Me acorraló el silencio,
Mientras el frío me abrazo.
La noche cegó mis ojos,
Y el sonido del viento chocando en el firmamento,
Atrapó mis pensamientos.
Exhorta y exhausta observaba la luna,
Tan placida y brillante,
Que generaba en mí una calma, un poco absurda.
Bella e intocable se encontraba.
Soledad de madrugada,
Acompañada de millar de estrellas;
Ella resplandecía.
Y la miraba y te recordaba,
Eras tú a quien tanto anhelaba.
Comparaba la distancia,
Y un sollozo clamaba.
Algún día podré tocar la luna y
Ser la noche que la acompaña.
Pero no creo poder,
Algún día llegar a tu alma.
La puerta de tu amor,
Se encontraba cerrada.
Y era como aquel leñador,
Que la luna un día lo cautivo
Y al señalarla ella lo atrapó.
Así me atrapaste tú,
En tus sombras de desamor.
Y temblaba como el destellar de sus estrellas,
Mientras frondosas y oscuras nubes,
La ocultaban de mis ojos.
Mi esperanza es que tú la hayas visto,
Y en algún momento,
Sintieras la presencia,
Que a la distancia alguien te ama.
Que entre la noche, la luna y tú,
Me encontraba yo, aguardando.
Esperando a gritos amordazados
Y desesperados.
Una sola oportunidad para rozar
La delicadeza de tus labios.
