Había pasado un día desde que el profesor había elegido los tutores y aun no podía creerlo. Cada vez que lo recordaba, me quedaba sin aire y creía que el mundo se caía por debajo de mis pies y yo caía a la nada.
Le había charlado a mi madre sobre eso, dijo que charlara con el profesor, para así poder hacer un acuerdo, cambiar de tutor, y si que lo había intentado, pero el profesor se negó profundamente, cito sus palabras:
-Esperanza y Kendall son perfectos como alumna y tutor porque ella es la de menores calificaciones y el es muy inteligente e ingenioso al momento de resolver los problemas y demás cosas de la matemática.
Esas palabras se repetían en mi cabeza, una y otra y otra vez, hasta soñé estas palabras, pasaban ante mi como grandes murallas.
Hoy, Martes, no tendría matemáticas, pero si tutoría, iría a la casa de Kendall, ya que mi madre no quería que el viniera a mi casa, por cuestiones de seguridad.
Iríamos juntos luego de la escuela, en autos distintos pero igualmente juntos, además de eso, aprendí de memoria como llegar porque no confiaba en seguir a Kendall. Obviamente tendría que esperarlo al final de su practica, pero eso era lo menos que me importaba.
En mi mochila tenia mis libros, apuntes y carpetas de matemáticas de los años anteriores. Entraría, lo esperaría y nos iríamos, luego estudiaríamos y me iría sin salir herida.
Las clases ya habían terminado, estaba sobre la valla que separaba el campo de las gradas, viendo el juego, ya que el futbol americano era el único deporte que me interesaba, pero no podía asistir a los partidos por si Kendall me hacia una broma junto con sus compañeros y toda la escuela.
Veía como Kendall tacleaba, lanzaba el balón, corría y anotaba. Luego festejaba, pero nunca miraba hacia mi, por suerte, porque cada vez que el anotaba, yo ponía una cara de estúpida porque era del equipo que yo estaba apoyando.
Sin darme cuenta, la practica terminó y todos fueron a las duchas, 10 minutos después, Kendall salía vestido con unos pantalones deportivos junto con una sudadera.
-Vámonos, que no tengo todo el día.- Dijo mientras seguía caminando, lo seguí hasta el estacionamiento y me metí en mi auto, a los 5 minutos estaba frente a una casa enorme, con un gran jardín al frente, podía ver a su madre en la puerta, bajamos y la saludó, al saludarla, ella me abrazo al entrar y me ofreció una limonada, la cual acepte.
-Mamá, vamos a mi habitación a empezar con la tutoría.
Al llegar a la habitación de Kendall, no pude evitar sorprenderme. Tenia todo en un orden obsesivo, su cama estaba hecha, sus remeras en un armario sin puerta estaban ordenadas por color, del mas oscuro al mas claro, tenia fotos colgadas en las paredes y un escritorio con dos sillas al fondo, al lado de un poster de los Dallas Cowboys, el cual también era mi equipo favorito.
-Bien, siéntate, así podre explicarte lo que vamos a hacer.
Me senté y el se sentó a mi lado, había espacio entre nosotros pero igual al moverse, podía rozar mi hombro, era incomodo, pero no tanto como estar en su casa, sentada a su lado.
Saqué mis libros y el empezó a hablar.
KENDALL P.O.V
Mientras le explicaba, podía ver como en su mirada había un terrible miedo. Como si pensara que yo iba a hacerle algo, como si estuviera en guardia ante cualquier broma o insulto.
Eso me molestaba. Me ponía los nervios de punta.
-Podrías dejar de estar tan asustada de mi y ponerte a escuchar mis explicaciones porque sino no vamos a llegar a ningún punto.- Estaba molesto con ella.
No recuerdo porque empecé a molestarla, creo que cuando mi amigo Eric me susurro al oído que la nueva y yo hacíamos buena pareja, eso me motivó a hacerle ver que la odiaba, que no quería ser su amigo y mucho menos estar con ella.
-S-sí, lo- lo siento.
-Porque a mi dios.- Dije susurrando.
-Disculpa?
-Que porque a mi, porque no te pusieron con otro, así por lo menos podrías escuchar en vez de estar temblado del miedo.
-Pues lo siento, además, yo tampoco quería estar contigo, hasta hable con el profesor, pero se negó a cambiarme de tutor, así que discúlpame, pero si ninguno quiere estar junto al otro me iré.- Y sin más, se levanto y se fue.
Yo no iba a seguirla.
Escuche como se despedía de mi madre y salía por la puerta. Sin pensarlo, me acosté en la cama, dispuesto a dormir cuando siento que tocan a mi puerta.
-Pase.
-Hijo... que ha ocurrido?
-Nada.
-Pues no creo que halla sido nada porque ella lloraba cuando salió por la puerta.
ESPERANZA P.O.V
No podía creerlo, estaba llorando al saludar a su madre y también estaba llorando ahora, no sabia el porque, lo único que sabia es que haría lo posible para que me cambiaran de tutor.
Estaba quitándome el maquillaje corrido cuando escucho que tocan el timbre.
Bajo las escaleras y me dirijo a la puerta.
-Quien es?- Pregunto tratando de sonar calmada.
-Soy yo, Kendall.
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Porque te amo, Esperanza.
Short StoryEsperanza, de 16, estudia en Dakota del Norte, le va muy mal en matematicas y gracias a ello el destino la cruzará con el chico que a estado molestandola desde los 13 años. Solo queda esperar y ver que ocurre al final.