Gerard y Frank

417 63 16
                                    

Gerard pretendía enamorar a Frank, aunque iba a ser difícil.

Así que, llevo al pequeño punk a una cita.

—Frankie, te ves tan lindo— alagaba mirando el atuendo de Frank.

—Para un hombre, llamarlo lindo, es incomodo—se sonrojaba mirando al suelo. Gerard rió y acarició su pelo.

—Los hombres pueden verse lindos y monos. Y con tu carita de tomatito no ayuda.

—Oh, para—se sonrojó aún más (si eso llega a ser posible).

—Me gustaría conocerte más. Quiero ser más que tu amigo, si te digo la verdad—le susurra en el oído.

—Oh Gerard, me incomodas de sobremanera—se queja

—Tú me haces ser así, tan... Empalagoso— le acaricia.

—Tendríamos que poner un límite— comenta mirándolo mientras sigue con la caricias.

—¿Piensas que haré algo que tú no quieras? O ¿es miedo?— pregunta, parando las caricias, pero aún con la mano en la mejilla.

Frank aparta la mirada y suspira.

—Pensé tanto en la última vez en tu casa y en los baños que sigo un poco aterrorizado por tu contacto físico. Y tal vez miedo de que no sea suficiente o que solo cojas lo que quieres de mí y te marches. Soy desconfiado.

—Es bueno desconfiar. No te preocupes, pondré límites si es lo que quieres— aparta la mano y sonríe.

Frank lo mira asombrado y también sonríe.

—¿Dónde vamos?—preguntó Frank curioso, mirando caminar a Gerard a su vera.

—Vamos a un lugar hermoso, sin gente y que sólo pocos conocen, y tú serás de esos pocos afortunados de ver tanta belleza, aunque yo tengo la fortuna de verte a ti, que es mucho mejor— el grunge se sigue sorprendiendo como la actitud de Gerard podía cambiar tan de repente. Llegó a pensar si era un bipolar.

—Tú... También eres muy atractivo y tal...— susurra, nunca había alagado, piropeado o siquiera salido con nadie como para saber hacerlo.

Gerard se rió y el pequeño atinó (como ya estaba haciéndose costumbre) a sonrojarse.

En el camino hablaron de ellos, había risas tontas por parte de Frank y escandalosas por parte de Gerard. Había mucho en común entre ellos y Frank llegó a entrar poco a poco en confianza.

—Entonces le dije: pues me vale verga su clase de historia. Y salí de la clase dando un guiño a todos mientras la de historia se quedaba estupefacta— narró Gerard, la boca de Frank se abrió y empezó a reír.

—Eres un cantoso y mal hablado ¿sabes?—le dijo en tono de burla, Gerard estaba feliz de que Frank comenzara a entrar en confianza.

—Ya llegamos.- dijo el pelinegro cogiendo la mano del más pequeño.

Era naturaleza pura. Había un río escondido entre matorrales, árboles altos y hermosos. Los ojos avellanas le brillaron con intensidad.

—Es... Es tan hermoso...— la mano del castaño apretó a la del pelinegro. Le miró con los ojos brillosos. Sin más se acercó y besó rápido.

Gerard se impactó en un momento pero correspondió al beso suave con miedo de que el contacto fuera roto.

—Precioso—susurra Frank.

—El paisaje es hermoso— sonríe

—Me refería a tus ojos.—

Bad boy?; Frerard  /Terminada/Donde viven las historias. Descúbrelo ahora