Odie mentirle, odie engañarla, por que aunque de vez en cuando era un poco egoísta era la persona más amable, dedicada e inteligente que conocía, y de verdad la quería, sabía perfectamente que ella no merecía a un idiota como yo y que yo no merecía joderme la vida con alguien que no me llenaba.
Escucharla con tanto coraje y tristeza me rompió el corazón o lo que quedaba de el.
A la mañana siguiente era domingo, ninguno de los dos teníamos labores, al bajar las escaleras escuchaba un pequeño sollozo.

-Es que mamá no entiendes, yo lo amo demasiado... pero se que mentía, trató de convencerme en que no, pero se que mentía, no se que hacer, yo lo amo demasiado pero se que el no siente lo mismo por mí, no quiero dejarlo, pero no quiero seguir torturándome de esta forma...-.

Su voz estaba totalmente rota, y ella quería estallar en llanto pero se resistía; en ese momento fue cuando me rompí totalmente, por que mi estupidez dañaba a la persona que menos lo merecía.

-No puedo madre, no puedo dejarlo... está bien, lo hablaré con el, te dejo seguro ya despertara y no quiero que me escuche... yo también te amo y te extraño, salúdame a papá... bye-.

Espere unos segundos, con una mano me tapaba la boca y con la otra me secaba una lagrima, cuando tome compostura termine de bajar las escaleras y la vi en cuanto me vio se secó las lágrimas.

-Hola amor, ¿todo bien?-.
-Si, si todo está perfecto-.Respondió sonriendo.
-¿Quieres que haga de desayunar?-.
-No, no es necesario, ya lo hice yo-.
-Genial, yo sirvo-.

Serví y desayunábamos en total silencio.

-En la mañana hable con mi mamá-.Comento ella.
-A si-Disimule, muy mal pero al parecer no lo noto-¿Sobre que?-.
-Que... ya tenemos mucho que no nos vemos, así que iré a visitarla, aprovechando las vacaciones de invierno...-.
-Pero las vacaciones comienzan hasta diciembre-.
-Si bueno, tú no estudias, así que no sabes que en esas fechas ya nadie hace nada-.
-Pero hace unas semanas dijiste que estabas muy ocupada y...-.
-Francis, extraño a mi madre e iré a visitarla, solo es eso, serán solo unos días, no te preocupes, te marcare todos los días-.
-¿Planeas ir sola?-.
-¿Planeas empezar de machista?-.
-No, no es eso pero... quiero que pasemos más tiempo juntos, quiero que esto funcione-.
-¿Por que no habría de funcionar?-.
-No, no es eso en lo absoluto, solo... quiero estar contigo, no tengo por que quedarme en casa de tus padres, podría quedarme en casa de mi madre, yo también la extraño-.
-¿Y tú trabajo?-.
-He estado haciendo muchas horas extras, seguro me dejan-.

Era verdad necesitaba dinero y además tenia tiempo que me sentia  incómodo en casa.

-¿Cuando nos vamos?-.
-A medio día-.Contesto apuntando una maleta.

Nos ahorramos el dinero del pasaje pero la gasolina fue bastante.

Llegamos tarde directo a casa de mi madre, y hasta la mañana siguiente ella fue con sus padres, yo me quede en casa de mi madre.

-Siento como si nunca me hubiera ido, pero es extraño no tener 18...-.
-Solo han pasado 2 años Francis, aunque bueno, muchas cosas han cambiado-.
-¿Como?-.
-Bueno, mi pequeño y único hijo ya no vive conmigo si no con su futura esposa ...-.
-Aún no estamos comprometidos-Interrumpí.
-Se fueron a vivir juntos, eso es un compromiso... como decía, ahora vivo con John, Madie está echa toda una modelo bueno-Soltó un suspiro-que rápido llegamos a esta parte, la familia Wright está destrozada, Elias está acabado, y no saben cuánto más resistirá-.
-Si me enteré por Madie... espero y se mejore...-.
-Ay hijo... eso no sucederá-.
-¿Como lo sabes?-.
-Ya está grande... solo están esperando el momento-.

No sabía eso, pensaba que se recuperaría y sería solo un mal capítulo, pero parecía que el libro ya estaba escrito y no se podía cambiar el final.

-No quiero pensar en eso, ¿Como va todo con Hannah?-.
-No quiero pensar en eso, ¿Como va todo con John?-.
-Alto ahí jovencito, ¿Están teniendo problemas?-.
-Son idioteces-.
-Hijo, cuídala muy bien, nunca encontrarás a alguien como ella...-.

El día paso, y no vi a Hannah en lo que restó de el, no quería ir a buscarla por que tenía pena con su madre ya que no sabía que tanto le había contado Hannah, pero sabía que era bastante.
Al día siguiente muy temprano cuando mi mamá y yo tomábamos un café el teléfono sonó, solo unos segundos después la expresión facial de mi madre cambio radicalmente.

-Dian... todo estará bien, sabíamos que pasaría.... lo entiendo.... lo entiendo, si, lo que necesites... ahí estaremos, cuídate, adiós-.
-¿Ya paso?-.Pregunte con lágrimas en los ojos.

Mi mamá asintió y me dio un gran abrazo, me dolía mucho su partida, fue un gran ejemplo y me enseñó varias cosas, pero lo que más me dolía era cuanto le iba a doler a su familia, cuanto le iba a doler a Gregg.

-Creo que iré para allá...-.Dijo mi madre rompiendo el abrazo.
-¿No quieres que te acompañe?-.
-No creo que sea la manera más correcta de ver a alguien después de mucho tiempo-.
-Tampoco en un funeral...-.Agregue haciendo una mueca.
-Tienes razón, ¿Te importaría conducir?-.
-No...-.

Nos alistamos y enseguida fuimos, no había mucha gente, quizá solo los que vivían en esa casa.

En cuanto llegamos Robert abrió la puerta y Dian estaba abrazada con Madie, ella lloraba y lloraba, yo sabía que a Madie le dolía también demasiado, pero estaba siendo fuerte para su madre.
Cuando nos notaron se separaron y "tomaron compostura".

-Dian, lo siento mucho, ya sabíamos que sería así, pero de todas formas te entiendo, y sabes que aquí estamos para ti y tu familia-.

En cuanto Dian me vio sonrío.

-Mira a tu muchacho. Has crecido..., teníamos mucho sin verte-.

Yo solo le dedique una mueca disfrazada de sonrisa, realmente no sabía que decir.

-Madeline, lleva a Francis a tu alcoba-.Dijo su padre.

Al parecer hablarían de algo "serio" e ignoraban el hecho de que Madie tenia 20 años y yo 21.

Madie me invitó con la mirada, el camino de las escaleras y el pasillo no dijimos ninguna palabra, hasta que Madie cerró la puerta y los dos nos sentamos en su cama. Los dos teníamos la cabeza baja y nos vimos a los ojos al mismo tiempo, una lágrima se empezó a asomar en su ojo, en ese momento le di un abrazo y sentía un montón de lagrimas en mi hombro escuchaba sus sollozos y lo más que podía hacer era darle leves palmadas en la espalda.

REMEMBER?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora