Un cariñoso saludo de parte de mi tía

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Es Albert. ¿Te puedo ayudar en algo?—dijo Albert sin abrir la puerta aún.

Soy cobrador del banco. ¿Puedo seguir?—dijo el hombre mientras se abrió y pudo entrar.

Que raro, nunca Albert tenía este tipo de visitas y..., ¿banco?. JaJaJa. Eso sí que era algo nuevo.

— ¿A qué su visita, puedo saberlo?—dijo Albert sosteniendo la puerta aún sin cerrarla.

— Eeeeh, no sé si este sea el lugar más adecuado para decírtelo.

—¿A caso me estás invitando a salir.?—dijo Albert mientras soltaba una risita.

El cobrador estaba muy desubicado y no sabía ni qué hacer, entonces Albert rompió el silencio y dijo: —Vamos, adelante. Puedes tomar asiento si lo deseas, ya jugamos un rato.

—Sii, claro. Muchas gracias.

—Agradecería enormemente que no te demoraras.

—Créeme que lo que te tengo que decir no es muy favorable para ti, es mi trabajo explicarte el porqué de todos los acontecimientos.—Dijo el cobrador muy convencido de su discurso.

—Te estás demorando mucho— Soltó Albert sin interés alguno. Por favor dímelo y ya.

El cobrador tomó un suspiro y continuó.

—Siendo así...  Ehhh... Tu tía te ha despojado de todas tus pertenencias, no sé cómo resultó todo a nombre de ella pero así es. Puedes mirar si quieres.— dijo el cobrador con gran rapidez.

No sé quién estaba más sorprendido, si Albert por tal noticia o el cobrador al observar la seriedad de Albert y que la noticia no lo afectaba en lo mas mínimo.

—Bien. Gracias por sintetizarlo tanto.—dijo Albert levantándose de la silla—Te acompaño a la salida, si quieres—y soltó una pequeña risita.

—Oo...key—dijo el cobrador muy sorprendido y salió.

No sé si su Tía lo quería ver para decirle personalmente que lo iba a robar(lo que no creo que lo afectara) o para compartir con él lo que era de él, lo cierto era que debía marcharse de su departamento, eso estaba seguro ya que era una de sus mayores pertenencias. Pero no se le veía angustiado, es más, estaba muy tranquilo. Se sentó en el mueble con los pies sobre este como siempre, pensaba en qué hacer ahora. Decidió no fastidiarse y salió con ganas de una trascendental y larga caminata

Sentimientos DesérticosWhere stories live. Discover now