Estaban bebiendo de nuevo, aunque yo no había podido beber como habíamos acordado pues aún no me sentía bien después de la noche anterior. Ally nos dijo que vendría alguien a pasar la noche con nosotras.
Samantha era una chica de piel morena clara, ojos verdes y cabello castaño que le llegaba un poco debajo de los hombros. Era muy bonita. Había salido con ella un par de veces y era alguien muy agradable. Sin mencionar la extraña relación que teníamos.
Dinah, Ally, Taylor y Normani se encontraban jugando; intentaban hacer entrar una pequeña pelota en los vasos llenos de licor. Yo me encontraba en el pequeño sillón con un vaso de coca con whisky, pero estaba bien, no había bebido demasiado aunque las demás hubieran insistido.
—Ahorita regreso, voy por Samantha—dijo Ally antes de salir a recibirla. Cuando regresó vi a aquella chica y no me había dado cuenta de que en realidad era más bonita de lo que recordaba.
—Veo que ya empezaron—Samantha sonrió y se acercó a las chicas—. Les enseñaré como se juega— dicho esto las demás se acomodaron y continuaron el juego. Ni siquiera había notado mi presencia.
Los minutos transcurrían y yo me encontraba observando mi celular para después ver a las chicas jugar. No podía parar de pensar en Lauren y en lo que hacía, pues Normani había dicho que no se sentía bien, que por eso no le había apetecido salir. Yo necesitaba un momento a solas con ella, necesitaba saber qué había ocurrido entre nosotras la noche anterior. Necesitaba una explicación de por qué me había besado.
—¿Por qué tan sola? —Samantha llegó a sentarse con una sonrisa. Sostenía un vaso en su mano—. ¿Te sientes mal?
—No... Sólo no quiero beber mucho—dije correspondiendo con una sonrisa.
—Discúlpame por no haberte saludado, no me di cuenta de que estabas aquí.
—No te preocupes, ¿por qué no seguiste jugando?
—Bueno, creo que el juego no se me da muy bien y no quiero emborracharme antes de la media noche— a pesar de tener una linda sonrisa, no podía dejar de pensar en la sonrisa de Lauren. Me gustaba que lo hiciera aunque no pasara muy seguido.
—¿Cómo es que han conseguido que les dieran permiso de venir aquí?
—Bueno conmigo no ha habido problema, pero nuestros padres aceptaron más rápido cuando les dijimos que la hermana de Taylor; Lauren, vendría con nosotras. Ella está encargada de cuidarnos—dije tímida. El simple hecho de mencionar a Lauren hacía saltar a mi corazón.
—¿Dónde está ella? Al parecer no hace un gran trabajo cuidándolas—dijo en broma—. Sé que debí haber empezado por esto pero no soy común; ¿Me recuerdas? En caso de que no— me extendió la mano y yo la tomé. Nos saludamos como si fuera algo formal lo que me causó un poco de gracia—. Me llamo Samantha, pero puedes decirme Sam. El próximo amor de tu vida.
—Claro que te recuerdo... Golpeaste a una chica que me insultó en el bar un día, además no eres posible de olvidar—sonreí al recordarlo.
—Sí, entonces creo que también recuerdas cuando esa chica llamó a sus demás amigas y me dieron la paliza de mi vida—empecé a reírme. Ahora era un recuerdo gracioso a pesar de que en ese momento nos habíamos preocupado bastante—. Es bueno hacerte reír aunque sea para burlarte de mí. Tienes una muy linda sonrisa— yo me sonrojé al instante.
—Eso le dices a todas—fingí estar molesta. Tomé un poco de la bebida que tenía en mi mano.
—Creo que todas las mujeres merecen que les digan lo bonita que se ven de vez en cuando... Pero contigo lo digo porque me nace decirlo— no era extraño que nos tratáramos de esa manera pues la primera vez que la conocí habíamos encajado bastante bien. Manteníamos un juego de coqueteo que lo llevábamos acabo cada vez que nos veíamos.
—¿Por qué te nace decirlo?
—Porque quiero decirte lo que pienso para que sepas lo que siento por ti...
—¿Quién eres tú? —interrumpió Lauren. Samantha y yo volteamos a verla y no se veía feliz. Ni siquiera un poco.
—Soy Samantha pero puedes decirme Sam— ella le extendió la mano a Lauren, ella sólo observó el gesto y se fue a sentar al sillón que estaba a lado.
—¿Qué haces aquí?, ¿Por qué estás aquí? —dijo en un tono que parecía molesto. Verla de esa manera me molestó porque estaba atacando a Sam sin razón alguna.
—Ella es una amiga mía, ha venido porque la he invitado—respondí. Lauren me miró de manera seria.
—¿Una amiga? A mí me pareció escuchar algo diferente...
—Sí, ahora somos amigas pero estoy esperando a que eso cambie con el tiempo—dijo Samantha y vi como el rostro de Lauren se transformó. No quería hacerme ilusiones o interpretar mal las cosas pero ella parecía estar celosa. Y eso me agradaba.
—¿Cuántos años tienes? —preguntó Lauren sin ser un poco amable.
—Tengo veintidós años pero aún tengo el alma de una niña—dijo ella con una sonrisa.
—¿No deberías buscar salir con alguien de tu edad?
—Lauren...—intenté frenar los comentarios innecesarios que estaba diciendo pero Sam se adelantó.
—Para el amor no hay edad, Lauren... Creo que te estás tomando el papel de cuidarlas demasiado en serio, ¿no crees? —no podía creer que ella hubiera dicho eso. Creo que a Lauren le afectó el comentario pues sólo volteó a ver a otro lado y después se levantó. Fue a su habitación de nuevo. Intenté seguirla pero Sam me detuvo.
—¿Acaso hay algo entre ustedes que yo me esté perdiendo o es así de protectora con todas? — no sabía qué decir. Nadie sabía lo que pasaba entre Lauren y yo, ni siquiera yo lo sabía.
—No pasa nada... Pero tengo que hablar con ella, te prometo que después vendré a hablar contigo—después de eso salí en dirección a la habitación donde se encontraba Lauren.
Me sentía nerviosa. No sabía qué decirle a Lauren; ¿Por qué me besaste otra vez?, ¿Te gusto? Bueno, era obvio que le gustaba porque ella me lo había dicho, me había dicho que era hermosa pero también me había dicho que no pasaría nada entre nosotras... No quería incomodarla o molestarla preguntándole por lo de nosotras pero necesitaba saber si estaba jugando conmigo o estaba igual de confundida que yo. Quería que fuera clara conmigo.
Toqué la puerta.
—¿Quién es?
—Soy Camila, ¿puedo pasar? —después de unos segundos habló.
—Puedes pasar.
Era el momento de saber la verdad pues no pensaba irme de ahí hasta escuchar lo que Lauren quería de mí.
Quería escuchar si sentía algo por mí, quería saber por qué se había comportado de esa forma con Samantha, y sobretodo quería escuchar por qué si no sentía algo, me estaba ilusionando de esa manera. Al verla y sentir mi corazón acelerado y mis manos sudando me di cuenta de algo demasiado tarde; me estaba enamorando de aquella chica de ojos verdes.
Me estaba enamorando de la hermana de mi mejor amiga.
Cumplí con lo que dije. Me siento orgullosa de mí misma por no haberlos estafado. Espero les haya gustado el capítulo, y si les gustó pueden hacerlo saber con su voto y comentarios. Voten, sin pena.
Nos leemos en unos días.
Gracias por leer.
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LA HERMANA DE MI MEJOR AMIGA (CAMREN)
FanficCamila, una chica de diecisiete años decide ir a un bar en compañía de sus mejores amigas, y de la hermana de su mejor amiga a quien solo había visto por fotos. Todo cambia esa noche en el bar cuando el alcohol juega malas pasadas y termina aceptan...