El resto del viaje fue agradablemente tranquilo. La montaña nevada era absolutamente bella, algo que nunca había notado hasta ese día. Nos bajamos en la última estación. Asombrada lo miré expectante.
―Ya veremos si me puedes patear el trasero. ―Me retó incitándome a seguirlo. Entre los arboles había un puesto de Paintball que no se veía desde la ruta. Reí finalmente entendiendo el significado de sus palabras.
―Con gusto lo intentaré. ―Acepté tras pedir un traje para mí. Aliviada vi que venían con botas y aunque las mías estaban algo sucias gracias al barro, eran incómodas para correr. Solté una carcajada al verlo con el traje de nieve naranja. ― ¿Algún problema, zanahoria?
Él frunció el ceño, cruzándose de brazos. No podía evitar bromear con él pues era fácil hacerlo enojar y eso lo hacía más divertido.
―En absoluto...―Respondió. Vislumbré una ligera sonrisa tras su mueca seria. ― ¿Cielo? ¡Ah! ―Bufó frustrado, llevándose una mano al rostro. ― ¡Es imposible no pensar en otra cosa con el celeste!
―Sí que se tardaron, tortolitos. ― A mis espaldas, alguien habló con el mismo tono burlón que había usado. ¿Noya? Enarqué una ceja al verlo reír. ―Te presento al escuadrón Garagari, Hana-chan.
Por lo que puede ver, él, Kageyama, Sawamura, Shimizu y Yamaguchi estaban en el mismo equipo que el mío. Todos me dieron la bienvenida chocando nuestras manos. Divertida volví a mirar a Tanaka. Akira, Hinata, Sugawara, Yachi y Tsukishima estaban con él.
― ¡Entonces nosotros seremos el escuadrón Tamage Kake Gohan!
―Ni lo pienses, idiota. ―Kageyama le respondió casi al instante. ¿De verdad estaban saliendo?
― ¡Entonces seremos Ramen! ―Akira chilló sobre las voces de Hinata y Kageyama. Al parecer era la capitana pues Nishinoya la miró desafiante.
―El primer equipo de dispararles a sus enemigos gana. Tienen cinco minutos para dispersarse. ―Explicó el dueño con voz monótona. ―Hay cámaras en todo el parque así que después podrán elegir sus fotos favoritas. Sus armas son recargables y así es cómo se hace. ―Mientras hablaba explicó cómo hacerlo. ― Hay municiones escondidas y actualmente solo tienen tres tipos de colores. Quién encuentre la munición dorada, tiene una comida gratis en el puesto de alimentación. También si disparan alguien con ella, esa persona también podrá comer gratis. Cada traje tiene micrófonos por lo que podrán comunicarse. Dejará de funcionar una vez que esa persona sea disparada. Que los colores estén de su lado.
―No te preocupes. ―Susurró Nishinoya, dándome su sonrisa confiada. ―Tengo refuerzos escondidos.
―Azumane ya está en posición. ―Shimizu habló con simplicidad.
Emocionada le di mi aprobación para luego separarme. Apenas conocía el lugar y la mejor opción eran verlo desde arriba. Nishinoya rápidamente me había puesto al tanto pero mi sentido de orientación era casi nulo. Al parecer el escuadrón Ramen se había dirigido al este mientras que mi equipo al oeste. Me subí un árbol tras varios intentos, pues con los guantes y el arma en la espalda era complicado. Miré a mí alrededor pero solo notaba la espalda de Nishinoya, quien estaba escondido a varios metros. Vislumbré un traje naranja a lo lejos que se acercaba con precaución. Nishinoya me hizo una seña con la mano. Cruzaba los dedos por lo que bajé la mira e hice silencio.
Yachi se acercó temblorosa. Hablaba pero no llegaba a escucharla. La tensión era demasiada mientras la rubia caminaba. Sentí cómo la rama sobre mí se quejaba con la brisa del invierno.
―Voy a bajar. ―Murmuré al micrófono. ― No pueden estar lejos.
―Roger. ―Respondió Kageyama. ―Tengo a Hinata en la mira.
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Eras tú.
Fanfiction"Solté una risita dándole una palmadita en la cabeza. Sentí la calidez de sus labios chocar contra los míos pero se fue tan rápido como llego. Sin saber cómo reaccionar apropiadamente, me quedé viéndolo. Él se separó de mi, dejando un vacío insoport...