amar no es necesidad.

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Frank despertó con un dolor en su zona baja, pero feliz de ver el rostro de Gerard tan tranquilo, respirando con pesadez y una sonrisa.

—Gee...— susurra el menor, acariciando su brazo izquierdo, abrazándolo, dando leves besos es sus mejillas y finalmente con un beso en los labios  

—Así si que me gustaría levantarme por las mañanas— suspira y mira a Frank a los ojos que brillaban con fuerza—. Odio haber dormido y no mirarte por más tiempo, eres lo mas bello que he visto nunca

—Dios— se tapa la cara—¡Empalagoso!— comienzan a reír, Gerard se sienta en la cama y admira como si fuera una obra de arte a Frank.

—¿Cómo pudiste amarme? ¿Qué hice para merecerte? Fui un ciego, idiota, cínico, cobarde... —frank le abraza como si su vida dependiera de ello.

—Hiciste mi corazón latir, asumiste tus errores y admites que me quieres ¿Qué más desearía?—

—Que te cogieran de la mano, que proclamaran su amor por ti delante de todos para dar envidia, que te besaran sin miedo al que dirán, que su amor fuera real desde el principio y no una farsa. ¿No deseas eso?

—No necesito que me des la mano cuando caminamos ni que me beses cada dos por tres, no necesito nada de eso ni siquiera dar envidia a las chicas que mueren por ti, porque sé que me quieres— lo coge de la mano y la posa sobre su pecho —, y sé que no hace falta nada más que me hagas latir con fuerza el corazón.

—Eres lo mejor que me ha sucedido en mi vida— lo besa y  se apoya bajo él, en la cama.

—Si quieres segunda ronda lo llevas claro— Gerard se ríe sobre sus labios mientra acaricia su pierna derecha.

—Bueno, me conformo con abrazarte. Por ahora...— le pone las piernas al rededor de sus caderas.

—¡Gee! no hagas eso...— infla las mejillas y Gerard no evita besarle.

—Cállate y abrázame, tonto— el menor se carcajea y posa sus brazos en el cuello de su novio

—Novio...— dice Frank con dulzura —suena tan lindo decirte novio. Novio, novio, novio, novio, novio— repite varias veces y el mayor arquea una ceja.

—Ya, ya. Pareces un niño.

—No soy un niño— niega

—Eres una adolescente de quince años que ha dejado de ser virgen por un hombre de dieciocho. Me siento un pedófilo—

—Cállate— se ríe y le coge las mejillas —Calla y bésame— y eso hace.

Se siente tan feliz, porque ellos no sentían la necesidad de mostrar al mundo qué eran, eran felices de saber que se amaban. Porque amar no es necesidad, no es amarrar se al otro. Es dejar fluir sus sentimiento.

Bad boy?; Frerard  /Terminada/Donde viven las historias. Descúbrelo ahora