Por que si bien mi relación con Gregg había sido solo de manita sudada y raramente sí mucho un faje. Pensando en el sus palabras llegaron a mi cabeza "Francis Marin viviendo monótonamente? ¡Wow!" Y es que así era, mi vida era una rutina: despertar, dejar a Hannah en la universidad ir al trabajo, quizá la mejor parte del día era el trabajo la única parte que no era monótona siempre había algo nuevo aunque fuera solo una nueva cara, personas con gustos raros, niños y sus travesuras, extranjeros y muchisimas más cosas pero de ahí en más, salir del trabajo, llegar a casa, ocuparme de ella, hacer la cena ir por Hannah, regresar a casa, cenar, ir a dormir y se repetía a excepción el fin de semana, más los sábados de vez en cuando Hannah iba a la universidad y yo al trabajo, los domingos ella estaba muy cansada y me ayudaba un poco con la limpieza del hogar. Hasta ese momento me di cuenta en que se había convertido mi estadía en este mundo, ¿Qué pasaba con las largas charlas que no quería que nunca terminaran con Hannah? ¿Qué pasaba con el sexo? ¿Qué pasaba con la música que se suponía me mantenía soñando? ¿Qué pasaba conmigo?
A la mañana siguiente ansiaba que la hora de mi salida llegará para así ver a Gregg Por que él vendrá ¿Cierto? Así fue como mi hora de salida llego, salí suponiendo que lo encontraría ahí, más no, pasó media hora y no veía nada de él, tuve que irme a casa por qué Hannah me llamaría para que fuera por ella a la universidad y solo ella tenía celular, yo no, así que fui a casa y la llame. Ella dijo que la llevarían de nuevo. Cenamos algo no muy especial preparado por mi como siempre.

-Y... ¿Te van a estar trayendo todos los días?-.Interrogue rompiendo el silencio.
-Ah... No lo sé, no creo, ¿Ya no quieres ir por mi?-.
-No, no es eso, decía por qué ya sabes en veces me gustaría poder desviarme antes de llegar a casa pero tengo que esperar tu llamada-.
-Compra un celular-.
-Sabes que no puedo-.
-Si, quizá en vez de comprar cosas para tus guitarras que ya ni usas podrías ahorrar para comprar un celular y poder marcarte a él cuando tengas que ir por mi-Yo la observaba atónito-Perdón Francis, no puedo creer que dije eso... Es que ya sabes la universidad siempre tiene mi humor en su peor estado-.
-No te preocupes Han... Lo entiendo y tienes razón-.

Al día siguiente era sábado, lo cual significaba que salía temprano del trabajo y poco antes de salir vi a Gregg entrando al lugar.

-Hey-.Exclamo sonriéndome.
-Hola-.
-Perdón por no presentarme ayer, ¡Fue un día de locos!-.

Yo asentí embobado por sus brillantes ojos.

-¿Qué te parece si para recompensarte te invito un café y te cuento mi día de ayer?-.
-Sigues siendo un nerd-El me observaba dudoso de a qué me refería-Es sábado mejor vamos por unas cervezas ¿Qué dices?-.
-F... No es una buena idea-.
-Anda, vamos-.
-Hablo enserio Francis-.
-Dime una razón válida-.
-Francis por favor-.

Note la incomodidad en su rostro así que decidí dejar de insistir.

-De acuerdo un café-.Comente resignado.

Fuimos a la cafetería más cercana al parecer él conocía bien el lugar.

-Déjame decirte que pensé que te negarías a tomar el café aquí y preferirías que fuera en tu apartamento para esperar la llamada de Hannah-.Comento después de contarme su anterior día de locos.
-Es sábado y al parecer ya no es tan necesario que vaya, una tal Miranda la lleva-.
-¿Y cómo es vivir en pareja?-.
-Bueno, no tan glorioso como creí al principio-Comente pero su mirada pedía por más-No puedo negar que cuando empezamos a vivir juntos pensé en que sería mucho sexo, todo el tiempo juntos pero no, los dos estamos la mayoría de tiempo ocupados, bueno ella la mayoría del tiempo, pero sé que vale la pena todos los sacrificios que hacemos-.
-¿Qué sacrificios hacen?-.
-Pues ella estudia todo el día y mantiene su beca, yo me encargo de la mayoría de los gasto de la casa, de transportarla y de mantener el orden-El se quedó con la boca abierta, me di cuenta que no sabía que contestar-Pero todo valdrá la pena...-.

El se quedó callado.

-¿Vives solo?-.Interrogue.
-Si, la idea de vivir con un completo desconocido no me hacía mucha gracia, así que rento un pequeño departamento por aquí-.
-Y... ¿Cómo es? Ya sabes, vivir solo-.
-Pues, desafortunadamente más difícil de lo que pensé, el machista de mi padre me educó para ser casi un inútil, no sabía planchar, lavar, cocinar, nada, y bueno ya sabes otras cosas-.
-Te comprendo, me pasó igual, al principio tenía que hacerlo todo yo y no sabía cómo, y... ¿A qué te refieres con "Otras cosas"?-.
-No importa-.
-Vamos G-Insistí poniendo mi mano sobre la suya y el puso un gesto incomodo-Somos amigos-.Agregue para que no mal interpretará mi error.
-Pues, no sólo es el lugar si no... Estar solo, sabes, no es fácil llegar a media universidad, ser de lejos, un tanto gordo y tímido, el primer año fue un infierno y el segundo-El suspiro-No estoy orgulloso pero decidí refugiarme en el alcohol, mis calificaciones bajaron considerablemente y todo parecía estar yéndose a la mierda, parecía que no saldría de ahí-.
-¿Cómo hiciste para lograrlo?-.
-Una amiga, a juzgar mejor amiga, me saco de ahí totalmente, ella me presento más personas y salí del circulo-.
-¿Y quién es ella?-.
-Se llama Monica, es una artista increíble, deberías de ir a ver sus obras alguna vez-.
-Quizá lo haga... Tengo que darle las gracias-.
-¿De?-.
-Lo que hizo por ti, estaría destruido si me enterara que algo te pasó-.

Así es, no podía resistirme, no era inmune para nada, sentía esas ganas de coquetearle, besarle y decirle cuanto lo había extrañado, decirle que por favor las cosas fueran como hace unos años.
Todo volvió a la normalidad cuando él sonrió y esa sonrisa me hizo recordarla: Hannha. Me hizo recordar que eso no era una cita, que no tenia mas 16 años, que tenía una novia, y que tenía que esperarla en casa porque eso era lo que yo siempre hacia Estoy aquí para ella ¿No?

REMEMBER?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora