a hacer?– dijo Mario.
- ¡A mi hija le gustan las mujeres! – dijo Sonia.
- ¡Eso ya lo vi! ¡Y que haremos con eso! – dijo un exaltado Mario.- No lo sé – respondió Sonia, quebrándose y abrazando a su marido.
- Sonia, sólo nos queda ser fuerte. Ya no vale la pena pensar en qué hacer con ella – dijo Mario, abrazando a su señora – Pensemos mejor en salir de acá, ¿ya?
- Mario, para mi ella ya no es la misma – dijo Sonia, aferrada a él.- Para nadie va a ser lo mismo la vida después de esto – murmuró Mario a Sonia.
En el otro lado del living, Bastián y su novia Leticia discutían fuertemente sobre lo que había sucedido hace un momento.
- ¡Tú no me hables! – exclamó Leti.
- ¡Ya no te aguanto Leticia! – gritó Bastián - ¡Me tienen harto tus berrinches de niña chica, tus estupideces! – no alcanzó a decir más. Leticia lo detuvo con una fuerte cachetada.
- ¡Qué más da!, ahora que me invitas a este maldito paseo me dejas botada... ¡Justo ahora que es cuando más te necesito! – dijo, entre lágrimas, Leticia.
- Nadie te soporta, por favor, no me vengas con cosas ahora –- ¡Pero Amor! ¡Me quieren matar y a ti te da igual! – gritó nuevamente Leticia completamente desesperada. - ¡Claro que me da igual maldita perra! – gritó Bastián, agarrando a Leticia del rostro con fuerza - ¡Ya estamos acá, y si es por sacrificar a alguien, ten por seguro que vas a ser tú!
- ¡Tu deber como novio mío es defenderme! - reclamó ella.
- Defiéndete sola... ¿Crees que estaba contigo porque te amaba? - dijo Bastián - ¿De verdad creíste eso?
Leticia ya no daba más. Sus ojos estaban completamente rojos e hinchados, su rostro reflejaba un miedo y tristeza impresionante. Lloraba desconsolada tirada en un rincón del living, y frente a ella su novio de toda la vida la increpaba como nunca lo había hecho.
- No me puedes estar haciendo esto – dijo Leti mientras lloraba - ¡No puedes!
- De hecho, es lo que hago. Ya es hora que se empiecen a saber todas las verdades y ésta es una de tantas. ¡No te soporto! – dijo Bastián, dando la vuelta.
- No te entiendo Bastián, tu nunca habías sido así conmigo – murmuró para sí misma Leti – ¿Por qué ahora que más te necesito me dejas sola? ¡Por qué!
- ¿Y sabes? - dijo Bastián, dando la vuelta – Lo que te dijo tu amiga Bárbara era verdad. Me metí con la Paty, y varias más. ¡No sabes lo bien que lo pasé!
- ¡Ya cállate maricón! – gritó Leticia – No me interesa oír más, ya se lo suficiente, sólo déjame en paz ahora, te lo pido si algo de cariño por mi queda en ti... por favor.
- Eso era todo – dijo Bastián, dando la vuelta nuevamente.
Unos minutos más tarde, todo el grupo se juntó para planear lo que harían. Les quedaban 9 horas para pensar. Leticia fue la única que no quiso unirse, seguía completamente inmóvil en el rincón llorando, prefirió escuchar desde lejos.
- Ya familia, quedan 9 horas. ¿Qué haremos? – preguntó Mario.
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(Terror) Vacaciones Pagadas
HororLa familia Torrealba esperaba tener las vacaciones perfectas en una lejana cabaña pero son sorpresivamente capturados, aparentemente sin razón, y sometidos a horribles torturas. Un viaje a un turbio pasado de una familia llena de problemas sin resol...