Capitulo seis

1.6K 113 3
                                    

Lauren

La castaña seguía mirando con recelo la hamburguesa.
Lleve mi dedo hacia mis labios, ocultando mi sonrisa.
-¿Cuantas Calorías trae una hamburguesa?-Pregunto en voz alta sin dirigirse a ninguna en especial.
-Solo come Mila.-Dijo Allyson.
Camila asentó la hamburguesa en el plato haciendo un mohín.
-Ire al tocador.-La ví ponerse de pie, caminando con demasiada lentitud, llamando la atención de varias personas con el andar de sus caderas.
El movimiento de cabeza de Ally me llamo la atención. Estaba negando la cabeza frustrada.
Mire a Dinah que fruncía el ceño en dirección a Camila.
Yo no entendía nada.
Mire a DJ esperando a que me respondiera . Con un suspiro comenzó a relatar.
-Su ex novio, era un patán.-Soltó Dinah.
-Y eso que tú nunca llegaste a ver cómo la trataba.-Ahora fue Ally quien hablo.- Cada vez que íbamos juntos a cenar, le preguntaba a Camila "¿En serio eso pediste Camila?" "Creo que deberías revisarte, estás subiendo de peso"
Los ojos de Ally se pusieron acuosos, y mi corazón latía demasiado de prisa, ardiendo en mi pecho.
-Camila cayó en problemas alimenticios. Cuando crei que no podría ir peor...
Ally guardo silencio, tratando de no llorar. Mire a Dinah.
-El la dejo. Por alguien "más delgada".-Hizo comillas con sus dedos.-Fue una época muy difícil para Mila.
-Tardo en superar esa etapa, pero aún quedan daños en su espíritu.

Tenía unas incontrolables ganas de matar a ese tarado. Una mujer como Camila no se debe dejar ir.
Y lo peor de todo, le había dejado un trauma. Cuando en realidad su cuerpo era tan deseable.
Relamí mis labios nerviosa. Necesitaba aire.
Prácticamente huí de la mesa, yendo hacia el estacionamiento. El aire frío golpeó mis mejillas haciéndolas arder.
A lo largo de los años de mi carrera, he pasado por un sin fin de casos como el de Camila.
Las modelos a diario caían en esa situación. Creyendo que no era suficiente el ser delgada.
Yo las ayudaba llevandolas a terapia.
A centros de atención cuando ya era algo más grave.
Pero jamás había prestado tanta atención como ahora.
Sentí una mano sobre mi hombro.
Lucy me miraba con demasiada atención, esperando a que comenzará hablar.
-De acuerdo.-dije encogiendome de hombros.-No se que me sucede con ella.
Entre todas las cosas que crei que podría decir. Solo sonrió.
-Lau, ella...Es un caso especial.
-Lo se.-suspire.
-Vamos adentro.-señalo con una mirada el restaurante.

Ls chicas habían comenzado a guardar sus cosas en sus bolsas.
Dejando billetes en la mesa.
Mientras que Camila solo había logrado dar una mordida a la hamburguesa.
Cuando ellas se pusieron de pie, yo no lo hice. Se quedaron viéndome extrañadas.
-Camila no ha terminado.-dije luciendo normal.
Como si el tema de ella jamás se hubiera tocado.
-Ya termine Lau.-dijo abrazandose de la cintura.
-No lo has hecho Camz.- sonreí con dulzura.
Necesitaba transmitirle paz y seguridad para que confiara en mi.
-Adelantense chicas, luego las alcanzamos.
Camila insegura regreso a su asiento.
Escuche la campanilla de la puerta cuando ellas se fueron.
-No tengo mucha hambre, en serio.-Dijo.
Tome la hamburguesa entre mis dedos y se la lleve a la boca, haciéndola chocar en sus labios cerrados.
-Eso es infantil Lau.-frunció el ceño.
Llevo la servilleta hacia su mejilla limpiando la mostaza.
Volví a llevar la hamburguesa, manchando ahora su nariz.
Quiso ocultar la risa, pero no lo logro.
-¡Lolo ya!-Dijo empujando mi mano mientras reía.
-Esta deliciosa.-le di una mordida.
-¿Si la como, me dejas en paz?
Asentí con la cabeza.
-Con una condición.
-¿Desde cuando comer se pone condiciones?
Sonrió con picardía.
-Porque yo lo digo.-se inclinó hacia adelante, tomando entre sus dientes un pedazo.
-Vale, suéltalo.
-Quiero un secreto tuyo.
Alce una ceja, le Sonreí coqueta.
-¿Tan interesante te parezco?
Se encogió de hombros.
-De acuerdo...-Lleve la hamburguesa hacia sus labios.-Cuando tenía quince años estudiaba en una escuela católica, por ende era de puras mujeres.
Solté una risa al recordar.
-¡No tarde ni un mes allá! Había una muchacha que acababa de tomar su hábito de monja...La seduje.
-¡No!
-¡Si!-Reí.- a la semana ella se fue dejándole una carta a la madre superiora, diciéndole que no era lo suyo el ser una monja.

Camine a su lado, dos pasos más atrás que ella. Miraba todo su cuerpo analizandolo.
Piernas bien formadas, con unas pantorrillas deliciosas, que podrían verse con ese pantalón ajustado.
Su espalda delgada, y sus costillas visibles. No tanto, pero se notaban.
-Lauren, puedo sentir tu mirada.-murmuro apenada.
Sonreí. Me había atrapado.
-Mmm...-La pase de largo, no sin antes regalarle una sonrisa.-Eres exquisita cami.
Dinah se acerco a nosotras con sus manos llenas de bolsas de compras.
-Estoy super relajada.-rio la rubia.-Es la mejor salida que he tenido en meses.

Camila

Mi cuerpo aún tenía restos de alcohol y poco a poco se iba esfumando.
Entre a una tienda donde Ally miraba los vestidos.
La puerta de un vestidor estaba abierta, Lucy llevaba puesto una chamarra estilo militar.
A través del espejo nuestros ojos se encontraron.
Negué con la cabeza.
-¿No?
-Agarra la negra.-mire hacia el suelo donde la chamarra negra esperaba ser probada.
Me acerque a los vestidos, mirándolos dudosa. Era muy difícil que entrara en uno.
Sentí el perfume de Lauren detrás de mi, una especia de clavos y madera.
Ella olía a bosque, a algo salvaje y a la vez relajante.
-¿Por que no te pruebas uno?
Mordí mi labio nerviosa.
¿Como le explicaba que mi trasero era demasiado gordo como para entrar en uno? ¿Que mi cintura era demasiado grasienta como para lucir un vestido?
Negué con la cabeza.
-Creo que este te quedaría perfecto Camz.-murmuro.
Jadeé cuando su cuerpo se pegó a mi espalda, con los brazos extendidos. Tomando un vestido rosa pálido.
En esos momentos no me interesaba ningún vestido, sino su respiración en mí oído que me hacía cosquillas.
-Pruebatelo.
-No tengo plata conmigo.-mentí.
-Yo lo pago.-Cerré los ojos, había deslizado su nariz por mi cuello en una caricia demasiado suave.
Abrí los ojos alertada.
Allyson que había estado minutos antes a lado mío, ya no estaba.
Ninguna de las chicas estaban alrededor de nosotras.
-Lauren.-me di la vuelta encarandola.-No lo haré. No quiero el vestido.
Alzo la barbilla indignada, los ojos Esmeraldas brillaban de furia.
¿enojada conmigo? Tal vez.

Me aleje de ella, buscando con la mirada desesperada a Dinah.
Estaba viendo los chocolates. Tomo una caja entre sus manos.
-¿Cereza o trufas?-Me pregunto.
Me encogí de hombros.
-¿Lauren o chocolates? ¿ que te parece más delicioso Camila?
Abrí los ojos sorprendida.
-O tal vez, ¿Lauren con chocolate?
Abrí la boca para protestar.
-Te gusta Camila.-Dijo interrumpiendo.
-Pero es una chica.-murmuré.-Jamás me han gustado las chicas.
-Esta chica es Lauren.-rio.-Cualquier persona duda de su sexualidad con Lauren.
Me entrego una caja de chocolates. Mire el paquete, estaban rellenos de cereza.
-He visto la conexión entre ustedes...Le llamas la atención a Lauren.
Mire hacia donde ella lo hacía. Lauren estaba en la caja pagando unas chamarras.

La Vie en RoseDonde viven las historias. Descúbrelo ahora