Bad boy?; Frerard /Terminada/

¿Qué te pasa?

Frank caminaba con tranquilidad como cada mañana al llegar al instituto. Era raro no encontrarse a Way por allí, así que intento disfrutar del camino como hace meses no lo hacia.

Entrando por el portón vio a Gerard junto al grupo de amigos, todos se pararon a observarle y cuchichearon, Gerard caminó hacia él.

—Hola Frankie— le sonrió.

—¿Qué?— preguntó extrañado y dio dos pasos atrás, Way le llamó "Frankie".

—¿Qué pasa?—ladeó la cabeza sonriendo. Ya era raro que le hablara como para que le sonriera.

—Estás... Raro. Y me da miedo—Frank intento marcharse y justo cuando Gerard le cogió de la mano para hablarle, sonó la campana. Gerard le tomó de la cintura, le susurró cerca de su oído —ya que había tirado de su mano para acercarlo lo suficiente para que sus pechos estuvieran demasiado juntos—

—Luego hablamos, lindo—le soltó y besó la mejilla.

Frank asustado salió pitando a clases.

La primera hora pasó lenta y aburrida, pero hasta a Frank se le hizo corta. ¡Era el descanso, y Gerard le esperaba en la puerta de su aula!

—Mejor vamos a otro sitio un poco más... Privado— sonrió tendiendo su mano en dirección al chico Punk.

—¿Debería fiarme? No me has tratado bien desde que he llegado—le miró desconfiado.

—Quiero pedirte perdón, Frankie. Fui un hijo de puta, y lo siento—se veía arrepentido —o eso creía—

Frank tomó la mano de Gerard, y él le guió hacia los baños.

Cuando abrió la puerta puso a Frank con fuerza contra la pared, cerrando de una patada la puerta. Y cuando Frank pensaba que la había cagado e iba a recibir una paliza, unos labios se juntaron con agresividad con los suyos.

—Me gustas, Iero— en los ojos esmeraldas lucía un brillo extraño. Pero Gerard cerró con fuerza los ojos y movió la cabeza, a él no podía gustarle el enano de Frank, claro que no. Es sólo una apuesta. Sí, eso. Una apuesta.

—Yo...Yo...—empezó a temblar.

Gerard le acarició las mejillas rojas del chico Punk y se acercó de nuevo, besándose con un poco más de suavidad.

La tripa de Frank se retorció y sus ojos se cerraron también para seguir el beso.

¿Qué te pasa Way? O mejor dicho ¿Qué me pasa a mí contigo?