¿puedo? Lemmon

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Ya había pasado cerca de 3 meses, Bert y todos los demás estaban aún esperando que Gerard cumpliera su apuesta, pero parece que se lo toma a paso lento.

Le compraba regalos pequeños, le daba abrazos, le besaba y estaban el 90% juntos. Robert quería de una vez que le jodiera el culo y le dejara de una puta vez, pero Gerard se debatía entre dejar la apuesta o seguir con ella por miedo. Él no quería hacer daño, le cogió cariño a Frank y a sus noches de películas en su casa abrazados, a sus besos, a sus sonrojos y a su risa loca. ¿Debería seguir o no?

Sabe que Frank que gusta de él. E incrementaba a cada beso, abrazo, palabra, cada día y cada noche.

Gerard no se atrevió a ir más allá de caricias y besos, hasta esta noche...

—Gee, ¿vemos The Walking Dead? también tengo "soy leyenda"— le sonríe y prepara la cama con las mantas y refrescos para los dos, como cada sábado.

—Me apetece ver "el renacer de los muertos"— Gerard se acomoda en la cama dejando espacio libre para que se ponga Frank.

—Gee, esa ya la vimos como quince mil veces ya— se rió y buscó más películas entre los CD's.

—Yo te veo cada día mil veces y no me canso de verte nunca— el menor suelta una carcajada.

—No me compares con una película, eh...- le mira con la ceja alzada y se vuelve a reír— ¿Qué te parece "ouija"?

—¿Y esa no la hemos visto mil veces?— dice en un tono burlón.

—¡Ay!- exclama Frank—, de verdad, contigo no se puede— y vuelve a reírse, esta vez acompañado de Gerard. —¿Por qué no una romántica?- susurra Frank.

—Eres un ñoño— pone boca de pato— ¿Por qué no mejor me das mimitos a verlos en una pantalla?

—En serio, Gerard, eres idiota— sonríe de medio lado y le besa en los labios.

—Tu idiota— le coge de la cintura y le  besa.

—Claro... Mío— no parecía muy convencido, tenia un tono tristón. 

Nadie sabía era que Frank, ya lo sabía todo. Se sintió por mucho tiempo un estúpido al no darse cuenta de que era un engaño más que obvio. Pero acabó enamorado y no quiso alejar a Gerard de sí, lo quería mantener el mayor tiempo posible a su lado, aún sabiendo que era mentira.

Gerard le besaba acariciando su espalda baja, mientas Frank estaba sentado en sus piernas abrazando su cuello. Los besos se volvieron más intensos y más fogosos, apoyó sus manos en el trasero de Frank, escuchando un "¡Gerard!" ahogado en sus labios, haciendo sonreír al nombrado.

Sus manos frías se escabulleron entre su camiseta y se la sacó, Frank empezó a tener miedo, mucho miedo, no quería que esto acabara, el amaba a Gerard, y sabia que cuando lo hicieran dirían "adiós" a su relación.

Gerard lo apoyó en la cama, continuando sus besos, ahora a por la clavícula y cuello, lamiendo cada porción de piel blanca de Frank.

El más pequeño cerró los ojos, con varias lágrimas.

Gerard paró al notar los temblores del llanto de Frank.

—Frankie ¿Qué te ocurre? ¿Estás bien? ¿Es demasiado rápido?— preguntó preocupado por el pequeño. El menor suspiró, abrió sus ojos y con lágrimas le miró, la "relación" que mantenían, si terminaba, terminaría con la dignidad (y virginidad) de Frank intactas.

—Gee... No te hagas, no pudo más. Esto me mata ¿No me quieres? ¿No puedes sentir nada por mí de verdad?— se acerca a él, le agarra de la camiseta de Flash y se impulsa a estar enfrente del mayor—. Yo si lo hago, incluso sabiendo que todo esto es una farsa, aún sabiendo que no me quieres. Que los besos que nos damos no significan nada para ti y el mundo para mí.

>Te quiero ¿sabes? Al menos quiero que sea lo último que escuches de mí antes de dejarme, que te quiero— unas lágrimas silenciosas salían de sus ojos, los verdes de Gerard estaban con confusión y miedo. Él no quería dejar a Frank, y eso era algo de lo que se dio cuenta, quería a Frank. Sí, a un hombre.

—Frank... Casi todo es cierto, eras una simple apuestas— Frank sintió una punzada en su corazón—, pero fue antes de saber lo genial y gran persona que eres, los besos que nos damos significan tanto que por ellos quise amarte más de lo que nadie puede hacerlo.

>Quise renunciar a lo que soy por ti, aunque sentía miedo, no debías sufrir por un patán como yo. Y quiero hacerte el amor como Gerard Way, el chico que se mostró ante ti, el dulce y cariñoso, el meloso y ñoño, el que te besa de improvisto para que te sonrojes, quiero ser Gerard Way, no quiero ser ese que viste el primer día de instituto.

Frank abrazó con sollozo difíciles de calmar, se sentía tan feliz, tan, tan feliz...

—¿Puedo? — susurra Gerard acariciando sus mejillas húmedas —¿Puedo ser el primero, Frankie?

El nombrado asintió, limpio sus lágrimas y los besos se hicieron presentes, las caricias se incrementaron, siempre había un "te quiero" en los labios de Gerard, la ropa escaseaba y el mayor se sintió nervioso por no saber que hacer, el nunca lo había hecho con un hombre.

—Frankie... Eres tan hermoso— le susurra acariciando su torso, solo le quedaban la ropa interior, las mejillas de los dos estaban ardiendo, al igual que sus pieles.

El mayor bajó los boxers del más pequeño, besándolo.

—Gee— gimió al rozar su pene con la mano

—Frankie— lamió su cuello, saboreando el sudor que se comenzaba a formar entre ellos y el calor.

Frank apoyó sus manos en su espalda, apretando las uñas en la piel a cada espasmos.

Gerard sin saber mucho que hacer, y solo con el poco conocimiento del porno que había visto, preparó la entrada del menor.

—Lame— le susurra lento, mordiendo el óvulo de la oreja

—Uhm— gime y lame los tres dedos de Gerard, el grunge grita al sentir las intrusiones de los dedos, arqueándose ante la incomodidad.

—Ya pasará y se sentirá muy bien— la voz le salía ronca, el interior de Frank era tan apretado, húmedo y caliente que se le hacia la boca agua, quería entrar en él.

Cuando empezó a escuchar jadeos y suplicas de más, saco sus dedos y se posicionó para poder penetrarlo.

Las respiraciones estaban aceleradas, se miraban a los ojos para no perder detalle de ellos en ningún momento.

—Gee...— le rodea los brazos al cuello, Gerard se acerca más a su cuerpo y con delicadeza entra lento. Frank gritó de dolor, sintiendo como su interior era abierto, varias lágrimas salían junto a sollozos.

—Frankie, Frankie, lo siento, lo siento ¿Te lastimé mucho? — aún seguía dentro y ni siquiera había entrado hasta la mitad—. Perdóname por lastimarte Frankie— con miedo seguía entrando más, los pequeños gritos de Frank eran callados por los labios de Gerard hasta que estuvo dentro completo.

—Ya está Frank, ya pasó lo peor...

Entraba y salía lento para no hacerle daño, se pasaron mucho tiempo con su vaivén lento hasta que Frank consiguió acostumbrarse y pedir por más.

—Gee... Más Gee— gime alzando las caderas, entregándose.

—Uhm— gruñó Gerard acelerando el ritmo, la cama chocaba contra la pared a cada embestida, los gritos y gemidos de Frank era cada vez más agudos y placenteros hasta que llegó al orgasmo.

—Ahg Frank, ya casi— gruñe en su oreja apunto de estallar.

—Gee, hazlo dentro de mí— y tras eso Gerard gimió ahogado mientras se corría dando erráticas estocadas hasta vaciarse en el grunge

—Te quiero— susurra.

—Yo también te quiero— sale de él y se acomoda, el menor se apoya en su pecho con la molestia en su trasero y se duermen, los dos felices de haber demostrado sus sentimientos el uno por el otro de una forma pura.

Bad boy?; Frerard  /Terminada/Donde viven las historias. Descúbrelo ahora