HIJO DE PAPÁ ~ 2MIN

Capítulo 18

Ya había pasado en la casa de mi padre una semana entera, y la necesidad de ahorcarlo aparecía de vez en cuando, pero en su mayor parte, los dos nos evitábamos todo lo que podíamos.

Está bien, quizás mi padre no estaba a punto de asfixiarme con una bolsa de plástico. En todo caso, era al revés. En serio, era mejor para nosotros que no habláramos en absoluto, pero a este tipo... le encantaba averiguar.

Sin embargo, yo lo estaba manejando, incluso jugaba cuando quería "pasar el rato conmigo" que por lo general consistía en mirar programas de variedades.

Cuando él se iba durante el día, me colaba en la casa, sin saber lo que estaba buscando, pero con ganas de encontrar algo. Supongo que era simplemente curioso, y bajo un techo que no era mío, me aburría.

El lunes, me encontré con un paquete de condones debajo de la cama, y ​​me dio asco. Él era mi padre biológico, después de todo, y era horrible pensar en él siendo íntimo con una mujer.

El martes, me encontré con un par de bragas en la cesta de ropa que estaba usando.

El miércoles, yo estuve buscando en los cajones de la cómoda cuando me encontré con una vieja foto de mi padre vestido como un ídolo femenino para Halloween. Debo de haberme reído una media hora, tumbado en el suelo y agarrando mis doloridos músculos del estómago.

El jueves, descubrí un libro de cocina en uno de los armarios de la cocina. Por lo tanto, tuve la inspiración de hornear una docena de bizcochos, pedí prestado algo de dinero de las pertenencias de mi padre que escondía debajo del colchón y me dirigí a la tienda más cercana, comprando todos los ingredientes necesarios.

Mi hallazgo del viernes fue lo suficientemente sustancial como para detenerme en seco y prometerme a mí mismo que nunca más vería sus cosas. Yo había encontrado algunos álbumes de fotos con mucho polvo en el fondo del armario, y no había uno que no sea lleno de imágenes felices de él y mi madre cuando estaban juntos.

En verdad parecían muy felices en ese momento. Me preguntaba qué había cambiado eso. Mi madre se veía tan enamorada. Mi padre decía sentir lo mismo, pero luego se separó de ella.

En secreto, y dudosamente me preguntaba lo que sería de mi si aún estuvieran juntos y felizmente casados. Mi vida, mi punto de vista, y sólo yo como persona, todos serían alteradas de manera tan drástica. Yo no sería el mismo, eso es seguro.

Yo estaba muy bien con ellos estando separados, porque si no fuera así, entonces yo nunca hubiera conocido a Minho bajo el tipo de circunstancias que lo hacía, y él definitivamente no se habría casado con mi madre. Él sería nada para mí, tristemente.

Mi padre llegó a casa del trabajo a las siete, el sol ya se ha ido del cielo.

Llevaba dos bolsas en una mano mientras cerraba la puerta con el pie, haciendo su camino a la redonda y pequeña mesa delante del sofá.

Me quedé mirándolo, una pregunta subía por mi garganta. Sin embargo, antes de que pudiera preguntar algo, él me miró, me saludo, y se puso de rodillas y vació el contenido de las bolsas.

Mis ojos se dirigieron hacia las múltiples botellas de alcohol ahora en la superficie de la mesa junto con una baraja de cartas y un montón de cigarrillos.

"Vendrán algunos amigos. Espero que no te importe" Se puso de pie, quitándose la chaqueta y la arrojó a un lado. "Son buenos chicos. Tal vez puedes hacerte amigos con ellos"

"Imposible" Ni siquiera estuve consciente de que lo había dicho en voz alta hasta que mi padre se rió, acercándose a mí para acariciar mi pelo.