El castillo

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Cuando terminamos de cruzar, llegamos a unas enormes puertas, y el hombre las abre.

- Ahora llegará el profesor Longbottom.- dice y nos deja allí solos.

Para mi suerte, el hall está iluminado y puedo terminar de analizar al chico que parece el canguro de estos niños. Tiene el pelo castaño oscuro, claramente y lo ojos negros como el lago. Y su mirada es triste, pero esta sonriendo a un chico que se acaba de chocar con él, pero sigue teniendo una mirada triste. Sus dientes están algo torcidos y blancos, como la luna que iluminaba nuestro camino hacia al castillo. Se ve que todavía no ha llegado su gran cambio de la pubertad.

- Bienvenidos al Colegio Hogwarts de Magia y Hechicería.- dice ahora un hombre de cara redonda. Debe ser alguien importante si nos está dando la bienvenida.- Ahora voy a deciros las normas básicas y luego estaremos listos para la ceremonia, y pasareis junto a vuestros compañeros.- extiende un pergamino y comienza a leer normas muy parecidas a las de Dumstrang, así que decido no escuchar durante un rato.

Todos nos hemos pegado al profesor, ansiamos cruzar esas enormes puertas de madera macizas y entrar a cenar de una vez por todas. Pero el hombre continua leyendo. Una sensación de escalofrío recorre mi espalda, como un presagio.

- Entremos.- dice y acto seguido, las puertas comienzan a abrirse.

Podemos ver cinco mesas, una al fondo de la enorme sala, y en alto, llena de adultos, y otras cuatro dispuestas desde derecha a izquierda llenas de alumnos pero con una parte vacía esperando a nuevos alumnos que acoger.

- Mira el techo.- dice un chico delante mía y el otro lo mira asombrado.

- Es solo un hechizo que refleja el cielo.- les digo y ambos me miran como si fuese una aguafiestas.

El hombre nos conduce hasta un taburete desde nos ven todo el mundo, o la mayoría.

- Os llamaré por orden de lista y os sentaréis aquí, os pondré el gorro y seréis seleccionado. Buena suerte a todos.

No había ningún gorro en el taburete, por lo menos aparentemente. Luego, lleno de vida, se despereza y se hace el sorprendido y comienza a cantar una canción, supongo que es el himno del colegio.

- Walsh, Jonas.- dice el hombre y yo me quedo algo chocada, dijo que nos llamaría por orden.

Mi duda queda resuelta cuando el chico se sienta en el taburete. El sombrero se queda callado. Se escucha al chico susurrar cosas, intangibles. Todo el mundo está expectante, incluso yo.

- ¡SLYTHERIN!- grita el sombrero haciéndose oír en toda la sala. La gente de una mesa aplaude y el chico, con la mirada triste va a sentarse con ellos, que le reciben con palmaditas en la espalda.

- Pópov, Charlotte.- dice y me quedo un poco sobrecogida, como si quisiera andar pero no pudiera.

Unos chicos me empujan y entonces comienzo a caminar. Llego al taburete y sin tan siquiera sentir el peso del gorro en mi cabeza ya pregona mi casa a los cuatro vientos:

- ¡HUFFELPUFF!

Me levanto y ando con rapidez antes de que deje de aplaudir la gente de mi nueva casa, porque soy muy capaz de confundirme.

Cuando me siento toda la mesa me sonríe y me desea un feliz año. Desde aquí veo a Jonas. Su nombre se me ha guardado a fuego en la memoria. Está entre dos niños de primero y mira, tristemente, la mesa. Me gustaría saber qué piensa, pero no creo que me tomen bien si una ex-Dumstrang utilice eso sin permiso.

- ¿Entonces?- me mira y pregunta una chica que está frente a mi. Lleva una placa en su túnica.

- ¿Perdón?

La hija de Charlie [PAUSADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora