Cartas A... Un Creepypasta

Por fin...

Y así durante tres días ella no escribió nada, sin pensar que alguien entre la sombras la vigilaba, que la escuchaba, sin saber que aquello que rondaba por la oscuridad estaba pendiente de su forma de vivir, ella seguía consumiéndose en la desesperación y en la locura, cada vez que volteaba sentía que alguien la seguía, lograba ver aveces las sombras, la oscuridad que siempre le gustaba, le daba la sensación de salir, siempre que miraba hacia el bosque que tenía cerca sentía que algo la llamaba y se sentía atraída hacia él.

Un día mientras dormía en su cama, con un sueño tan pesado, no logro escuchar el sonido de la ventana del cuarto contiguo abriéndose, tampoco oyó los pasos que se acercaban a su habitación, y mucho menos sintió las manos que la agarraron y que la levantaron y la llevaron al corazón del oscuro Bosque.

Todas aquellas cartas que habría escrito no estaban en el lugar donde las había dejado, si no que alguien más las había recibido o más bien se las había llevado, en la mañana en la que sus padres se levantaron no la vieron, se preocuparon, llamaron como locos a todos los que conocían y nadie supo darles la ubicación del paradero de ella.

Llamaron al policía y esta comenzó a buscar después de que los tres días reglamentarios pasarán, buscaron alguna pista que les pudiera decir quien se la llevo, pero no encontraron nada, lo único que hallaron fue una caja, una pequeña caja que al abrirla no contenía nada, solo una pequeña nota y lápiz, le preguntaron a los preocupados padres sobre eso y ellos solo respondieron.

- Aveces ella subía a escribir, al parecer lo que escribía eran cartas para ella misma - fue lo que dijeron antes de que la madre rompiera a sollozar y el padre bajara la mirada.

Los policías consternados se miraron entre sí, y sacan la nota que había dentro de la caja, los padres miran a los policías, ambos agarran la nota que les dan, la madre cae de rodillas mientras la cara del padre se pone pálida.

Pues en la nota tenía escrito con sangre:

"¡Ella es MÍA ahora!, no importa cuanto la busquen, ella jamás volverá

Ella es lo que necesito, se cosas de ella que ustedes jamás sabrán

Es una lastima que no se pudiera despedir,

Pero ahora Ella es MÍA"