Sherly era aquella chica hermosa, inteligente, carismática, entre muchas cosas más que la hacían ser deseadas por muchos hombres. Claro, ella se cargaba un gran ego y no se situaba con cualquiera, siempre decía que de los chicos que conoce no se metería con ninguno, no estaban a su nivel.
Lo que se guardaba y que nadie, absolutamente nadie sabía era que se traía un amor gigante hacia Albert y ya se lo había dicho. En cuanto a él, la acepto como una "compañera amorosa". Algo que no le sonaba muy bien ya que al indagar sobre el amor, concluyó que sólo es una palabra y lo más importante. ¿Amor? DIOS💜 es amor. En esta búsqueda de algún concepto claro sobre el amor lo más cercano que pudo conseguir fue a Melendi y su tema "el amor es un arte", en el cuál afirma no saber que es el amor y lo que en realidad hay que hacer es disfrutar.
Sherly había invitado a Albert a su fiesta de 15 años a las afueras de la ciudad, a la cual asistió con Francisco, y sí, Sherly era aquella chica con la cual Albert había cruzado miradas al llegar a la fiesta de la cual ya sabemos, se iría después.
- Prosigue. Sé que no lo has dicho todo - dijo Albert mientras miraba a Francisco con unas ocultas ganas de no volverlo a ver jamás.
- Esa noche en la fiesta, cuando tú te fuiste, - dijo Francisco en medio del llanto y con su cuerpo tembloroso - todos nos quedamos y estábamos disfrutando y no sé si fue por los tragos o porque ella se sentía mal al verte partir pero... pero... ¡perdóname Albert por favor, perdóname!.
Francisco no sólo había embarazado a una niña que apenas cumplía sus 15 primaveras sino que también había "traicionado" a quien en su propio concepto era su mejor amigo. A Albert le interesaba en lo más mínimo lo que Francisco hizo, sólo se dio una razón más para no tener amigos y así afirmar sus conceptos, pero tampoco iba a dejar las cosas así.
- Sólo vete, sabes que si decides quedarte a lloriquear no conseguirás nada y va a ser peor.
Francisco se levantó y se fue caminando lentamente hacia la puerta mientras decía : - Estábamos ebrios Albert, no sabíamos lo que hacíamos, es tan sólo una niña tú lo sabes. Cometímos un error y tengo miedo.
Albert normalmente hubiese querido que se largára rápidamente pero esta última frase le llamó la atención y replicó: -El acto fue un error pequeño idiota, el niño ahora será su bendición. Ahora no digas nada y vete, no quiero verte.
Eso no era una traición, eso solo era algo normal de la vida, igualmente quién era o qué significaba Francisco en su vida para que Albert sintiera dolor de lo ocurrido.
Albert recordó una frase que decía algo así: "No dañes a quién te hizo daño, sólo olvídalo. Eso le dolerá profundamente", pero de lo que no se acordaba era del nombre Francisco.
YOU ARE READING
Sentimientos Desérticos
DiversosLas diversas interacciones con la vida de un joven con sus sentimientos desvanecidos y que a la edad de 14 años queda huérfano y ahora vive sólo sosteniéndose en la herencia de sus padres.