Nuevos aires

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¿A caso había algún motivo para sentirse mal?. Para nada, Albert salió a caminar como solía hacerlo divisando toda cosa que sus sentidos podían percibir, la verdad pareciese que la noticia del "despojo" le había afectado positivamente, le soltaba una pequeña risita a todo lo que miraba y por su cabeza pasaban sólo pensamientos de felicidad.

Algo dentro de su subconsciente le decía que que las cosas iban a comenzar a ir bien y este subconsciente lo hacía actuar de una manera extraña-para él-, algo amable, algo, algo, feliz. Al pasar por la cancha de entrenamiento de aquellos niños e hizo algo jamás se le hubiese ocurrido hacer.

- Soy Albert - dijo Albert mientras miraba al entrenador de aquellos niños y le soltaba una sonrisa sin mostrarle un solo diente - a veces vengo a mirar a los niños, sin ánimo de hacerle sentir mal no me había fijado que eras el entrenador, cuéntame un poco. ¿Cómo funciona?.

- Ehhh, pues... - era lo único que podía decir el entrenador, sin duda era muy gracioso.

- Sabes, ¿te has fijado en aquel pequeño? - dijo Albert señalando al niño que estaba siendo excluido del rombo por los chicos que en su vida hacían de compañeros e incluso de amigos. - llama mi atención, ¿puedes llamarle?

- Si. Si, claro. ¡Nicolas! - dijo el entrenador llamando al chico mientras miraba a Albert con cara de admiración y se pasaba la mano por el rostro tratando de despertar de tal escena.

- Si, entrenador - dijo el pequeño mientras miraba a su manager.

- Nicolas... - dijo Albert interrumpiendo la respuesta del entrenador y ya pasando a manejar completamente la situación - Dime algo Nicolas, ¿qué quieres ser cuando grande?.

- De grande quiero ser Futbolista profesional señor - dijo el chico con gran seguridad.

Albert miró hacía donde estaban los otros chicos y gritó con voz autoritaria: - Chicos, ¿qué quieren ser cuando sean grandes?. - Los niños se paralizaron por un instante hasta que uno de ellos dijo: - Futbolista - entonces los demás empezaron a decir <jugador de Fútbol, Futbolista, jugar Fútbol>.

Albert miró a Nicolas, le sonrió y después miró al entrenador y le dijo: - Estás frente a un guerrero "entrenador" - y dándole la espalda se marchó de la cancha.





Sentimientos DesérticosWhere stories live. Discover now