"Entonces, ¿cómo te sientes hoy?"
"Bien"
"Estás llorando."
No lo había notado, levanté los dedos para tocar la humedad que caía por mis mejillas.
Mi madre me había golpeado de nuevo, y, a su vez, Minho le había pegado, y ambos estaban tan enfurecidos que aterraba. Pensé en llamar a la policía e intenté hacer precisamente eso.
Pero cuando hice la amenaza en voz alta, dirigida hacia mi madre, que todavía golpeaba a Minho con puños débiles, se detuvo, conformándose con golpearme y quitar el teléfono de mi mano.
"¿Qué piensas decirles, Taemin?" Ella me había gritado burlonamente. "¿Que tu padrastro abusó de ti?"
"¡Tú lo golpeaste!" Defendí a mi papá como siempre.
"¡Es un hombre, Taemin! ¡Él lo puede soportar! ¡No es una nena como tú! ¡Él no necesita a alguien que sostenga su mano todo el tiempo y le dé palmaditas en la espalda por mediocridad!"
"¡Eso no le da derecho! ¡Usted no tiene derecho!"
Otro golpe, y es entonces cuando las lágrimas empezaron a caer. Más allá de mi visión borrosa, pude ver a Minho alejarla y sentarla en el sofá, exigiendo que se quedara allí y guardara silencio.
Sentí su mano en mi hombro, y le oí decir mi nombre con amor, pero no podía aguantar más. Me alejé, caminando fuera de la habitación, fuera de la casa, y en el coche, esperándolos.
No iba a tratar con él. Yo no podía. Lloré en las mangas de mi suéter tan fuerte como sea humanamente posible, acurrucándome en una bola en el asiento trasero.
En el momento en que los dos subieron, había controlado los ruidos guturales procedentes de mi boca y obstaculizado un llanto silencioso, inmóvil, el sonido del motor acelerando calmándome de un modo extraño.
Yo sólo quería que todo terminara. Yo quería regresar el tiempo a antes de que mi madre nos había descubierto, cuando Minho se acababa de mudar y comenzó a darme esas miradas y perversa carisias.
Yo quería disimular de nuevo, nuestra intimidad un secreto que sólo nosotros sabíamos. Simplemente nosotros.
Pero ya no más.
Era la segunda vez que sentí la mano de Eli en mi hombro en el lapso de tres días, y era muy consciente de dónde estaba, con quién estaba y quién era yo sin él.
El hombre estaba sentado a mi lado, una caja de pañuelos colocados en su regazo, y cuando él me ofreció un poco, me negué, sacudiendo la cabeza.
"Taemin, vamos a tomarlo con calma, ¿de acuerdo?" El sugirió. "Dime todo desde el principio... todo lo que quieres contar. No voy a forzar ninguna respuesta. Tienes mi palabra"
La habitación parecía más oscura de lo que era la última visita, la lámpara en la mesa emitiendo un resplandor ondulante. Todo era opaco, y me hizo sentir letárgico.
Era como si alguien me hubiera dado sedantes, tranquilizantes.
Eli regresó a su silla, cruzando una pierna sobre la otra y esperando a que yo hablara, para revelar las cosas que una vez me hizo tan feliz pensar, cosas que ahora me hacían perder en el pasado más horrible.
Le hablé de la desconexión entre mi madre y yo, de mi padre y le hablé de mis viejas tendencias suicidas. Le dije sobre el matrimonio, sobre la entrada de Minho en la foto y salvarme de mí mismo.
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HIJO DE PAPÁ ~ 2MIN
FanfictionPeriodista de treinta años, Choi Minho es atraído por una mujer mayor a la cual le hace un articulo en un periódico local. Nunca pensó casarse con esa mujer, quien ya tenia un hijo de quince años de su matrimonio anterior. Pero lo que realmente nunc...