Capítulo 23

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A medida que el día para el decimosexto cumpleaños de Taemin se acercaba, empecé a notar un cambio en él. Sabía que tenía algo que ver con que boa conservara al bebé y que yo no tuviera ninguna objeción, y ​​sabía más que cualquier cosa que el abandono era su principal temor.

Sus sonrisas, estaban presentes pero era tan artificial.

Su lenguaje corporal, los hombros inclinados, sus rodillas contra su pecho, me preocupaba mucho. Siempre se abría para mí, pero últimamente, cada vez que trataba de preguntarle qué le pasaba, él me negaba.

Se sentía como si estuviera muy lejos en otro continente, aun cuando estábamos tan cerca. Sentía como si hubiera algún mensaje subyacente que estaba tratando de transmitirme en una especie de código desconocido.

Me preguntaba qué le haría feliz. ¿Qué podía hacer para traer de vuelta su lado burbujeante, tonto, y francamente adorable?

Cuando estuvo en Criteria un día, algunas personas tuvieron una lluvia de ideas de lo que se podría escribir en la próxima edición, y uno de ellos mencionó que iban a haber audiciones abiertas para el teatro de la ciudad.

Inmediatamente, estaba saltando a la idea, sabiendo que ese sería el regalo perfecto para Taemin. Él quería más que nada estar en musicales, y aquí estaba la oportunidad, haciéndome señas. Sabía que iba a amar la idea cumplir sus sueños. ¿Quién no lo haría?

Así que decidí que iba a llevarlo al teatro el día antes de las audiciones para que pudiera inscribirse y prepararse adecuadamente. Y en el día de su cumpleaños, él mostraría a esos críticos lo que tenía que ofrecer.

Yo estaba emocionado y no podía ni imaginar lo emocionado que estaría él.

Cuando llegué a casa ese día, tuve que contenerme para no gritar todo de una sola vez. Había tanta maldita euforia corriendo por mis venas que esto era más fácil decirlo que hacerlo.

Me imaginaba a Taemin en ese escenario, bailando, actuando, incluso cantando. Era un negocio duro y competitivo, pero sabía que podía lograrlo.

Mis pensamientos fueron interrumpidos tan pronto como puse un pie en la sala de estar, espiando el objeto de mi afecto rebelde vestido con solo un chaleco brillante y pantalones cortos negros.

Estaba sentado en el sofá con las piernas metidas debajo de él y una mirada sensual sobre su rostro.

Ya había estado en esta misma situación muchas veces.

"Papi ~" Él susurró, indicando con su dedo, y yo obediente, me senté delante de él, cepillando algunos mechones de pelo detrás de su oreja.

"¿Qué estás haciendo?" Bromeé, mis ojos revisando su cuerpo expuesto, con el torso tan lindo e impecable, con las piernas suave y fácil de manejar.

Parpadeó lindamente, hinchando los labios, su expresión no se acercaba al juego de palabras sucias que iban a salir de su boca. "Quiero tu polla dura dentro de mí"

Era tan grotescamente hermoso cómo esas palabras rebotaron de sus labios. No estaba acostumbrado a que él fuera quien iniciara. No estaba acostumbrado a qué él diera el primer movimiento.

Pero aquí estábamos, papeles cambiados.

"Sé que estás cansado, papá" se levantó lentamente, empujándome en el sofá y posicionándose en mis piernas, creando una deliciosa fricción, su trasero frotándose contra mi ingle "Así que voy a hacer todo el trabajo"

"Estoy demasiado viejo para esto" Me reí, agarrando la barbilla y dándole un beso necesitado, mi otra mano acariciando la parte baja de su espalda y jugando con sus pantalones cortos.

HIJO DE PAPÁ ~ 2MINDonde viven las historias. Descúbrelo ahora